• Necesariamente Incómoda

 

Graciela Machuca Martínez/CAMBIO 22

Luego que la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, dio a conocer su Estrategia de Seguridad de los Primeros 100 días de la actual administración y que incluyó a Benito Juárez, Quintana Roo (Cancún) como uno de los diez municipios con mayor violencia en el país, autoridades estatales y federales sostuvieron una reunión para poner en marcha acciones tendientes a atender este flagelo social, político y económico en la entidad, las cuales se merecen el beneficio de la duda.

Durante los últimos años se ha documentado la violencia que existe no solo en Cancún, sino en todo Quintana Roo, sin embargo, las autoridades de los tres niveles de gobierno tal parecen que operan en otro estado, en otro país, en otra dimensión, porque fingen cumplir con su tarea hablando de otras realidades, quizás imaginarias o de otra dimensión, porque la narrativa gubernamental no tiene nada que ver con las narrativas de la sociedad quintanarroense.

En este país donde el poder presidencial sigue ganando terreno, bastó que desde la presidencia de la república se reconociera que Cancún es uno de los diez municipios más violentos de México, para que el discurso de las diferentes instancias institucionales cambiara, a pesar que hasta el día 30 de septiembre de 2024 se negaban a reconocer la dramática y terrorífica consecuencia de los hechos violentos.

Insisto en el control presidencial porque hasta el último día de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, todas y todos, desde las instituciones veían a un país en paz, en tranquilidad, en armonía, porque ese era el país que le convenía ver al presidente de la república y nadie quiso ser el niño que vio la desnudez del titular del Poder Ejecutivo Federal.

Si ahora ven con otros ojos, con los ojos de Sheinbaum Pardo, hay que darles, a las acciones el beneficio de la duda, como una contribución a la participación ciudadana informada y que ya no está dispuesta a que las narrativas gubernamentales cambien al ritmo de los vientos políticos.

Vivir en Cancún o en cualquier otro municipio de Quintana Roo es sinónimo de estar en alerta para no ser víctima colateral de los enfrentamientos de los grupos del crimen organizado, o ser víctimas directos de extorsión de delincuentes o de servidores públicos como policías o inspectores municipales y estatales.

Los hechos violentos que ocurren todos los días en Quintana Roo no llegan a cubrirse en toda su magnitud por los medios de comunicación, ni todas las víctimas acuden a presentar una denuncia penal o de las que se presentan no todas derivan en la apertura de una carpeta de investigación, pero las secuelas que deja la inseguridad pública tienen un efecto dominó que impacta directamente en el tejido social y por ende en los diferentes estratos de la economía estatal.

Hasta el momento, las estrategias, acciones gubernamentales y políticas públicas para inhibir la violencia en Quintana Roo han fracaso y prueba de ello, es que desde la documentación del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública se estableció que Cancún es uno de los diez municipios más violentos del país.
La sociedad quintanarroense y todas las personas físicas y morales que tienen que ver con la economía, la vida política y social del estado, esperan que lo que se haya acordado y puesto en marcha en la reunión en la que participaron la gobernadora Mara Lezama Espinosa; Omar García Harfuch, Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana; así como el Almirante Raymundo Pedro Morales Ángeles, Secretario de Marina y Alto Mando de la Armada de México, además de autoridades civiles y navales integrantes de la Estrategia de Seguridad Nacional y su aplicación estatal, tengan éxito por el bien de Quintana Roo y el país.

La estrategia de seguridad encargada por la titular del Poder Ejecutivo Federal, contempla cuatro ejes: Atención a las Causas, Consolidación de la Guardia Nacional, Fortalecimiento de Inteligencia e Investigación y Coordinación Absoluta en el Gabinete de Seguridad con las Entidades Federativas; misma que plantea su aplicación estatal como prioridad conjunta de los tres niveles de gobierno y que busca reducir delitos como, homicidios dolosos, extorsión, robo con violencia, entre otros; inclusive con operaciones vía marítima principalmente en la zona costera turística de Cancún neutralizando redes criminales y mejorando la seguridad en la región, de acuerdo a un comunicado de la Secretaría de Marina.

Durante el encuentro de autoridades federales y estatales, desarrollado en el Complejo de Seguridad C5 de Cancún, el secretario García Harfuch detalló que la Estrategia Nacional de Seguridad tiene como objetivos la disminución de la incidencia de homicidios dolosos vinculados a la delincuencia organizada y delitos de alto impacto, como la extorsión, el secuestro, robo con violencia en vías generales de comunicación.

Entre los testigos de esta reunión y quienes tienen que participar en la operación y que hasta el momento no ha hecho nada para devengar sus multimillonarios salarios y viáticos estuvieron el fiscal General del Estado, Raciel López Salazar y el secretario de Seguridad Ciudadana Estatal, Julio César Gómez Torres.

Otros de los representantes del gobierno federal fueron el titular del Centro Nacional de Inteligencia, Francisco Almazán Barocio. Por Quintana Roo, la secretaria de Gobierno Cristina Torres Gómez; el secretario particular de la Gobernadora, Ángel Rivero Palomo. Almirante C.G. D.E.M. Abraham Eloy Caballero Rosas, comandante de la 9ª Región Naval en Isla Mujeres; General de Brigada D.E.M. Fidel Mondragón Rivero, comandante de la 34ª Zona Militar y el Fiscal Federal en Quintana Roo, Carlos Tovilla Padilla.

El desarrollo de esta nueva estrategia de seguridad solo será durante 85 días, al final del periodo esperemos que los resultados sean evidentes y que la narrativa institucional deje de ser triunfalista.
Por que si se ha reconocido la grave violencia de Cancun, cuando se reconocerá la violencia de Tulum que está peor!!!!….

 

redaccionqroo@cambio22.mx

GFB/MA

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