Alejandro López / CAMBIO 22.

Cancún, Quintana Roo, 11 de octubre.- Luego de la pandemia por Covid-19, en Quintana Roo se tienen un rezago educativo de tres años, por lo que hay estudiantes de educación básica con una situación académica desafiante, al grado que pueden llegar hasta la preparatoria sin saberse las tablas de multiplicar.

Luz del Carmen Flores, gerente consultoría del área centro sur centro de Kumon Connect, dijo que este esquema educativo se basa en el aprendizaje y personalizado y en el país tiene áreas de oportunidad que deben atenderse o de lo contrario el rezago seguirá avanzando.

Precisó que los focos rojos en la educción van desde la falta de capacitación del recurso, el tema de la evaluación y ejemplificó con el hecho de que ahora los alumnos avanzan de grado sin tener los conocimientos, entonces llegan con deficiencias que se van en su proceso de enseñanza.

“Muchos de ellos no saben leer, entonces hay que regresas y retomar estas habilidades. Una de las principales metas que tenemos es llegar a ese estándar, a lo mínimo que te corresponde. Si tú estás en tercero de primaria estar realizando ejercicios o actividades, que tú desarrollo académico sea a lo que te corresponde”, puntualizó.

En ese sentido, dijo que este esquema de aprendizaje es alterno, por ello, se pronunció a favor de recuperar la educación de miles de niños y adolescentes, de ahí que trabajan para aumentar la presencia de esta empresa nipona.

“Lo único que hacemos es de cierta manera respetar lo que se está trabajando con los alumnos en las escuelas y nosotros por eso tenemos nuestro modelo que incluye evaluaciones que trabajamos y adaptamos de acuerdo con las necesidades de cada uno de los alumnos”, indicó.

Según los expertos de Kumon, la educación debe ir más allá de la transmisión de conocimientos académicos, fomentando habilidades en los estudiantes, de ahí que con el modelo de la Educación 5.0 se centra en la integración de tecnologías avanzadas, como tabletas y aplicaciones educativas, para desarrollar el pensamiento crítico, la creatividad y la capacidad de resolución de problemas.

En Quintana Roo este esquema de aprendizaje está presente en diversos municipios y se proyecta una inversión cercana a los 350 mil pesos para colocar una franquicia en el estado.

 

 

 

 

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