Comité Ciudadano ha mantenido vigilancia en la zona, donde todavía no se han aplicado medidas de mitigación

La preocupación es que al parecer los trabajos podrían prolongarse más de lo esperado y seguir causando daño al entorno

Laura Beytia/CAMBIO 22

CHETUMAL, 24 de septiembre.- La investigadora María Luisa Villarreal comentó que los encargados de la obra del Tren Maya en el sur de Quintana Roo, pertenecientes a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), adquirieron compromisos serios para el retiro de los terraplenes que se crearon en el Estero de Chac como medios provisionales para introducir maquinaria pesada, ya que forman un dique enorme y representan un riesgo latente de una posible inundación en Huay-Pix y Chetumal, al impedir que el agua desemboque en el río Hondo.

Los integrantes del Comité Ciudadano de Seguimiento del Tren Maya han realizado desde el año pasado un monitoreo constante sobre el impacto de las obras del Tren Maya en el Estero de Chac, canal que comunica a la laguna de Bacalar con el río Hondo, por la construcción de puentes y pasos elevados que se edificaron en el área y por la colocación de materiales sobre los cruces de agua.

Previendo los daños que esto ocasionará, es que han vigilado todos los puntos donde el tren pasará sobre los humedales, para ir verificando las medidas de compensación ambiental que deben implementarse una vez que concluyan los trabajos.

 “Desafortunadamente, pues no ha habido recursos para poder seguir dando los monitoreos de los terraplenes, que son para meter la maquinaria y construir los puentes, y lo que estamos esperando es ver cómo van terminando para evaluar cómo se va a restaurar”, expresó la investigadora.

Explicó que “el Estero de Chac es un pantano de 9 mil hectáreas y la zona donde está el terraplén del tren es una zona de descarga y es una planicie de inundación enorme y nuestro seguro de contención, pero si tenemos ese dique que está ahí atravesando, quisiera nunca comprobar la hipótesis de una inundación en Huay-Pix, Chetumal”.

Añadió que también les presentaron un programa de reforestación para compensar el daño ocasionado en esa zona, por los diez puentes que se construyeron con longitudes que van desde los 400 metros hasta un kilómetro desde el kilómetro 19 hasta Chetumal y de los cuales seis afectan los pasos de agua, y aunque se informó que los trabajos están terminando, indicó que al menos en ese tramo no es así, y hay el temor de que se prolonguen por más tiempo de lo previsto y esto siga dañando el entorno ecológico.

“En esta zona no han terminado, oficialmente no nos han comentado cuánto se van a tardar, pero a ojo de buen cubero, los que pasamos todos los días por ahí sabemos que falta bastante y siempre estamos preocupados, pero una de las cosas que acordamos con el Ejército es que precisamente el seguimiento, pero la clave de todo el asunto es, que una vez terminando la obra, inmediatamente se tiene que hacer la restauración.”

Finalmente, explicó que el cambio de color en el agua del Estero de Chac, es producto de un fenómeno recurrente y no tiene que ver con los trabajos del Tren Maya.

 

lau.beytia@diariocambio22.mx

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