• A bordo de caballos, motocicletas y con música de banda, le dieron el último adiós a Pablo Zapata May.

 

  • Hombre de a caballo apreciado en gran parte del estado y de otra entidades.

 

Gustavo Guardián/CAMBIO 22

TZUCACAB, YUC., 19 de septiembre.- A bordo de caballos, motocicletas y ambientado con música de banda, familiares y amigos dieron un emotivo adiós a Pablo Zapata May, vaquero de Tzucacab, quién perdió la vida en un lamentable accidente con su caballo.

Cientos de personas de diferentes municipios del estado, como Tizimín, Mérida, Progreso, Peto, Akil, Tekax, Telchac y Valladolid, así como de estados como Campeche, Quintana Roo, Monterrey, Chihuahua y el Estado de México, se reunieron para rendir tributo al vaquero.

El cortejo fúnebre inició en la calle 26 de la colonia Placita a las 3 de la tarde. Con los deudos vestidos de blanco, algunos en moto y otros a caballo, recorrieron las calles de Tzucacab hasta llegar al Cementerio Municipal.

“La cabalgata ha terminado pero tú leyenda vivirá por siempre”, publicó en redes sociales la Asociación de vaqueros San Francisco Javier.

Por su parte el presidente de la Asociación de Cabalgantes Tizimín a Caballo, dijo un emotivo mensaje a nombre de su asociación de la Asociación Yucatán a Caballo A.C. bachiller Edoardo Luis Arceo Massa.

Conocí a Pablo Zapata en una cabalgata que organizó su hermano Jorge.

Miembro de una maravillosa familia con hartos deseos de impulsar los deportes ecuestres en esta zona; eso fue hace más de 10 años.

Era la primera cabalgata que se organizaba en el Sur, contrastaba este evento, porque siendo la zona un lugar que alberga a maravillosa gente de a caballo, era la primera que se llevaba a cabo por estos rumbos.

Pablo y su familia eran de los más entusiastas e impulsores de este deporte. No sabían lo que estaban sembrando por estos lares; hoy, no hay feria tradicional que se realice sin que tenga su cabalgata.

Pero todo ello propiciaba el nacimiento de esa maravillosa organización de Cabalgantes hoy conocida en todos lados como los Bragados de Tzucacab, la que dió origen a qué Pablo y su familia convivieran con otros personajes de a caballo de toda la península.

Un entusiasta de los mejores, su humildad y compañerismo me permitió cultivar una maravillosa relación de amistad y respeto como pocas veces lo había logrado.

Si sencillez, calidez y amistad sincera, me hicieron acercarme a él y su respetable familia.

Quería que esa amistad se expandiera haciendo negocios en la zona donde nosotros nos desarrollamos, en Tizimín.

El infortunio no lo permitió; sin embargo, Pablo vive y vivirá en el corazón de la gente de a caballo de todo el estado y de varias partes del país, gracias a ese don de gente buena que lo caracterizó y lo posicionó como un jinete de los buenos y de su amado Tzucacab.

Hoy, venimos a refrendarte nuestra amistad, porque para mí no has muerto, tan sólo descansas en el tiempo de los justos, en el lugar que alcanza la gente buena y que tiene el privilegio de ser llamado a las praderas del supremo caporal.

Descansa hermano Pablo, que tú grandeza apenas empieza y nosotros desde aquí seguiremos honrándola…

La partida de Pablo Z.M., conmovió profundamente a la comunidad, pues era muy conocido y apreciado por su pasión por los caballos y su espíritu vaquero.

 

 

redaccionqroo@diariocambio22.mx

RHM

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