Por Redacción/CAMBIO 22

JOSÉ MARÍA MORELOS, 26 de agosto.-  En octubre del año pasado, la administración municipal de José María Morelos inauguró con bombo y platillo la Unidad del Bienestar, un proyecto que se presentó como una solución humanista para atender las necesidades de salud en el municipio. Sin embargo, la realidad ha demostrado lo contrario. Lo que se prometió como un esfuerzo para mejorar la atención médica en JMM se ha convertido en un fracaso rotundo.

Este proyecto, que algunos consideran un simple “premio de consolación” tras la cancelación de un hospital de segundo nivel que jamás vio la luz, ha dejado mucho que desear. El hospital, que nunca se construyó a pesar de las elevadas sumas de dinero que el Ayuntamiento destinó para su elaboración y para la adecuación del sitio, es un ejemplo más de los proyectos fantasmas que terminan por desmoronarse sin explicaciones claras. Hasta la fecha, no se ha revelado el monto exacto de la inversión que se realizó, ni se ha rendido cuentas sobre por qué este ambicioso plan se quedó solo en papel.

Hoy en día, la Unidad del Bienestar se encuentra prácticamente vacía, una estructura limpia pero desolada, reflejo de la falta de médicos que ha dejado a la población sin la atención sanitaria prometida. Durante un recorrido reciente por las instalaciones, quedó en evidencia que solo un laboratorista está presente, encargado de la tediosa tarea de reagendar citas para los pocos valientes que aún se acercan en busca de ayuda médica.

A la entrada de la unidad, un letrero advierte que no se atienden urgencias, un mensaje que se siente como una bofetada para los habitantes que esperaban contar con servicios esenciales. Aunque se anuncian consultas médicas, revisiones dentales, exámenes de la vista y la entrega de medicamentos del cuadro básico, estos servicios existen solo en teoría. A pesar de la promoción de la tarjeta del bienestar, que supuestamente garantiza dos estudios de laboratorio al año, la falta de personal médico ha dejado estos beneficios en meras promesas.

Intentar obtener detalles sobre la operación del centro fue un ejercicio inútil. El encargado del lugar, según se nos informó, está de vacaciones, y mientras tanto, no se están brindando consultas. La Unidad del Bienestar, un proyecto que debió haber sido un pilar de la comunidad, se ha convertido en un símbolo del abandono y la indiferencia gubernamental hacia la salud de los ciudadanos de José María Morelos.

 

redaccionqroo@diariocambio22.mx

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