Inversión Millonaria en Aires Acondicionados de Megaescultura Mientras el Deterioro Avanza

Miguel Ángel Fernández

CHETUMAL, 20 de agosto.- La Agencia de Proyectos Estratégicos de Quintana Roo (AGEPRO) ha anunciado una inversión de un millón de pesos para dejar funcionales los aires acondicionados en la Megaescultura, un controversial inmueble que, a pesar de su elevado costo mantiene un uso limitado y enfrenta un deterioro significativo.

Desde su construcción en 2004, la Megaescultura, diseñada por el escultor Enrique Carvajal “Sebastián” Díaz, ha sido objeto de críticas y controversias.

Originalmente concebida durante la administración de Joaquín Hendricks Díaz con una inversión inicial de 100 millones de pesos, el proyecto ha requerido fondos adicionales en cada administración subsecuente, sin que hasta la fecha se haya logrado concluir. Con el paso de los años, se han destinado más de 250 millones de pesos en total, sin que la obra haya cumplido con las expectativas.

A pesar de las enormes sumas invertidas, la Megaescultura no ha podido abrirse al público en su totalidad. Su interior, que alguna vez albergó un espectáculo inmersivo, lleva meses inactivo, y las estructuras exteriores, incluyendo las fuentes danzarinas y los juegos infantiles, se encuentran en un estado deplorable. Ahora, en lugar de atender estos problemas estructurales y de mantenimiento, la AGEPRO ha decidido priorizar la instalación de sistemas de aire acondicionado.

Apenas hace unos meses, el subsecretario de turismo para la zona sur, Omar Govea Hernández, explicó que el equipo de proyección de video mapping, una de las principales atracciones del lugar, ha sido retirado debido a la falta de recursos para su mantenimiento. Mientras que fue cancelado el proyecto de unas renovadas fuentes danzarinas y solo prevalecen sobre la bahía las estructuras de madera donde se colocarían estas fuentes en las que ya se habían invertido durante el gobierno de Carlos Joaquín González más de 20 millones de pesos.

Mientras tanto, la AGEPRO y el Instituto para la Cultura y las Artes (ICA) buscan mecanismos para mantener el funcionamiento del edificio, que hoy en día solo se utiliza para la realización de eventos oficiales y algunas actividades culturales.

La situación refleja una falta de visión a largo plazo, donde se prioriza la inversión en aspectos secundarios, como los aires acondicionados, en lugar de resolver los problemas fundamentales que aquejan a la Megaescultura, que sigue sin convertirse en ese icono de la capital de Quintana Roo.

De tal manera, este inmueble, que ha sido calificado por el presidente Andrés Manuel López Obrador símbolo del derroche y corrupción, sigue siendo un tema polémico en la capital de Quintana Roo, donde la comunidad continúa esperando que se tomen decisiones que realmente mejoren y reactiven este espacio, que hasta ahora ha sido más un peso financiero que un beneficio cultural o turístico para la región.

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