► El espeleólogo Erick Sosa Identificó una estructura semiabierta con dos entradas y variaciones de profundidad que alcanzan hasta 36 metros

 

► El colapso, es atribuido a procesos naturales en formaciones kársticas

 

Erick Martín Huh/CAMBIO 22

VALLADOLID, YUCATÁN, 20 de agosto.- Días después del colapso en el cenote de Xocén, ocurrido el pasado 5 de agosto, el espeleólogo Erick Sosa inspeccionó el área y señaló importantes aspectos del cenote.

Según sus hallazgos, se trata de un cenote semiabierto con una caída libre, con dos entradas principales: una que desciende 15 metros directamente al agua y otra que lleva a un área seca de 6 metros de altura.

El espejo de agua en su sección más amplia mide 38 metros de diámetro, con una profundidad mínima de 1 metro.

La profundidad alcanza los 23 metros en la zona sur y 36 metros en la zona norte; durante su inspección, Sosa también observó el árbol de ceiba fragmentado que cayó durante el reciente colapso.

El espeleólogo explicó que, aunque el colapso de la bóveda es un proceso natural en las estructuras kársticas, este evento es significativo porque permite documentar y entender mejor los procesos que ocurren durante estos colapsos.

 

erickhuh17@gmail.com

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