*Los empleados coparon al gobernador a su salida del Teatro Constituyentes del 74, para demandarle la restitución completa de sus prestaciones laborales **El mandatario se alteró cuando le tocaron el brazo y encaró a quien lo hizo, lanzando advertencias

 

**Protegido por sus guardias de seguridad, logró salir a paso lento de entre la multitud que lo rodeaba para subir a su camioneta y retirarse

Redacción/CAMBIO 22

CHETUMAL, 30 de mayo.- Al grito de ” ¡El gober no escucha!, ¡el gober, no escucha!”, trabajadores del Colegio de Bachilleres de Quintana Roo (Cobaqroo) coparon al gobernador Carlos Joaquín González a la salida del Teatro Constituyentes del 74, luego de que no llegaran a acuerdos con representantes del gobierno del estado sobre otra parte de sus prestaciones que han sido recortadas.

Los trabajadores pretendieron impedir que Carlos Joaquín, se retirara del sitio para forzarlo a dialogar, pero cuando una mujer le tocó el hombro, el ejecutivo estatal se alteró y se puso en guardia, para luego encararla y recriminarle levantando el dedo, mostrando que no tenía disposición para hablar, por lo que al notar los ánimos caldeados, los trabajadores dejaron que saliera de entre la gente protegido por sus guardias de seguridad.

La penosa historia de este incidente de jaloneos y que evidencia el ocaso de una administración fallida y altamente decepcionante para sus gobernados, dio inicio tras no tener respuesta sobre las prestaciones que faltan por serles pagadas.

Cansados de las negativas gubernamentales, alrededor de 200 manifestantes se trasladaron del Palacio de Gobierno al Teatro Constituyentes del 74, donde el gobernador encabezó la instalación del Comité Operativo para la Temporada de Lluvias y Ciclones Tropicales 2022.

Afuera del edificio, se plantaron cubriendo la puerta de acceso, exigiendo justicia laboral y la renuncia de la secretaria de Educación, Ana Isabel Vázquez Jiménez.

Cuando Carlos Joaquín salió, los gritos de los trabajadores inconformes se incrementaron y provocaron que se caldearan los ánimos, lo increparon por su desinterés para escucharlos y resolver la inconformidad por la reducción en prestaciones laborales desde hace tres años.

Los elementos de seguridad rodearon al gobernador para permitirle llegar a su camioneta entre la masa de manifestantes y abandonar el lugar en medio de gritos de ¡cobarde!, ¡el gober no escucha!, consignas que causaron el enojo al gobernante que sin disimularlo y con el rostro desecajado por el gran enojo que sentía, avanzaba a paso lento y pausado, en tanto lanzaba advertencias levantando el dedo.

Con rostro serio y malhumorado Carlos Joaquín abordó una camioneta Suburban y dejar atrás esas manifestaciones que apenas son el comienzo del ocaso de su gobierno y el cobro de facturas; para empezar de un grupo de trabajadores del Colegio de Bachilleres que exigen pagos arrastrados de la reducción de sus prestaciones.

“Nosotros le dimos el voto y le pedimos que nos escuche ¿Por qué no nos escucha? ¿Por qué lo dejaron que se subiera a su camioneta”, gritaban los inconformes.

Allí, los integrantes del Consejo Consultivo del Cobaqroo afirmaron que tendrán reuniones para determinar si realizarán un paro de labores en todo el estado.

Y esto tan solo es el inicio, tal vez para Carlos Joaquín el pago de las ingratitudes, pero para una gran mayoría, el error de de haberse encerrado en una burbuja que le construyeron algunos beneficiados que en las próximas semanas lo dejarán en la horfandad política y con los diablos sueltos propios de la culminación de su administración.

O tal vez nada ocurra si le tienden la mano desde la Presidencia de la República, como se la tendieron para que alcanzará la gubernatura.

cambio22chetumal@gmail.com

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