El Auge de los Libros Electrónicos: Una Alternativa Económica y Atractiva para los Jóvenes

Redacción / CAMBIO 22

José María Morelos, 24 de julio. –  La creciente popularidad de los libros electrónicos entre los jóvenes ha sido destacada por Isabel Landa, promotora cultural en José María Morelos. Landa atribuye este fenómeno a los altos costos de los libros físicos y a las secuelas de la pandemia que han impulsado cambios en los hábitos de lectura.

Isabel Landa explica que, aunque el concepto de libros electrónicos no es novedoso —surgieron en 1971—, su accesibilidad y la situación económica actual han aumentado su atractivo. “Adquirir un libro físico puede costar hasta 400 pesos, mientras que los libros electrónicos ofrecen alternativas más económicas, especialmente para estudiantes de preparatoria y universidad”, comenta Landa.

Los jóvenes, tanto en la educación superior como aquellos recién iniciados en la lectura, muestran un creciente interés en los libros electrónicos y en plataformas de lectura recreativa como los webtoons y los fanfics. Estas plataformas permiten a los jóvenes crear y compartir historias románticas y de ficción basadas en sus artistas favoritos, un pasatiempo económico y accesible.

“Leer historias en plataformas digitales es una forma de entretenimiento que atrae a los jóvenes, quienes a menudo crean y comparten sus propias narrativas. Aunque puede parecer un fenómeno extraño para los mayores, es importante fomentar la lectura a través de estos medios”, señala Landa.

La promotora cultural enfatiza la importancia de desarrollar estrategias para promover el gusto por la lectura entre las nuevas generaciones y el público en general. Ella misma ha observado en su labor de promoción lectora en el parque de José María Morelos que los adultos se sienten atraídos por los libros, pero es esencial acercar a los jóvenes a la lectura de una manera lúdica y atractiva.

“La clave está en crear espacios respetuosos y amenos, que respondan a las necesidades de nuestros lectores. Se trata de eliminar el miedo a la lectura que muchas veces se asocia con la obligatoriedad escolar y transformar la lectura en una actividad recreativa”, concluye Landa.

redaccion@diariocambio22.mx

GFB