► El 2024 marca un cambio de tendencia: la droga sigue saliendo de América Latina a gran escala, pero los decomisos bajan de forma drástica en el Viejo Continente

 

► El empleo de narcosubmarinos de forma masiva, la Ruta Africana y la diversificación de los puertos de entrada, las claves

 

Redacción/CAMBIO 22

El 2024 está siendo el año en el que las organizaciones de narcotraficantes que operan desde Sudamérica hacia Europa efectuando grandes envíos de cocaína han dado la vuelta a la tortilla.

Si en 2022 y 2023 se marcaron récords absolutos de incautaciones en países como España (tanto en puertos como en altamar) y en las dos grandes dársenas de Róterdam y Amberes, en Países Bajos y Bélgica, en 2024 las cifras han descendido de una forma drástica. Sin embargo, tales números no se corresponden con lo que sucede en América Latina, donde los números siguen en aumento. La conclusión en bien sencilla: la cocaína sigue saliendo de los distintos países, en especial de Ecuador y Colombia, en menor medida desde Brasil, pero los narcotraficantes han conseguido entretejer sistemas indetectables para que esa droga llegue a destino, ‘corone’, según la jerga que ellos mismos emplean, fuera del alcance de las autoridades.

Las cifras al respecto son muy contundentes. El ministerio de Defensa de Colombia acaba de anunciar que en el país productor por excelencia, entre el 1 de enero y el 18 de julio de 2024, aumentó la incautación de clorhidrato de cocaína en un 26 por ciento en comparación con el mismo periodo del año anterior, al pasar de 359.520 kilos a 452.148 kilos. Además, aumentó en un 30 por ciento la incautación de marihuana, al pasar de 228.869 kilos a 296.837 kilos, y la incautación de base de coca aumentó en un 38 por ciento, al pasar de 37.109 kilos a 51.113 kilos. En Ecuador, en paralelo, con datos oficiales del primer semestre del año, el comandante general de la Policía, César Zapata, anunció que se habían intervenido 149 toneladas, cuando la media de todo un año en ese país se sitúa en las 200. Ecuador, además, anunció en enero la mayor incautación de cocaína de su historia, 22.000 kilos hallados en un almacén de Vinces camuflado como explotación porcina, al Norte de Guayaquil.

En Europa, solo las autoridades francesas han mostrado un alto nivel de eficacia en cuanto a la intervención de grandes alijos, aunque no en los puertos comerciales, sino en altamar. Los 10.000 kilos intervenidos cerca de costas de África Occidental marcaron otro récord, y probablemente el país galo sí pueda fijar sus récords históricos cuando se cierren los datos de 2024. Sin embargo, los tres países en los que tradicionalmente se marcaron topes en Europa, destacados por sus terminales portuarias (Bélgica, Países Bajos y España) han decomisado mucha menos cocaína en lo que llevamos de 2024 que en el mismo período de 2023. La conclusión es que la droga sale, transita y acaba entrando por canales perfectamente seguros para los narcos. Como telón de fondo, los puertos comerciales, la gran ruta africana y los semisumergibles transoceánicos.

Los datos son concluyentes: en Países Bajos, en el primer semestre de 2024 se incautaron 22 toneladas, acusado descenso respecto a las 36 del mismo período de 2023. En Amberes, siempre según las cifras oficiales de las aduanas de ambos países, el descenso fue aún mayor, de 44 a 22 toneladas: la mitad. En España no existen cifras oficiales del primer semestre, pero en 2024 no ha habido ningún decomiso que se acerque a los grandes éxitos de 2023 en los que se interceptaron, por ejemplo, 9.500 kilos de cocaína en el puerto de Algeciras y 7.500 más en una nave de Galicia tras su entrada por Vigo. Los 142.000 kilos incautados que anunció Seguridad Nacional en 2023 no serán repetidos ni de lejos, salvo gran sorpresa en lo que queda de año. Y ello es así a pesar de las grandes operaciones anunciadas por la Udyco Central del Cuerpo Nacional de Policía, la UCO de la Guardia Civil y Vigilancia Aduanera, principalmente, así como la detención de personas de gran interés relacionadas con alijos, pero muchos de ellos procedentes de investigaciones de meses anteriores.

Así, los expertos aseguran que están entrando grandes partidas por puertos no principales, por una parte, diversificando de ese modo el riesgo, una práctica que ya hicieron en su momento. Además, se piensa que se han establecido rutas muy seguras a través de África Occidental, de casi imposible vigilancia, y también en los grandes puertos, empleando la última tecnología que tienen a su alcance combinada con los sobornos en distintos puntos.

Por último, están los narcosubmarinos. La secuencia es sencilla y esclarecedora: solo en España y desde 2019 fueron localizados cinco de estos aparatos. De todos ellos, solo se pudo recuperar la cocaína, unos 3.000 kilos, en el primero de ellos. La conclusión apunta a que las grandes redes del crimen organizado, aunque siguen siendo golpeadas por la Policía, han conseguido recuperar la iniciativa en la batalla por la introducción de cocaína en los principales mercados, especialmente en el europeo.

 

Fuente Narcodiario

redaccionqroo@cambio22.mx

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