Una Breve Historia de la Partida de Frida Kahlo
15 Jul. 2024
-
La gente se abalanzó sobre el cuerpo de la célebre pintora cuando éste se aproximaba al incinerador, “querían tener algo que había sido de ella”, cuentan quienes estuvieron presentes en el funeral.
Redacción/CAMBIO 22
En la historia del arte, pocas figuras brillan con la intensidad y la singularidad que caracterizó a Frida Kahlo, de quien este 13 de julio se conmemoró el 70º aniversario luctuoso. Su vida estuvo marcada desde el principio por una dualidad que definiría su obra: la luz radiante de su espíritu creativo y provocador y el profundo dolor que la acompañó toda su vida.
A los seis años, Frida contrajo poliomielitis, enfermedad que afectó su físico, condicionó su andar y plantó las semillas de su sensibilidad hacia el sufrimiento humano y su fascinación por la temática del cuerpo en su arte.
A los 18 años, en 1925, el autobús en el que viajaba fue golpeado por un tranvía que la dejó gravemente herida, con múltiples fracturas en la columna vertebral, las costillas, la pelvis y la pierna. El accidente marcó su estado físico y su salud para siempre, mientras que el periodo de convalecencia fue crucial para su desarrollo como artista.
Es por demás conocida su relación con el muralista Diego Rivera, quien era 20 años mayor que ella, y con quien en 1929 contrajo matrimonio, que fue un vendaval de amor, infidelidades, pasión y también de conflictos personales y políticos. La relación con Rivera influyó profundamente en su arte y en su perspectiva política, abiertamente comunista.
En agosto de 1953, Frida recibió una terrible noticia de su médico de cabecera, el ortopedista y traumatólogo Juan Farill, quien le notificó que la gangrena había comprometido la pierna derecha y no había más alternativa que amputar. El duelo fue devastador para Frida. Varios fueron sus intentos de quitarse la vida con los medicamentos prescritos.
El cielo lloró su partida
Frida Kahlo falleció en la Casa Azul la madrugada del 13 de julio de 1954. Tenía 47 años. La causa oficial de su deceso, a decir del acta de defunción, fue una embolia pulmonar, aunque algunos historiadores sugieren que la suya pudo ser una muerte inducida.
El funeral fue un acontecimiento nacional y no estuvo exento de controversia. Su cuerpo, vestido con tehuana y huipil, fue velado en el Palacio de Bellas Artes, donde se agolpaba una multitud en la que se mezclaron varios de los artistas más relevantes y figuras de la política mexicana de la época.
Además de Diego Rivera, en el vestíbulo del máximo recinto para las artes en el país se apersonó el expresidente de México Lázaro Cárdenas del Río junto con su hijo, un joven Cuauhtémoc Cárdenas, así como intelectuales de la talla de David Alfaro Siqueiros, Carlos Pellicer, Aurora Reyes, Juan O’Gorman, Lola Álvarez Bravo, María Asúnsolo y Chavela Vargas, quien –de acuerdo con la cuenta oficial encargada de difundir el legado de la intérprete– cantó la canción “Aquel amor”, compuesta por Agustín Lara.
Años después, en entrevista, Vargas confirmó la relación que sostuvo con Frida “Sí, fuimos amantes. Frida me amaba, lástima que yo quemé una carta de Frida que decía: ‘vivo para Diego y para ti nada más’. Así que fue un amor bellísimo (…) Tenía su bigote negrito, era un bigote espeso, de vello negro. A mí me encantaba verle las cejas y el bigote. Y a ella le encantaba su bigote”.
En aquellas exequias, un militante del Partido Comunista –cuyo registro había sido revocado en 1951– cubrió el féretro de la pintora con la bandera de la hoz y el martillo. El acto no pasó desapercibido y la prensa nacional lo calificó de “farsa rusófila”. Días más tarde, el hasta entonces director de Bellas Artes, Andrés Iduarte, fue cesado del cargo.
Se le echaban encima
Una vez culminado el homenaje, el féretro con los restos mortales de Frida Kahlo fue cargado en hombros por una comitiva encabezada por Diego Rivera para depositarlo en la carroza que se encargaría de llevarlo al Panteón Civil de Dolores, donde se preparaba la cremación. Era una tarde lluviosa.
Relatan que mientras sus restos se aproximaban al incinerador se entonó el Himno Nacional y también el tema “La joven guardia”, una canción popular francesa adoptada como himno de las Juventudes Comunistas, lo mismo que “La internacional”, un tema emblemático del movimiento obrero. También se cantaron canciones mexicanas como “Adiós, mi chaparrita”, “Adiós, Mariquita linda” y “La barca de oro”.
Frida Kahlo fue provocadora hasta el último momento. Prueba de ello es el relato que la periodista Adelina Zendejas compartió en entrevista sobre aquel caótico instante previo a la cremación de los despojos:
“Todos estaban colgados de las manos de Frida cuando la carretilla empezó a jalar el cadáver hacia la entrada del horno. Se echaron encima de ella y le arrancaron los anillos, porque querían tener algo que había sido de ella”.
Años más tarde, con la publicación de su autobiografía, Diego Rivera confesó que “el 13 de julio de 1954 fue el día más trágico de mi vida. Había perdido para siempre a mi amada Frida (…) Era ya demasiado tarde, pero me daba cuenta de que lo más maravilloso de mi vida había sido mi amor a Frida”.
Exposición para conmemorar
-
Kahlo sin fronteras
-
Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo
-
A través de documentos históricos e imágenes fotográficas, la exposición reflexiona sobre el entorno médico y la obra de Frida Kahlo. Esta muestra plantea, desde distintos ángulos y hallazgos, una nueva lectura de la última etapa de vida de la pintora.
-
A partir del 6 de julio hasta fecha sin definir
-
Altavista y Diego Rivera s/n, San Ángel, Álvaro Obregón
Fuente: El Economista
HTR