Razones Por Las Que Los Gatos Arañan Los Muebles y Cómo Evitarlo
12 Jul. 2024
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El comportamiento de rascado típico de los gatos se ve favorecido por algunos factores estresantes.
Redacción/ CAMBIO 22
Es habitual que los gatos arañen los muebles de casa, en mayor o menor medida. Este comportamiento, aunque forma parte de su conducta natural, puede verse favorecido por factores ambientales hasta llegar a ser bastante destructivo. Un nuevo estudio, publicado en la revista Frontiers in Veterinary Science, analiza los motivos que pueden provocar el rascado excesivo y cómo solventarlos.

¿POR QUÉ RASCAN LOS MUEBLES?
Ante todo, hay que comprender cuál es la finalidad de este comportamiento. El rascado tiene dos funciones fundamentales: mantener las garras sanas y marcar el territorio. La primera es una necesidad que tienen todos los gatos, ya que sus uñas van mudando capas para mantenerse en buen estado y eliminar la suciedad que acumulan. La segunda, aunque instintiva, depende de si el gato es más o menos territorial.
Los investigadores preguntaron a más de 1.200 dueños de gatos en Francia sobre la vida cotidiana de sus gatos, las características de personalidad de estos y sus comportamientos de rascado. Los resultados mostraron que había varios factores ambientales y de comportamiento que incrementaban el comportamiento de rascado de los gatos.
Los investigadores descubrieron que el estrés es una de las principales razones del rascado no deseado. Dicho estrés no necesariamente proviene de estímulos negativos: los autores señalan que, “cuando los gatos juegan durante mucho tiempo, sus niveles de estrés pueden aumentar debido a la estimulación ininterrumpida”. Esto puede deberse a la presencia de niños, especialmente cuando son pequeños, o de otras mascotas de carácter activo en la casa
El otro extremo, la falta de estimulación, conduce a resultados parecidos: los gatos que pasan mucho tiempo solos sin una distracción adecuada exhiben comportamientos de rascado como vía para canalizar la frustración. Los factores ambientales, como el calor extremo, pueden aumentar también el estrés. Finalmente, influye el tipo de carácter que tenga el gato, siendo los más territoriales (especialmente los no esterilizados) más propensos a dejar sus marcas.

¿CÓMO PODEMOS EVITARLO?
Aunque este comportamiento no se puede eliminar ya que forma parte de la conducta natural de los gatos, sí podemos redirigirlo proporcionándoles alternativas para el rascado y tratando de reducir los factores estresantes.
Es muy importante que los gatos, especialmente los menos sociables, tengan un espacio que sea solo para ellos. Con este fin hay pequeños cubículos, construidos habitualmente con madera, que les sirven como guaridas en miniatura; o en su defecto, las cajas de cartón que tanto les gustan. Este tipo de espacios no solo les hacen sentir seguros, sino que les ofrecen un lugar discreto desde el que observar lo que pasa en la casa.
Es necesario que solo ellos tengan acceso a estos y que ni los niños ni otras mascotas vayan a “molestarles”, ya que el propósito es, precisamente, proporcionarles un refugio tranquilo; por lo que es conveniente colocarlos en una habitación poco concurrida y, si es posible, en un lugar elevado. En sus ratos de descanso, es mejor cerrar la puerta para que puedan relajarse completamente.
Colocar postes rascadores en áreas por las que el gato pasa con frecuencia o cerca de su lugar de descanso preferido disminuye significativamente el comportamiento de rascado en los muebles. Es aún mejor si incorporan algún tipo de distracción como una pluma, pelota o cascabel colgando de una cuerda, ya que les permite descargar el estrés. Los dispensadores de feromonas, como el popular Feliway, también ayudan.
Los investigadores también señalan la importancia de las sesiones de juego e indican que es preferible que estas sean cortas y variadas, ya que de este modo imitan escenarios de caza exitosos. “Es más probable que estas sesiones de juego mantengan el interés de los gatos y reduzcan el estrés, lo que en última instancia puede reducir el rascado excesivo de los muebles. También pueden fomentar el vínculo entre los gatos y sus cuidadores.”

Fuente: National Geographic
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