Redacción/CAMBIO 22

JOSÉ MARÍA MORELOS, 10 de julio. –   En el municipio de JMM, la canícula ha traído una inesperada cantidad de lluvia, según Don Vidal Kú Salazar, un campesino con décadas de experiencia en el campo. Durante los primeros días de esta temporada, se ha observado una considerable precipitación, lo que sugiere que podría ser una buena temporada para la agricultura.

Sin embargo, Don Vidal señala que actualmente es difícil predecir con exactitud el comportamiento climático debido a diversas circunstancias. “El ruido no permite observar la canícula, un conocimiento que se está perdiendo”, comenta. En el pasado, la gente podía predecir el clima con mayor precisión y no había plagas relacionadas con el clima como las que enfrentamos hoy en día.

El campesino también destaca que el agua de lluvia era potable en épocas anteriores, pero ahora está contaminada por el uso excesivo de químicos. “Todo esto ha afectado la naturaleza. Las plagas se observan durante todo el año, y muchos cultivos han dejado de producirse en campo abierto, por lo que ahora se deben trabajar en invernaderos para proteger las siembras”, explica Don Vidal.

Un claro ejemplo es el maíz, que antes se cultivaba en grandes cantidades y se almacenaba para consumo posterior. Hoy en día, la producción de maíz se ha reducido y se cultiva principalmente para autoconsumo, ya que el maíz tiende a pudrirse y no se puede almacenar como antes.

Esta situación refleja los cambios en la agricultura y el medio ambiente, mostrando la necesidad de adaptarse a nuevas condiciones y buscar soluciones sostenibles para asegurar la seguridad alimentaria.

 

redaccionqroo@diariocambio22.mx

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