Proteger a tus Mascotas Durante el Verano con estos 5 Tips

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El verano puede ser la ocasión para pasar más tiempo con nuestras mascotas, pero debemos prestar atención a algunos riesgos propios de esta época.

Redacción / CAMBIO 22

El verano puede ser una de las mejores épocas para pasar más tiempo con nuestras mascotas, pero también trae consigo una serie de riesgos que pueden comprometer la salud de nuestros peludos. Estos son cinco consejos para evitar disgustos durante la época de calor.

PROTEGERLOS DEL CALOR

El calor es el problema más evidente del verano, que puede aparecer en forma de diversos riesgos: golpes de calor, deshidratación o quemaduras en las patas por la temperatura del pavimento.

Para prevenir estos problemas, es imprescindible que tengan siempre agua fresca a su disposición y un lugar en la sombra donde resguardarse, y no hay que dejarlos en lugares cerrados aunque sea por poco tiempo. A la hora de dar un paseo, es mejor hacerlo temprano por la mañana o al atardecer, no solo porque el aire es más fresco sino porque en las horas centrales del día es cuando el pavimento está más caliente y puede causarles daños en las almohadillas de las patas.

En el caso de los perros, se puede sospechar si tiene algún problema a partir de síntomas como el jadeo frecuente, salivación excesiva, encías pálidas, falta de apetito, desorientación o problemas de equilibrio. Si la situación se prolonga, es mejor programar una consulta veterinaria ya que podría derivar en problemas más graves.

CUIDADO CON LAS ALERGIAS

Aunque las alergias suelen asociarse con la primavera, también pueden presentarse en verano. Se dan especialmente en los perros y en gatos que tienen acceso al exterior. Podemos detectarlas si vemos que se rascan mucho, estornudan con frecuencia o se les forman legañas en los ojos. En casos graves pueden llegar a provocarse heridas, al frotarse o rascarse compulsivamente.

El gran problema de las alergias es que no se pueden prevenir completamente ya que los alérgenos se encuentran en el aire. Estos pueden ser polen, esporas o incluso polvo. La mejor solución, si sabemos que tenemos un perro alérgico, es limpiarlo con agua después del paseo, para evitar que ingiera partículas al acicalarse. También existen suplementos que pueden mejorar la resistencia contra las alergias y, si llega a ser necesario, medicación específica.

EL AGUA, ALIADA O ENEMIGA

Uno podría pensar que el agua es el mejor remedio contra el calor del verano y muchos perros son amantes de los baños. Aunque ciertamente es una actividad que les hace pasar el calor y a la vez les estimula y divierte, también hay que tomar ciertas precauciones como la de bañarlos siempre después de haber estado en el agua, por redundante que pueda parecer.

Los cauces de agua naturales a menudo son un foco de bacterias y hongos que pueden causar problemas de salud a los perros. Incluso el agua de mar puede ser un problema si no se les limpia después, ya que la sal puede causarles irritación en la piel y si tragan agua salada en exceso pueden tener problemas de esófago y estómago. Lo mismo puede decirse de quienes tienen una piscina particular y dejan que su perro se bañe en ella: el cloro les irrita la piel y puede hacer que se rasquen compulsivamente, por lo que siempre hay que pasar por la ducha después de un chapuzón.

CORTAR O NO CORTAR, ESA ES LA CUESTIÓN

El eterno dilema de quienes tienen mascotas de pelo largo es si deberían cortarle o no el pelo y cuán a menudo deberían hacerlo. No hay una respuesta universal para ello, ya que depende de cómo sea el animal.

En general, a la mayoría de perros y gatos debería bastarles con la muda que hacen de forma natural y un cepillado frecuente para mantener el pelaje en buen estado. Sin embargo, algunas razas de pelo muy largo o rizado necesitarán un corte extra si viven en lugares calurosos, ya que su pelaje es el resultado de la adaptación a un clima distinto.

Hay un consejo importante a seguir: cortar el pelo excesivamente o de forma descuidada podría ser contraproducente. El pelaje funciona como un sistema de aislamiento que les permite regular su temperatura corporal, además de proteger la piel del sol. Quitarles del todo esta protección puede causarles más mal que bien, exponiéndoles a quemaduras, golpes de calor e insolación. Por ello es mejor acudir a un especialista en peluquería canina que sepa quitarles una capa de pelo sin comprometer su salud.