Poseidón el Maestro de los Océanos y Forjador de los Corceles Marinos
25 May. 2024
Redacción/ CAMBIO 22
Como dueño y señor de las aguas y de los mares, Poseidón fue uno de los principales dioses del panteón griego. Esta divinidad no vivía junto al resto de los dioses en el Olimpo, sino en las profundidades del mar, que recorría en su carro tirado por bellos corceles blancos. Poseidón no solamente utilizaba su poderoso tridente para conformar islas y ríos, sino también para agitar los mares y ocasionar terribles tormentas y devastadores terremotos. Aquella ira incontrolable obligó a los temerosos habitantes de las ciudades costeras a levantar templos dedicados en su honor y a rendirle culto para aplacarla.
Pero ¿a qué se debían aquellos terribles ataques de ira? Según algunos autores clásicos, a pesar de que Poseidón era la segunda deidad más poderosa del panteón griego después de su hermano Zeus, al todopoderoso dios de los mares no le hizo ninguna gracia verse obligado a aceptar la supremacía de su hermano siendo este más joven que él.

Poseidón era ambicioso. No contento con ser el dios de los mares, a menudo interfería en los asuntos de su hermano Zeus hasta el punto de que una vez intentó derrocarlo con la ayuda de su hermana Hera y del dios Apolo. Aquello provocó la ira del dios supremo del Olimpo, que como castigo por aquella traición condenó a Poseidón y a Apolo a construir las magníficas e inexpugnables murallas de la ciudad de Troya.
RELACIONES FAMILIARES
Según la mitología griega, Poseidón, al igual que sus hermanos Zeus y Hades, era hijo de los titanes Cronos y Rea. El mito de su nacimiento es muy parecido al de su hermano Zeus, el dios principal del panteón griego. La historia cuenta que para evitar que también fuera devorado por su padre, su madre Rea lo ocultó entre un rebaño de corderos y simuló haber parido un potro que posteriormente entregó a Cronos para que lo engullera.
Su papel por el control del universo que lo enfrentó a los Gigantes (Gigantomaquia) y a los Titanes (Titanomaquia), junto a sus hermanos olímpicos, fue fundamental. Tras su contundente victoria llegó la hora del reparto de los dominios del universo. Para saber qué parte del mundo iban a gobernar cada uno, Zeus, Poseidón y Hades celebraron un sorteo en el que a Poseidón le correspondió el gobierno de los mares.
Se dice que su palacio se encontraba bajo las aguas de la antigua ciudad de Egas, en la costa occidental de Eubea, y que estaba bellamente decorado con corales y flores marinas. Asimismo, como dios creador de los caballos (Poseidón Hipio), en los establos del palacio descansaban bellos corceles blancos que tiraban de su carro mientras surcaba los mares armado con su poderoso tridente, elemento con el que provocaba los terremotos que sacudían en numerosas ocasiones la superficie de la tierra.
Se dice que su palacio se encontraba bajo las aguas de la antigua ciudad de Egas, en la costa occidental de Eubea, y que estaba bellamente decorado.

En cuanto al matrimonio, Poseidón conoció a su futura esposa Anfítrite, hija de Nereo, padre de las nereidas, y de la oceánide Doris, cuando la vio bailar junto con otras nereidas en la isla de Naxos. Cuando Anfítrite supo de la intención de Poseidón de casarse con ella huyo a las montañas del Atlas para proteger su virginidad.
Sin embargo, el dios del mar no se dio por vencido y envió a varios exploradores para que la encontrarán, aunque no tuvieron éxito excepto uno: Delfinio, que tras encontrarla por casualidad la convenció para que aceptara el cortejo del dios del mar. Agradecido, Poseidón creo una constelación en el firmamento que lleva su nombre.
DESCENDENCIA Y AMORÍOS
Se decía que Poseidón tuvo muchos amantes de ambos sexos. Con su consorte principal, Anfítrite, tuvo a Tritón, un ser mitad hombre y mitad pez, y dos hijos más llamados Rodo y Bentesicime. Con la ninfa Toosa engendró al gigantesco cíclope Polifemo, un ser monstruoso de un solo ojo que fue vencido por Odiseo (Ulises en la mitología romana) a su regreso a Ítaca después de la guerra de Troya, tal como cuenta Homero en la Odisea. Con su hermana Demeter, la diosa de la agricultura, la cual se había convertido en yegua para esquivar sus atenciones, Poseidón engendro al caballo Arión.
Se decía que Poseidón tuvo muchos amantes de ambos sexos. Con su consorte principal, Anfítrite, tuvo a Tritón, un ser mitad hombre y mitad pez.
Con Gea, la diosa de la Tierra, Poseidón engendró a Caribdis, un monstruo marino que engullía enormes cantidades de agua tres veces al día. Finalmente, Anfítrite, harta de los amoríos de su esposo, se vengó terriblemente de una de estas jóvenes: Escila, la hija de Forcis, un antiguo dios marino. Anfítrite echó unas hierbas mágicas en el baño de Escila convirtiéndola en un horrible monstruo de doce pies y seis cabezas.

Otra de las amantes de Poseidón fue la hija de Cerción, Álope, una mujer de gran hermosura que tras ser seducida por el dios engendró a un niño el cual sufrió un sinfín de vicisitudes. Tras ser abandonado por su abuelo fue criado por unos pastores y cuando a raíz de una disputa fue presentado en la corte de Cerción, este lo reconoció, pero finalmente lo abandonó de nuevo y enterró viva a su hija Álope. Por fortuna, el niño fue rescatado y amamantado por una yegua hasta que unos pastores lo criaron y le dieron el nombre de Hipotoonte.
La larga lista de amoríos del dios de los mares sigue con Clito, con quien engendró al titán Atlas y a otros tantos hijos. También está la ninfa Melia, con la que tuvo a Ámico y Migdón (ambos reyes de los bébrices, un pueblo que habitaba la región de Bitinia), y finalmente el jóven Nerites, hermano de la esposa de Poseidón, Anfítrite, sucumbió a los encantos del dios marino.
EQUIVALENTES DE POSEIDÓN EN OTRAS MITOLOGÍAS
Sin lugar a dudas, el dios romano Neptuno es el equivalente por antonomasia del griego Poseidón. Al igual que su representación en la mitología griega, Neptuno, como dios creador de los caballos (Neptunus equestris, patrón de las carreras de caballos), el dios no se separa nunca de este animal y por este motivo se le representa a menudo con un equino. En el caso de Neptuno, el dios no viste con elegantes ropajes ya que su sola presencia es suficiente para infundir temor.
Los romanos también celebraban unas festividades en honor a Neptuno, las Neptunalia, que tenían lugar en pleno verano, normalmente el 23 de julio. Su duración era de dos días, en una de las épocas más calurosas del año en Roma, cuando los comités de ciudadanos podían votar acerca de asuntos civiles o penales. Poco se sabe acerca de las celebraciones que se llevaban a cabo durante las Neptunalia, pero, según el gramático romano Sexto Pompeyo Festo, en esos días, los habitantes de Roma solían construir chozas con ramas y hojas, donde se refugiaban para mitigar el calor y donde se divertían y bebían (algo parecido a las modernas casetas en las ferias).
Los romanos también celebraban unas festividades en honor a Neptuno, las Neptunalia, en pleno verano, normalmente el 23 de julio.

Existen dioses que comparten características con Poseidón en otras mitologías, como por ejemplo la sumeria, en la que el dios de las aguas Enki puede relacionarse con el dios griego, mientras que en la mitología escandinava encontramos a Aegir, al dios védico Váruna en la mitología hindú y, finalmente, a Qianliyan, el dios chino del mar, que suele aparecer como guardián de los templos de la diosa marina Mazu.
OBJETOS RELACIONADOS CON POSEIDÓN
A Poseidón se le representa habitualmente como un hombre en su madurez y que luce una espesa barba. La mayoría de las veces, el dios del mar aparece blandiendo un largo tridente que le regalaron los Cíclopes con el que genera devastadores terremotos cuando, dando rienda suelta a su ira, lo golpea contra el suelo. De hecho, y aunque pueda resultar paradójico, cuando tenía lugar un seísmo, la gente invocaba a Poseidón bajo su acepción de Poseidón Asphaleios, como protector frente a los terremotos, a pesar de que era él mismo quien los provocaba
A Poseidón se le representa habitualmente como un hombre en su madurez y que luce una espesa barba.
Asimismo, como creador de los caballos, a Poseidón se lo suele representar conduciendo su carro de oro tirado por hipocampos que, según el geógrafo e historiador griego Pausanias, son unos seres “mitad caballo y mitad monstruo marino con cola de pez”. El arte también incluye como animales que acompañan el séquito de Poseidón a los caballitos de mar, los delfines y los atunes.
CULTO A POSEIDÓN
Posiblemente porque el istmo de Corinto era una de las principales rutas marítimas de toda Grecia fue allí donde se levantó el primer santuario dedicado al dios del mar, que se llegó a convertir en uno de los centros religiosos más importantes de la Hélade. Cerca de Corinto se celebraban los Juegos Ístmicos en honor a Poseidón donde, entre otras pruebas, tenían lugar carreras de caballos. El vencedor era premiado con una corona de pino y en época clásica, de apio seco.
El istmo de Corinto era una de las principales rutas marítimas de toda Grecia y fue allí donde se levantó el primer santuario dedicado al dios del mar.

Sunion era otro emplazamiento estratégico en el que se rendía culto a Poseidón. Su templo dórico, erigido en el siglo V a.C., todavía se levanta majestuoso en el promontorio dando la bienvenida a los barcos que entran por el golfo Sarónico. Allí, cada cuatro años se celebraban competiciones navales de barcos que recorrían el cabo de Sunion en honor al dios de los mares.
El dios del mar también era venerado en Taenaro, en Lacedemonia, en el sureste de la península del Peloponeso, donde se construyó un oráculo en su honor. De igual manera se levantaron importantes santuarios en la pequeña isla de Calauria, frente a Trecén, y en Onquesto, en la región de Beocia. Precisamente en Onquesto se celebraba una curiosa ceremonia en la que los caballos tiraban de un carro sin jinete y solo si se estrellaba era dedicado a Poseidón.
En algunos lugares, como en la ciudad griega de Helike, fundada en la edad del Bronce en la costa norte del Peloponeso y que era un importante centro cultural y religioso de la región, también se rendía culto a Poseidón acuñando monedas en las que en el anverso se representa la efigie de esta divinidad, patrón de la ciudad, con la inscripción ELIK, y en el reverso aparece el característico tridente que porta el dios.
Finalmente encontramos templos dedicados al dios del mar en Paestum, una importante ciudad grecorromana en la región italiana de Campania, donde marineros y pescadores de todo el Mediterráneo realizaban ofrendas a Poseidón para recibir su protección mediante el sacrificio de toros y ovejas.
Fuente: National Geographic
ADG





















