Redacción/CAMBIO 22

JOSÉ MARÍA MORELOS, 11 DE ABRIL.- En los años 80, la alcaldía de Dziuché experimentó un auge económico sin precedentes gracias a la venta de productos de importación conocidos como “fayuca”. Este florecimiento se debió en gran parte a su ubicación en la zona fronteriza y su proximidad con Chetumal y Belice, que permitía a los habitantes y comerciantes de Dziuché ofrecer una amplia gama de productos importados de diversas partes del mundo.

Cirilo Flota Medina, ex alcalde de Dziuché y antiguo comerciante, recuerda que fue en 1972 cuando el auge de las importaciones comenzó, y para 1974, con la creación del estado de Quintana Roo, la región ya se había consolidado económicamente gracias a la venta de productos de importación de calidad.

En aquel entonces, la alcaldía de Dziuché también se destacó al recibir la llegada del “brujo de Dziuché”, un médico naturista muy popular que atraía a miles en busca de salud.

Sin embargo, el panorama cambió drásticamente con la firma del Tratado de Libre Comercio durante el Gobierno de Carlos Salinas de Gortari, que puso fin a la zona libre de Quintana Roo y eventualmente al negocio de la fayuca. Esto permitió que los productos importados estuvieran disponibles en todo el país, lo que impactó negativamente en la economía local.

A pesar de esto, el presidente López Obrador anunció a principios del sexenio la intención de establecer una zona de excepción fiscal en Chetumal para la venta de productos de importación, con un impuesto del 8%. Sin embargo, esta medida fue retirada debido a las quejas de otros estados, como Yucatán.

Flota Medina recuerda con nostalgia los días de gloria de Dziuché, cuando cientos de personas acudían en busca de salud y productos de importación, incluso alquilando casas particulares para alojarse. En aquel entonces, los clientes hacían fila para comprar productos de importación, y los comerciantes prosperaban.

Hoy en día, la era de la fayuca ha llegado a su fin en Dziuché, con la mayoría de los comerciantes de importación ya fallecidos y solo dos comercios que quedan en pie. A pesar de ello, el legado de esta época dorada sigue vivo en la memoria de quienes la vivieron, recordando un tiempo de prosperidad y oportunidades económicas.

 

redaccionqroo@diariocambio22.mx

RHM

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