Ha Llegado el Momento de Actuar por Justicia, por Amor, por el Futuro de Nuestros Hijos: Red de Padres Autismo Chetumal
2 Abr. 2024
► No existe un protocolo oficial para evitar que las familias sean víctimas de prácticas poco seguras, que prometen una cura
Ricardo Jesús Rivas/CAMBIO 22
CHETUMAL, 2 de abril. – La Red de Padres Autismo Chetumal dio a conocer que, en Quintana Roo el día a día de las personas (niños, adolescentes y adultos) que se encuentran dentro del espectro del autismo. Hay un marcado contraste donde, por un lado, está el dedicado trabajo de muchas familias, maestros y profesionales; y, por otro lado, existe una atención insuficiente, poco accesible, muchas veces inoportuna o desactualizada para toda la población con el trastorno del espectro del autismo o TEA.
La ausencia de servicios apropiados para las personas con TEA en Quintana Roo, desde la pronta detección, diagnóstico e intervención, desde la niñez hasta la adultez, refleja el poco interés real por parte de las instituciones y servidores públicos.
Carecemos de algo tan esencial como la formación destinada a padres y cuidadores, para crear un ambiente de soporte y empatía. Esta deficiencia en capacitación profundiza aún más la brecha de la desigualdad, siendo sólo unos pocos que pueden destinar sus propios recursos para acceder a ella.
El ámbito educativo enfrenta retos similares. La integración de alumnos en todos los niveles escolares afronta diversas barreras: carencia de inversión en servicios especializados, falta de materiales, infraestructura y personal capacitado. Siguen siendo muy pocas personas las que llegan a una formación y una calidad de vida digna.
En el área de la salud, un derecho fundamental, la población con TEA se enfrenta a un complejo entramado de dificultades y desinformación. Por nombrar algunos desafíos, los servicios de atención especializada como de paidosiquiatría, neurología, neuropsicología, entre otros, son limitados. Adicionalmente, la obtención de un certificado de discapacidad se convierte en una ardua jornada que empieza desde el amanecer, en un proceso que está lejos de ser inclusivo. Como generalidad, las instituciones de salud pública y privada no cuentan con capacitación para atender a una persona con TEA que presenta dificultades de comunicación, socialización y trastornos sensoriales.
No existe un protocolo oficial para evitar que las familias sean víctimas de prácticas poco seguras, que prometen una cura. Tampoco pueden asegurar que las instituciones públicas y privadas brinden un diagnóstico, intervención y evaluación que sean efectivos y basados en evidencia científica.
Frente a esta situación, elevamos nuestra voz clamando un cambio. Exhortamos al gobierno de Quintana Roo a prestar atención a las necesidades de la población en el espectro del autismo y sus familias. Es crucial que se movilicen esfuerzos y recursos para incorporarlos en la comunidad y asegurarles una existencia digna, libre de discriminación y olvido.
La inclusión y el respeto por la diversidad deben ser la base para el desarrollo futuro de Quintana Roo. Solo entonces podremos hablar de una sociedad incluyente.
JFCB