El Circo: Más Allá de la Carpa

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Desde sus modestos orígenes en el siglo XIX hasta su florecimiento en el siglo XXI, el circo ha dejado una huella imborrable en la historia cultural en el mundo entero.

Desafíos y Adaptación en la Era Moderna: A pesar de enfrentar desafíos como la controversia sobre el uso de animales, el circo en México continúa siendo un pilar cultural, inspirando asombro y admiración en las audiencias actuales y futuras.

Redacción/CAMBIO 22

El circo, cuyos orígenes se remontan a la antigüedad, ha sido una fuente perdurable de entretenimiento y maravilla a lo largo de los siglos. Datos históricos indican que las artes circenses se practicaban hace 3,000 años en China, Grecia, India y Egipto, con la presencia de malabaristas, contorsionistas y equilibristas. Sin embargo, la idea del circo tal como lo conocemos hoy comenzó a desarrollarse en la Edad Media, con los saltimbanquis, quienes deleitaban a los espectadores con sus habilidades en saltos y acrobacias.

Este impulso inicial condujo al surgimiento de compañías circenses itinerantes en toda Europa, donde artistas ambulantes recorrían ciudades y pueblos con sus espectáculos. Finalmente, en 1768, en Londres, Inglaterra, nació el primer circo moderno: el Circus Hippodrome.

El primer circo moderno fue fundado en Inglaterra en 1768 por el jinete y acróbata británico Philip Astley (1742-1814), en un pequeño recinto al sur de Londres que llamó Riding House (“Casa de carreras”). Esta experiencia le sirvió para luego inaugurar un segundo circo, el Astley’s Amphitheatre (“El anfiteatro de Astley”), donde exhibía animales amaestrados, acróbatas y payasos.

Este innovador concepto, creado por Philip Astley, presentaba un escenario circular al aire libre rodeado de tribunas de madera, donde se llevaban a cabo carreras de caballos, obras de teatro y una variedad de actos acrobáticos y de equilibrio. Este hito marcó el comienzo de una nueva era en el entretenimiento europeo, sentando las bases para el desarrollo del circo contemporáneo.

El circo, con su magia, creatividad y habilidad, ha cautivado al público mexicano durante generaciones. Desde sus humildes comienzos hasta su evolución moderna, el circo ha sido una parte integral de la cultura y el entretenimiento en México. En este reportaje, exploraremos la rica historia del circo en México, destacando sus momentos más memorables, las familias circenses emblemáticas y los desafíos que enfrenta en la actualidad.

El Circo en México: Una Tradición Centenaria

En el siglo XIX, los circos itinerantes recorrían México, presentando espectáculos que incluían acróbatas, malabaristas, equilibristas y más. Estos circos, aunque modestos en comparación con los de hoy, sentaron las bases para la tradición circense en el país y despertaron la fascinación del público por este arte.

El Auge del Circo en el Siglo XX:

El primer circo mexicano nació en 1841 por José Soledad Aycardoo mejor conocido como Don Chole, el cual pagó cinco pesos para montar su espectáculo llamado El Circo Olímpico, además es considerado como el primer payaso de México; por lo que en diversas ocasiones le rinden tributo.

José Soledad Aycardo murió en 1887; sin embargo, dejó un gran legado, pues demás de ser el primer payaso, también trabajó de acróbata, titiritero, cantante, bailarín. Solía pintarse la cara de blanco con harina, en la cabeza un gorro de pico de fieltro sobre una peluca rizada. Se dice que sus principales shows humorísticos eran críticas hacia la sociedad porfirista o al gobierno.

Otro de los circos más importantes fue el Circo Orrin en la Ciudad de México; abrió sus puertas el 21 de febrero de 1891, se trataba de una construcción de hierro y madera, los dueños eran los neoyorkinos hermanos Orrin. Cabe destacar que para la época el hierro era un material que empezaba a ser conocido, por lo que las personas quedaron asombradas.

La capacidad era para unas 2 mil 500 personas y el recinto contaba con salones para fumar, una cantina, dulcería y un restaurante. En el se realizaban presentaciones como las del famoso payaso inglés Richard Bell, el cual era el favorito de Porfirio Díaz.

Con el paso del tiempo, el circo en México experimentó un auge en el siglo XX. Surgieron grandes empresas circenses como el Circo Teatro Carnaval Beas Modelo, que contaba con el apoyo económico de figuras como Pancho Villa. Estos circos se convirtieron en espectáculos masivos, con cientos de artistas y atracciones que recorrían todo el país en vagones de ferrocarril.

Desde los primeros circos itinerantes en el siglo XIX hasta los espectáculos de gran envergadura en el siglo XXI, el circo ha dejado una marca indeleble en la historia de México.

La historia del circo en México está impregnada de emocionantes anécdotas y momentos memorables que han dejado una huella perdurable en la cultura y el entretenimiento del país. Desde las impresionantes hazañas acrobáticas de los artistas hasta las increíbles actuaciones de malabarismo y equilibrio, el circo ha fascinado y cautivado a generaciones de espectadores mexicanos. Además, ha sido un espacio donde la creatividad y la innovación se han desbordado, introduciendo nuevas técnicas y espectáculos que desafían los límites de lo posible.

La importancia de las familias circenses en la historia del circo mexicano es innegable. Desde los renombrados Atayde hasta los Cárdenas, los Suárez y los Fuentes Gasca, estas familias han transmitido de generación en generación el legado del circo, ofreciendo actuaciones inolvidables que han dejado una marca imborrable en la memoria colectiva del país. Su dedicación y talento han contribuido significativamente a la difusión y popularización del circo en México, llevando sus espectáculos a ciudades y pueblos de todo el territorio nacional.

Dentro de estas familias circenses han surgido grandes artistas cuyos nombres resuenan tanto nacional como internacionalmente. Desde malabaristas hasta trapecistas, estos talentosos artistas han llevado el nombre de México a lo más alto en el mundo del circo, demostrando su destreza y habilidad en pistas de todo el mundo. Su éxito y reconocimiento son testamento del vasto talento circense que México ha cultivado a lo largo de los años.

A pesar de los desafíos que enfrenta el circo moderno, como la controversia en torno al uso de animales en los espectáculos, sigue siendo una forma de entretenimiento popular en México y en todo el mundo. Representa la creatividad, la habilidad y el espíritu de colaboración, y continúa enriqueciendo la cultura y la sociedad mexicana con sus actuaciones emocionantes y su capacidad para inspirar asombro y admiración en sus espectadores.

Explorando los Tipos de Circos más Populares

Los circos, con su diversidad de formas y presentaciones, ofrecen una rica gama de entretenimiento para el público de todo el mundo. Desde los fijos hasta los itinerantes, con o sin la presencia de animales, estos espectáculos han sido clasificados de diversas maneras, destacando especialmente las diferencias según su nacionalidad y características propias. Algunos de los tipos más destacados incluyen:

Circo Inglés: Inspirado en el modelo creado por Philip Astley, el circo inglés destaca por su énfasis en la doma de caballos. Este estilo de circo evoluciona continuamente, manteniendo viva la tradición ecuestre que lo caracteriza.

Circo Americano: Conocido por su magnitud y espectacularidad, el circo americano sobresale por su grandiosidad. Los juegos ecuestres ocupan un lugar destacado en este tipo de circo, como se puede apreciar en el emblemático West Will Show de Buffalo Bill.

Circo Español: En este tipo de circo, los caballos y los forzudos son elementos emblemáticos. La destreza y la elegancia de los caballos, así como la fuerza y el vigor de los forzudos, son aspectos distintivos del circo español.

Circo Ruso: Reconocido por su habilidad en el amansamiento de osos y la doma de caballos, el circo ruso también presenta impresionantes números sobre pistas de hielo. Su estilo único y su enfoque en actos deslumbrantes lo hacen destacar entre otros tipos de circo.

Circo Chino: En este tipo de circo, los equilibristas y malabaristas son los protagonistas indiscutibles. La destreza y precisión de estos artistas, combinadas con una estética visualmente impactante, hacen que el circo chino sea una experiencia inolvidable.

Con una amplia variedad de estilos y presentaciones, el circo continúa siendo un elemento fundamental en el imaginario cultural popular en todo el mundo. A través de sus diferentes formas y manifestaciones, el circo sigue siendo uno de los grandes espectáculos de la actualidad, cautivando a audiencias de todas las edades con su magia y su habilidad artística.

Explorando los Personajes Típicos del Circo

Entre los personajes comunes de un circo se encuentran:

Los payasos. Son personajes humorísticos y estrafalarios, vestidos de manera disparatada, con colores llamativos, pelucas, sombreros y mucho maquillaje, cuyo rol es invitar al público a la risa, a menudo como interludio entre las funciones principales del espectáculo.

Los magos o ilusionistas. Son artistas del engaño, conocedores de trucos de prestidigitación, desaparición y otras ilusiones, cuya rutina consiste en convencer a la audiencia de que pueden realizar “magia”, o sea, actos prodigiosos e inexplicables.

Los acróbatas. Son artistas del trapecio que suspendidos a grandes alturas realizan saltos acrobáticos y/o caminan por la cuerda floja, demostrando una gran capacidad de equilibrio, precisión y destreza, a menudo de manera grupal.

Los malabaristas. Son juglares capaces de mover muy rápidamente sus manos y mantener en el aire diferentes tipos de objetos, sin dejarlos caer ni lastimarse en el proceso. Normalmente suelen hacer malabares con bolas, aros o pines, pero algunos también utilizan navajas, antorchas y otros objetos peligrosos.

Los hombres-bala. Son un tipo especial de acróbata que se introduce en un cañón especialmente diseñado para ser disparado, a modo de bala, de un costado a otro de la carpa de circo, sin sufrir daños al hacerlo.

Los tragafuegos y tragasables. Son, como su nombre lo indica, individuos capaces de introducirse una espada o un bastón ardiendo en la boca o la garganta, sin lastimarse en el intento. Normalmente su espectáculo está acompañado de malabares o de escupir bolas de fuego.

Los mimos. Son actores teatrales o payasos con poco maquillaje, cuyo manejo del cuerpo en escena es capaz de convencer a la audiencia de que interactúan con objetos (cuerdas, paredes, espadas) que no están allí, normalmente sin pronunciar una sola palabra durante el acto.

Los forzudos o supermanes. Son hombres de particular fuerza o resistencia, capaces de levantar pesos insospechados, resistir embates que lastimarían a cualquiera o realizar cualquier otra proeza física similar.

Los escapistas. Son una variante de los magos o ilusionistas, cuyo truco consiste en abrir candados, desatar nudos y cadenas, y escapar de cualquier prisión en la que se introducen previamente.

El Debate sobre el Uso de Animales en el Circo Moderno

En los últimos años, el tema del uso de animales en el circo ha generado un intenso debate en la sociedad, Mientras que algunos defienden la tradición y el papel histórico de los animales en el circo, otros argumentan en favor del bienestar animal y los derechos de los animales.

Argumentos a Favor:

Los defensores del uso de animales en el circo señalan que ha sido una práctica arraigada en la tradición circense durante siglos. Argumentan que los animales forman parte integral de la experiencia circense y que su presencia en los espectáculos es una forma de educar al público sobre la diversidad y la belleza de la vida salvaje.

Además, sostienen que muchos circos siguen estrictas normas de bienestar animal y cuidan adecuadamente a sus animales, proporcionándoles atención médica, alimentación adecuada y entrenamiento ético. Argumentan que, cuando se manejan correctamente, los animales pueden disfrutar de una vida satisfactoria y enriquecedora en el circo.

Argumentos en Contra:

Por otro lado, los críticos del uso de animales en el circo argumentan que la vida en cautiverio puede ser estresante y perjudicial para los animales salvajes. Señalan que los animales en el circo suelen ser sometidos a entrenamientos crueles y coercitivos para realizar actos antinaturales, lo que puede causarles sufrimiento físico y psicológico.

Además, destacan que muchos países han implementado leyes que prohíben o restringen el uso de animales en los circos, citando preocupaciones sobre el bienestar animal y los derechos de los animales. Estas leyes reflejan una creciente conciencia pública sobre el trato ético de los animales y han llevado a muchos circos a optar por actos sin animales.

El Futuro del Circo:

A medida que aumenta la conciencia sobre el bienestar animal y los derechos de los animales, es probable que el debate sobre el uso de animales en el circo continúe en el futuro.

Desde Enero de 2015 entró en vigor la normativa aprobada por el Senado mexicano por la que se prohíbe la utilización de animales silvestres en los espectáculos de los circos en México.

Datos señalan que en el país habían 200 circos con permiso para tener animales silvestres y de ellos dependían entre 4.000 y 5.000 familias.

En última instancia, el futuro del circo dependerá de cómo evolucione la sociedad y de cómo se equilibren los intereses de preservar la tradición circense con la protección del bienestar de los animales. La industria circense enfrenta el desafío de adaptarse a los cambios culturales y sociales mientras busca mantener viva una forma de entretenimiento que ha encantado a audiencias de todo el mundo durante siglos.

En un mundo cada vez más dominado por la tecnología y el entretenimiento digital, preservar la tradición del circo es fundamental, Sin duda es una forma de arte única que merece ser apreciada y apoyada por las generaciones futuras. Reconocer el valor del circo y respaldar a las familias circenses en su labor de mantener viva esta tradición centenaria es esencial para garantizar que el circo continúe siendo una fuente de alegría, asombro y diversión para las futuras generaciones.