Anticipan que Este Año Podría ser el Más Cálido Jamás Registrado
11 Feb. 2024-
Existe un 99% de posibilidades de que 2024 se ubique dentro de los cinco años más cálidos de la historia, desde que se tienen registros.
Redacción/CAMBIO 22
El de 2024 fue el enero más cálido jamás registrado. El boletín climático mensual del Servicio de Cambio Climático Copernicus (C3S) informó que la temperatura promedio en el aire de la superficie terrestre alcanzó los 13.14°C. La medición supone un incremento de 1.66°C con respecto a la media del periodo preindustrial y de 0.12°C en comparación con el récord anterior documentado en 2020.
Con esta anomalía, el mundo acaba de experimentar el primer periodo de 12 meses consecutivos en el que las temperaturas promedio han superado en más de 1.5ºC a las de la era preindustrial. Los científicos anticipan que la probabilidad de que este año sea aún más caluroso que 2023 es de una entre tres. Existe un 99% de posibilidades de que 2024 se ubique dentro de los cinco años más cálidos de toda la historia.
La temperatura global supera el umbral de 2°C por primera vez
Las investigaciones apuntan que el fenómeno de El Niño ha comenzado a debilitarse en el Pacífico ecuatorial. Se espera que La Niña se presente a finales de este año. No obstante, la temperatura promedio de la superficie marina alcanzó los 20.97°C. El nivel es el más alto para cualquier enero previamente registrado y el segundo valor más elevado para cualquier mes disponible en el conjunto de datos de análisis ERA5.
El Acuerdo de París convenido por los países miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 2015 establece que, para contener los efectos del cambio climático, es necesario mantener el incremento del calentamiento global por debajo de entre 2 y 1.5°C respecto a los niveles preindustriales.
Los datos reportados por Copernicus en su último boletín no significan que el acuerdo climático se haya incumplido. El tratado internacional se refiere a un promedio de temperatura global sostenido durante décadas, no a un solo año o periodo de 12 meses. Sin embargo, el informe del C3S alerta sobre lo ineficaces que han resultado las medidas y esfuerzos de mitigación que las naciones han implementado hasta el momento para frenar la crisis.
Las acciones para frenar el aumento de la temperatura terrestre son insuficientes
Samantha Burgess, directora adjunta del C3S, advirtió que “la única manera de detener el aumento de las temperaturas globales es reducir rápidamente las emisiones de gases de efecto invernadero”. En noviembre pasado la ONU publicó el informe ‘Broken Record – Temperatures hit new highs, yet world fails to cut emissions (again)’. El documento concluyó que las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero (GEI) aumentaron un 1.2% entre 2021 y 2022, y actualmente se sitúan en un nivel récord.
Para mantener el calentamiento global dentro del límite máximo establecido en el Acuerdo de París en 2°C respecto a la era preindustrial, las emanaciones de GEI tendrían que reducirse 28% en siete años y descender 42% para limitar el calentamiento global a 1.5°C. Si la quema de combustibles fósiles continúa al mismo ritmo que hasta ahora, el nivel de CO2 acumulado en la Tierra podría detonar eventos de desaparición masiva de especies. Al menos 19 casos de extinción de especies en los últimos 534 millones de años respaldan la teoría
Según estimaciones de un estudio publicado en el portal de American Geophysical Union, existe una cantidad de concentración límite de CO2 a partir de la cual la Tierra presenta cambios agresivos importantes en su entorno. En promedio, la concentración de dióxido de carbono asociada a eventos de extinción en la biodiversidad es de 870 partes por millón en volumen (ppmv). Actualmente se estima una concentración de 421 ppmv del gas en la Tierra.
La Agencia Internacional de Energía informó que en 2022 la cantidad del gas de efecto invernadero desprendido únicamente por la quema de combustibles fósiles fue de 36.8 gigatoneladas. Nunca en la historia de la humanidad se había visto tal cantidad de dióxido de carbono.
La falta de financiamiento para proyectos relacionados con energías verdes, la debilidad económica en la mayoría de los mercados globales y las presiones políticas que se intensificarán en un año electoral sin precedentes son fenómenos que podrían frenar las acciones de los gobiernos para aplicar medidas que frenen la emisión de GEI.
El Fondo para el Aire Limpio estimó que el año pasado, por primera vez, los presupuestos dedicados a energías limpias superaron a los empleados en la producción de combustibles fósiles. Pese al logro, la organización medioambiental lamentó que las iniciativas que buscan mejorar la calidad del aire todavía reciben menos del 1% de financiación a nivel internacional.
Fuente WIRED
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