Por Redacción/CAMBIO 22

JOSÉ MARÍA MORELOS, 31 DE ENERO.-  La Ruta de las Iglesias de José María Morelos, conformada por siete joyas arquitectónicas ubicadas en los poblados de Huay Max, Sabán, Sacalaca, X-Cabil y X-Querol, dentro del municipio de José María Morelos, ha sido escenario de la Guerra de Castas, un capítulo importante no solo para el estado sino también para la historia de la península de Yucatán.

A pesar de su indudable valor histórico y cultural, la ruta ha luchado por ser reconocida en el mapa turístico de Quintana Roo durante más de dos décadas. Aunque el discurso oficial ha prometido su inclusión, hasta el momento no se ha concretado, dejando a estas joyas en un estado de abandono que preocupa a quienes valoran el patrimonio cultural.

En un recorrido reciente por las siete iglesias, se constató el estado de deterioro avanzado de estos edificios religiosos, que han sido testigos mudos de la historia local. Sin embargo, algunas excepciones destacan, como el Templo de San Pedro Apóstol en la comunidad de Sabán, cuyos orígenes se remontan a la segunda mitad del siglo XVIII.

Llama la atención el notorio abandono de la mayoría de las iglesias, siendo la de Sacalaca una de las más conservadas, a pesar de encontrarse en un entorno de deterioro avanzado. Esta comunidad cuenta con dos iglesias distantes a tan solo 500 metros entre sí. La iglesia dedicada a San Francisco de Asís es la más conservada, pero lamentablemente, los alrededores de la misma presentan un estado de deterioro alarmante. La segunda iglesia, ubicada en el centro de la comunidad, era originalmente una capilla para los indígenas en el siglo XVI, evidenciando características arquitectónicas únicas, como la espadaña que se ha convertido en una marca distintiva de estas edificaciones.

A pesar de su singularidad y valor arquitectónico, la Ruta de las Iglesias se encuentra en un avanzado deterioro, exacerbado por la apatía de las autoridades, incluyendo al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). La urgencia de la situación radica en que, de no tomarse medidas para su rescate, estas joyas arquitectónicas podrían perderse para siempre, privando a las generaciones futuras de la oportunidad de apreciar y disfrutar de esta parte invaluable de la historia y cultura local. Es urgente que se tomen acciones inmediatas para preservar y promover la Ruta de las Iglesias de José María Morelos como parte integral del patrimonio cultural de Quintana Roo.

 

redaccionqroo@diariocambio22.mx

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