Redacción/CAMBIO 22

JOSÉ MARÍA MORELOS, 3 DE ENERO.- En las comunidades rurales, donde el acceso a la atención médica es un desafío constante, los habitantes continúan confiando en la milenaria medicina tradicional maya. Una de las prácticas más destacadas es el uso de una planta conocida como Viperol, cuya efectividad ha sido heredada de generación en generación.

José Magdaleno Herrera Mukul, líder natural de Tabasquito, una pequeña comunidad inmersa en el corazón de la Ruta de las Iglesias, comparte su experiencia sobre el uso vital de Viperol.

A pesar de contar con una modesta clínica en su localidad, Herrera Mukul señala que muchos medicamentos convencionales requieren condiciones de almacenamiento específicas, algo difícil de lograr en estas áreas alejadas. Ante esta realidad, la medicina tradicional maya se erige como una alternativa valiosa.

El Viperol, una planta que se encuentra en la región, ha demostrado ser eficaz en diversas aplicaciones medicinales, según testimonios locales. Herrera Mukul destaca que esta medicina ancestral no solo es accesible, sino que también es, en muchos casos, gratuita para aquellos que poseen el conocimiento para utilizarla correctamente.

Uno de los aspectos más notables del Viperol es su capacidad para contrarrestar los efectos perjudiciales de las mordeduras de serpientes venenosas, como la temida cascabel y la cuatro narices, estas últimas entre las más peligrosas en la península de Yucatán. Los habitantes de Tabasquito afirman que el Viperol no solo alivia los síntomas, sino que también ha evitado daños graves en numerosos casos.

A pesar de los avances en la medicina moderna, la medicina tradicional maya sigue desempeñando un papel crucial en estas comunidades, proporcionando soluciones prácticas y asequibles para los desafíos de salud a los que se enfrentan. La preservación y transmisión de este conocimiento ancestral se mantienen como un faro de esperanza para aquellos que, de otra manera, enfrentarían limitaciones  en el acceso a la atención médica.

 

 

redaccionqroo@diariocambio22.mx 

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