Olivia Vázquez /CAMBIO 22

CANCÚN, Q. ROO, 17 de octubre.- En el arranque de las discusiones donde se analizará la reforma para reducir  40 horas la jornada laboral en México, la Coparmex en Cancún y en todo el país fijó su postura advirtiendo que no es el momento ni se puede hacer este cambio, pues primero se tiene que elevar la productividad en el país, reduciendo regulaciones y trámites administrativos, antes de pensar en quitar horas laborales.

En un comunicado emitido en todos los Centros Empresariales del país, que respalda también Cancún, se indicó que la Coparmex inició su participación en el parlamento abierto en dónde se analiza la reforma para reducir a 40 horas la jornada laboral, con la confianza de que este ejercicio sirva para razonar que no es el momento de hacerlo.

Para la iniciativa privada, se señala, en el escenario actual, no es factible avanzar en un cambio en el tope de las horas de trabajo en la Constitución. Ni con un período de transición para su implementación gradual, ni con una reducción menor a la que se analiza en el Congreso. Hasta que primero se eleve la productividad en el país, reduciendo regulaciones y trámites administrativos, posteriormente se podría discutir la disminución de la jornada laboral.

“Somos conscientes que, una parte del aumento de la productividad tiene que ver con las empresas, pero otra tiene que ver con el gobierno. A nosotros los empresarios nos toca apostar por la innovación y capacitar al personal, por el lado del gobierno se tiene que trabajar en disminuir las regulaciones”. Replica Angelica Frias, líder de la Coparmex en Cancún.

En este sentido refirió que en lo que va de este año, las empresas han enfrentado tres aumentos de costos importantes debido a cambios de política laboral: el nuevo incremento al salario mínimo, la reforma de vacaciones y una mayor aportación patronal a las pensiones. Adicional a esto, hay que considerar que en el mercado laboral, se estima que hay entre 1.2 y 1.6 millones de vacantes que no pueden cubrirse. Esta falta de disponibilidad de personal sería una mala combinación con una reducción de las horas de trabajo, pues se tendría que pagar horas extras dobles y triples.

La IP apuesta por convencer que México, no tiene las condiciones para reducir el tiempo de trabajo, al menos por ahora.

Es importante mencionar que no se trata de un rechazo, simplemente no es momento de aumentar costos. El riesgo como país de subir costos, sin aumentar la productividad, es que podemos perder competitividad, y en el contexto del nearshoring, es lo peor que nos puede pasar. Aún con una reforma con implementación gradual, como se hizo en otros países de Latinoamérica como Chile y Colombia, la reforma no sería factible en México, porque dichos países, antes de avanzar en reducir su jornada laboral, aumentaron su productividad.

 

o.vazquez@diariocambio22.mx

JFCB

WhatsApp Telegram
Telegram