El “H’men” o Brujo maya se Encargaba de Realizar las Ceremonias y Rituales utilizando Elementos procedentes de la Naturaleza
8 Jul. 2023- Al chamán también se le es considerado como “El Señor de los libros sagrados” el que tiene conocimiento para curar.
Redacción/CAMBIO 22
A lo largo de mi vida, he escuchado hablar sobre distintas ceremonias mayas, espíritus, aluxes, la Xtabay que embruja a los hombres y muchas cosas más. Todo esto y su relación con el imaginario colectivo me parecen muy interesantes. Es por eso que, en esta ocasión, decidí adentrarme en uno de los tantos temas que se pueden deslindar de las ceremonias o rituales mayas: la figura del H’men (también conocido como j’men; x’men o ah’men) y su papel en dichos eventos. ¿Qué características tienen las ceremonias mayas? ¿Qué es un H’men? ¿Cómo funge la figura del H’men en las ceremonias mayas? Vamos a averiguarlo…
Ceremonia
Si buscamos la definición de ceremonia en la RAE, encontraremos lo siguiente:
En la cultura maya, las ceremonias son ofrendas que se realizaban en días específicos de su calendario. Servían para curar enfermedades, limpiar, quitar la energía negativa, garantizar abundancia, resolver problemas, protección de personas u organizaciones, entre otras cosas.
Eran llevadas a cabo en dos tiempos: subir (ensik), en donde las ofrendas eran presentadas a los ancestros y, bajar (emik), cuando estas eran repartidas entre los asistentes a la ceremonia. Para finalizar, se tomaba un poco de balché (bebida sagrada) y se decía un rezo, como símbolo de agradecimiento a los antepasados.
De igual manera, se utilizaban diferentes elementos sagrados procedentes de la naturaleza, elegidos según la ocasión, entre ellos: candela, incienso, licor, pom, cuilco, copal, chocolate, ajonjolí y, otros elementos aromatizantes como romero y canela.
¿Quién es el H’men?
En Yucatán, el curandero, maestro, hierbatero, es denominado H’men o ah’men. También se le conoce como ah k’in, chilam, espiritista y way. Se encargaba de realizar ciertas ceremonias o rituales que tenían la finalidad de curar, limpiar, eliminar energías negativas, etc.
A través de ceremonias o rituales, como:
- El k’ex o k’ex kuxtal. – significa “cambio” y se trataba de una ceremonia de curación (mayas yucatecos). En esta se ofrecía la vida de un gallináceo (pollo, gallina o gallo) a “cambio” de la vida del paciente.
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El loh . – significa “liberación, purificación de la tierra”, una ceremonia que permitía “curar” un lugar o sitio que no puede ser ocupado porque es habitado por “vientepasados” o ik’oob, antepasados míticos que tienen como esencia fundamental el viento.
- El X´ Men, se da en lengua maya al brujo o bruja, o curandero de un lugar. Es el equivalente al personaje que en otras lenguas amerindias se denomina chamán o chamana. Es un término común entre los mayas de la península de Yucatán y Guatemala, se pronuncia shmen.
Hoy en día, en la Península de Yucatán, existen muy pocas personas con el conocimiento necesario para llevar a cabo estos ritos. La gente a la que actualmente se le reconoce como H’men, son personas que han estudiado y aprendido los dotes necesarios para la realización adecuada de estas y muchas otras ceremonias.
Los mayas creían que todo ser humano “auténtico” era un chamán-creador y construía sus cuerpos resucitados mediante el autosacrificio y la privación. La perfección de estas ideas permitió a los mayas convertirse en un ser divino y sobrenatural que a menudo se representaba con cualidades animales: colmillos, alas, picos u hocicos.
Se cree que los orígenes de la religión maya se remontan a predecesores culturales como los olmecas, por su relación con la transformación humano-animal y equivalencias así como el trance extático, espíritus guardianes y viajes del alma, entornos físicos y metafísicos animados y sensibles.
Pero más allá de su origen, la cosmología maya estaba encaminada al chamanismo, un sistema de creencias que funcionaba en términos políticos, generales y de sacerdocio.
El papel de chamán consistía en que él interviniera en nombre de su pueblo ante Xibalba. Fue responsable de establecer los eventos (guerra, ascensión, siembra y cosecha) de acuerdo con los entornos astronómicos favorables. En el corazón de su poder estaba su capacidad para transformarse en su yo animal.
El chamán no solo debe creer que realmente se ha transformado en una deidad o en un espíritu animal, la población también debe creer en la realidad de la experiencia. Si ven su actuación como una mera patraña, no podrán aceptar la jerarquía de poder que se ha establecido, una que los coloca en una posición subordinada.
Existe evidencia de que los chamanes fueron seleccionados en la niñez y educados en escuelas establecidas por los mayas. Estas escuelas les enseñaron todo lo que necesitaban saber sobre el desempeño de sus deberes como chamanes: adivinación, curación, cálculos calendáricos, etc. Una vez que se les inculcó a los jóvenes la forma de pensar chamánica, se convirtió en algo natural.
Los chamanes mayas usaban compuestos alucinógenos para inducir sus estados de trance durante las representaciones o rituales. Entre los alucinógenos utilizados por los chamanes estaban los hongos, las secreciones de sapo y los nenúfares. Todas estas cosas contienen alcaloides que son psicoactivos por naturaleza.
Entre la población con cultura maya de México se considera que los x’men son personas intermediarias entre los seres humanos y las deidades. Tienen, según la creencia popular, la capacidad para curar enfermedades con hierbas y son capaces también de sanar a las víctimas de mordeduras de víboras. Ponen remedio a los malestares físicos causados por los “malos vientos”, o por el popularmente denominado “mal de ojo”.
El trabajo de los x’men se realiza merced a su sabiduría y, conforme a lo que la gente cree, a un pensamiento médico innato que parte de las enseñanzas del universo que los destina a quienes tienen la facultad, generalmente heredada, de poder mirar e interpretar las señales estelares generadas por Hunabkú.
Además, muchas de estas cosas están representadas en la iconografía y el arte mayas en asociación con la élite gobernante. En el Templo 1 de Bonampak, representan la dedicación del templo, y los bailarines que celebran la creación del templo “usan nenúfares para representar su condición de habitantes del otro mundo”
Fuente: Agencias
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