Descubre la Historia del “Beso romántico”, Uno de los Actos que mas Unen a la Humanidad y Descubre por que Influyó en la Transmisión de Enfermedades

Redacción/CAMBIO22

Según un nuevo artículo que se basa en varias fuentes escritas, el beso romántico es una práctica que se remonta a las primeras sociedades mesopotámicas de hace 4500 años y que podría haber influido en la transmisión de algunas enfermedades.

Los autores del artículo, Troels Pank Arboll, de la Universidad de Copenhaguen, y Sophie Lund, de la de Oxford, señalan que el beso romántico probablemente existía desde antes, pero las evidencias documentales más antiguas datan de unos 1000 años antes de lo que se pensaba hasta ahora.

El artículo resalta que hay numerosos ejemplos de besos romántico-sexuales en antiguos textos mesopotámicos del 2500 a.C., escritos en tablillas de arcilla con escritura cuneiforme.

En la antigua Mesopotamia, que abarcaba las primeras culturas humanas entre los ríos Éufrates y Tigris en lo que hoy son Irak y Siria, el beso era parte de la intimidad romántica, así como de las amistades y las relaciones familiares, explica Arboll. “Sin embargo, besarse no debe verse como una costumbre que se originó solo en una única región y se extendió desde allí, sino que parece haber sido una práctica en muchas culturas antiguas a lo largo de varios milenios”.

Más allá de su importancia para el comportamiento social y sexual, el beso romántico pudo haber tenido un efecto secundario e involuntario en la transmisión de enfermedades, según el artículo, que publica Science.

Investigaciones paleogenómicas recientes han mostrado que los patógenos actuales que se transmiten por besos, como el VHS-1, el virus de Epstein-Barr y el parvovirus humano B19, ya estaban presentes en períodos históricos antiguos e incluso prehistóricos.

Arboll y Rasmussen revisaron ADN antiguo, obras de arte culturales y registros médicos antiguos para mostrar que las enfermedades transmitidas por besos pueden ser más antiguas y generalizadas de lo que algunos estudios recientes han sugerido.

“Parece poco probable que los besos hayan surgido como una adaptación conductual inmediata en otras sociedades contemporáneas, acelerando inadvertidamente la transmisión de la enfermedad”, afirman los autores, citados por la Universidad de Copenhague.

Los humanos suelen mostrar dos tipos principales de besos: el beso amistoso de los padres y el romántico-sexual, recuerdan los investigadores. El primero es un comportamiento universal entre los humanos a través del tiempo y la geografía, pero el segundo no es culturalmente universal, sino que tiende a ocurrir en sociedades estratificadas.

Fuente: eitb.eus

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