“Crónica de los Descarrilamientos Ferroviarios Anunciados”

• “Ya cuando se descarrile el Tren, ya va a ser otro pedo”

• Pedo Salazar Beltrán, amigo íntimo de Andy y Bobby López Beltrán

Ángel Ramírez Hernández / CAMBIO 22

Y sí, fue otro pedo que, hasta ahora, confirmado por la presidenta Claudia Sheinbaum, el descarrilamiento del Tren Interoceánico del Istmo de Tehuantepec hoy por la mañana, provocó la muerte a 13 personas, 98 lesionadas, cinco de gravedad, según datos de la Secretaría de Marina.

Nunca como hoy, esa conversación telefónica, gravada y publicada en el primer trimestre del 2024, entre Pedro Salazar Beltrán, primo de Andy y Bobby López Beltrán, los hijos del presidente de México, y Amílcar Olán, el amigo íntimo, pasó a ser relevante.

En esa línea de tiempo, se daba a conocer ¡La red de corrupción!, en las altas esferas del poder, asignadas a los hijos de Amlo, el contexto fue el tren maya; pero lo mismo se aplica para lo que sucedió hoy.

Solo hay que recordar que la supervisión de la de la obra ordenada desde el Palacio Federal, se le asignó a Bobby López Beltrán, la instrucción recibida por los constructores del Tren Maya en ese momento, fue que la piedra balasto —sobre la que se colocan las vías del tren— se la tenían que comprar a Amílcar Olán.

Amílcar Olán, con la ayuda de los hermanos Pedro y Osterlen Salazar Beltrán, primos de Andy y Bobby, sobornaron, se escucha en la grabación, al laboratorio que avaló la calidad que debía tener el balasto para ser usado.

Tiene la calidad para ser usado (con “mochadita”, le llaman ellos). El laboratorio no hace los análisis, ellos meten la piedra que sea, sobre esa se ponen los rieles y  “ya cuando se descarrile el Tren, ya va a ser otro pedo”.

En cinco minutos, el amigo y el primo de los hijos del ideólogo de la 4T, respaldados por Bobby y Andy, reveló en su momento Latinus, despedazaron el discurso anticorrupción del presidente de México.

Primero constatamos el descarrilamiento del Tren Maya en un tramo en Yucatán y hoy, lamentamos las muertes en Oaxaca por el descarrilamiento del Tren Interoceánico.

Conozco la ruta, la recorrí en ocasiones con mi padre ferrocarrilero que tuvo la corrida de Veracruz a Tapachula, más de 50 años trabajó en ese circuito de Ferrocarriles Nacionales y nunca escuché un accidente ferroviario de esas magnitudes, en una red nacional atribuida a Porfirio Díaz, aunque no iniciada por él.

Claro, no había los altos niveles de corrupción que los hubo con Andrés Manuel López Obrador, en manos de sus hijos Andy y Bobby, los hijos que entraron al poder con el padre, sin trabajo y, terminaron el sexenio multimillonarios, como la hija de Hugo Chávez en Venezuela, los hijos de Fidel Castro Ruz en Cuba, hasta los de Maduro y Daniel Ortega en Nicaragua, la izquierda mundialmente reconocida.

De nueva cuenta la Cuarta Transformación falló, por cierto, la ampliación del Tren Interoceánico se le asignó a Rafael Marín Mollinedo, el tabasqueño que le pelea a Gino Segura la sucesión gubernamental en Quintana Roo.

“Los lesionados, 98, se encuentran en hospitales del IMSS en Matías Romero y Salina Cruz, así como de IMSS-Bienestar en Juchitán y Ciudad Ixtepec”, la tierra natal de mi padre.

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