• BBC Mundo Documenta Brotes Simultáneos De Dengue, Chikungunya Y Oropouche En Medio Del Colapso Del Sistema De Salud

 

  • Desconfianza En Hospitales Y Falta De Recursos Agravan El Impacto En La Imagen De La Isla Como Destino Turístico

 

Redacción/ CAMBIO 22

La grave situación epidemiológica que enfrenta Cuba, con la circulación simultánea de dengue, chikungunya y oropouche, que ha dejado en evidencia el colapso del sistema de Salud Pública, llegó a BBC Mundo. La publicación llega mientras las autoridades de la Isla intentan presentar un escenario de mejoría, en un contexto marcado por la debacle del turismo.

El reportaje del medio británico —que muestra indicios del alto grado de propagación de los virus en Cuba, con los que pocas personas no se han contagiado, pero también la desconfianza de los cubanos en el sistema sanitario— es un nuevo clavo en el ataúd de una industria que las autoridades no logran rescatar del hundimiento. Se suma a la reciente recomendación del sitio Travel Off Path de evitar la Isla en 2026.

Pese a la propaganda oficial que presenta a Cuba como “una potencia médica”, la mayoría de los cubanos prefiere no acudir a los hospitales, donde no hay recursos ni diagnósticos específicos. Ante la falta de diagnóstico, las personas hablan del “virus” en general, aunque son al menos tres, con síntomas similares, los que circulan.

No hay condiciones para tener a las personas. Todo está colapsado, incluyendo los pediátricos. Diagnóstico como tal no hay; solo mandan hidratación, acetaminofén, paracetamol para los dolores de las articulaciones“, afirmó Silvia (nombre ficticio que dio el medio británico a una cubana, cuya madre y abuela padecen actualmente alguno de los virus, en Pinar del Río).

La verdad, es bien precario lo que se está viviendo. Simplemente las personas lo pasan en sus casas como pueden, prácticamente sin caminar, propio de los dolores“, sentenció.

Un profesor de 50 años de La Habana aseguró, también desde el anonimato, que “son los menos” los cubanos que acuden a los hospitales tras enfermar.

“Casi todo el que conozco no va. La gente opta por no ir porque en esas instituciones no hay forma de conseguir un diagnóstico seguro y tampoco hay medicamentos. Hay que comprarlos en el mercado informal, o que un familiar o amigo los mande de afuera, o que alguien que viva aquí te los regale”, explicó.

El medio británico dijo que contactó con el Gobierno cubano para solicitar una entrevista con una autoridad de salud, pero no recibió respuesta.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) aseguró a BBC Mundo que “las autoridades nacionales han implementado medidas de vigilancia y respuesta, incluyendo el fortalecimiento de la vigilancia epidemiológica y de laboratorio, la estandarización del manejo clínico en los servicios de salud y la implementación de intervenciones de control de vectores dirigidas a las áreas de mayor transmisión“.

Añadió que “las condiciones higiénicas en los hogares y los alrededores influyen en la proliferación de los vectores que transmiten estas enfermedades”, en repuesta a la pregunta de cómo influyen factores como los apagones, la escasez de agua o la acumulación de basura.

Hansel, un ingeniero de 31 años que aún sufre las secuelas del “virus“, fue más tajante al señalar que “si cortan la luz y no puedes usar ventiladores, aire acondicionado u otros equipos que ayuden a combatir los mosquitos, entran y te pican“, en referencia a los largos apagones diarios que enfrentan los cubanos.

A esto se suma, agregó el ingeniero, “el tema de los basureros en las esquinas de los barrios, que a veces hay muchos y no los recogen o se acumulan ahí, y todo eso genera también mosquitos y problemas“.

En el momento que BBC Mundo hizo el reportaje, la cifra oficial de fallecidos en Cuba por el virus era 47 —el martes 16 de diciembre, un día antes de que el medio británico publicara su trabajo, el Ministerio de Salud Publica elevó las muertes a 52—, pero varios expertos independientes creen que la cifra real podría ser mayor.

Varias personas con las que habló BBC Mundo conocen algún deceso reciente y cercano a causa de la epidemia.

“Conozco de cerca dos personas muertas. Ambas ancianas, de ochenta años más o menos. Una de ellas fue remitida para el Hospital Provincial de Sancti Spíritus y a la otra la dejaron en una pequeña sala de terapia que hay en el hospital de Fomento“, indicó el profesor citado anteriormente.

El propio martes, el gobernante Miguel Díaz-Canel encabezó una nueva reunión con expertos y científicos en temas de Salud, en la que las autoridades sanitarias reportaron una disminución de los síndromes febriles y de los casos de chikungunya.

Sin embargo, el propio parte oficial confirmó que el dengue continúa afectando con especial intensidad a varias provincias y que los contagios persistirán en las próximas semanas, recogió el diario oficial Granma.

Según la viceministra de Salud Pública, Carilda Peña García, al cierre de la semana 50 del año se registró una reducción del 21,1% en los síndromes febriles respecto a la semana anterior, un indicador que el Gobierno presenta como señal de avance.

No obstante, aunque el MINSAP publica cifras diarias de casos, estas estadísticas no logran reflejar la verdadera dimensión de la epidemia, marcada por limitaciones diagnósticas, demoras en la atención médica y la desconfianza de una gran parte de los cubanos, que prefieren automedicarse y no acudir a los centros de salud.

En el XI Pleno del Partido Comunista de Cuba, celebrado el sábado 13 de diciembre, el Gobierno reconoció deficiencias en la gestión de la actual crisis epidemiológica, aunque volvió a justificar los fallos estructurales del sistema de Salud Pública culpando al embargo estadounidense, la supuesta “guerra mediática” y factores externos.

 

 

 

Fuente: DDC

redaccion@diariocambio22.mx

AFC/GCH

WhatsApp Telegram
Telegram


  • CAMBIO 2750 BANNERS NIÑOS1 800X900 resultado

  • CAMBIO 2746 BANNERS NIÑOS1 1110X100 resultado