• El fortalecimiento sanitario redefinió la producción, exportación y seguridad alimentaria del sector pecuario

 

  • Control de enfermedades y nuevas estrategias marcaron un antes y un después en la proteína animal del país

 

Redacción / CAMBIO 22

Al reflexionar sobre la ganadería y la porcicultura en los últimos años, resulta evidente que gran parte de los esfuerzos se han concentrado en mejorar la productividad, incrementar el consumo y facilitar el comercio internacional. Sin embargo, 2025 deja una lección contundente para la industria pecuaria moderna: la sanidad no es sólo un tema técnico, sino una decisión estratégica de país.

El brote del gusano barrenador expuso vulnerabilidades importantes del sistema productivo mexicano. Las restricciones a la movilización y el cierre temporal de la frontera con Estados Unidos para la exportación de becerros evidenciaron la fragilidad de un modelo altamente dependiente de un solo mercado. Más allá del brote sanitario, quedó claro que la dependencia de la exportación de ganado en pie, principalmente hacia Estados Unidos, puede generar una desestabilización significativa del sector pecuario nacional ante cualquier interrupción.

En materia de sanidad, los hechos son claros: no se trata de temas que puedan improvisarse. La sanidad se construye con inversión constante, vigilancia permanente y una corresponsabilidad real entre el gobierno y el sector productivo.

Por su parte, la industria porcícola también deja aprendizajes relevantes en 2025. Entre ellos, destacan los esfuerzos estratégicos por reposicionar la proteína de cerdo ante el consumidor final, no solo para mantener, sino para incrementar el consumo per cápita, apostando por información, valor y confianza.

El 2025 fue, sin duda, un año de aprendizajes. Un año que permitió identificar áreas de oportunidad dentro de la industria pecuaria mexicana, pero, sobre todo, reconocer el enorme potencial de crecimiento que tiene el país si se toman decisiones correctas y oportunas.

Conscientes de todo lo aprendido durante estos últimos 12 meses, estoy convencido de que el 2026 será un año para aplicar las lecciones, no sólo para reinventarnos, sino para desarrollar productos más accesibles para el consumidor final y con mayor valor agregado.

Finalmente, quiero agradecer a todo el equipo involucrado en la elaboración de esta columna, en especial a Leticia Flores, Gerente de Comunicación de U.S Meat México; también a Edgar Hernández y su equipo en Ámbar Estrategia y, por supuesto, a Ganaderia.com y Porcicultura.com. Gracias por brindarme este espacio para generar contenido que aporte valor y reflexión a la industria pecuaria.

Les deseo una muy feliz Navidad y lo mejor para ustedes y sus familias en el año que está por venir.

 

 

 

Fuente: Ganaderia

redaccion@diariocambio22.mx

GPC/MER

WhatsApp Telegram
Telegram


  • CAMBIO 2750 BANNERS NIÑOS1 800X900 resultado

  • CAMBIO 2746 BANNERS NIÑOS1 1110X100 resultado