• Una de las publicaciones registró más de mil 200 reacciones de risa, frente a cerca de mil 400 reacciones totales, convirtiendo la supuesta muestra de apoyo en un espacio de evidente rechazo.

 

Ricardo Jesús Rivas/ CAMBIO 22

CHETUMAL, 4 de diciembre. – Las más recientes publicaciones que presumen una supuesta alta aprobación de la alcaldesa de Othón P. Blanco, Yensunni Martínez Hernández, desataron una oleada de reacciones que, lejos de respaldar la medición, la pusieron en entredicho. En redes sociales, particularmente en Facebook, cibernautas inundaron las imágenes promocionales con cientos de “caritas de risa”, expresando su desacuerdo con la narrativa de que la edil se encuentra entre las presidentas municipales mejor evaluadas de Quintana Roo. Una de las publicaciones registró más de mil 200 reacciones de risa, frente a cerca de mil 400 reacciones totales, convirtiendo la supuesta muestra de apoyo en un espacio de evidente rechazo.

Las capturas muestran una tendencia clara, la mayoría de los usuarios reaccionan de forma irónica a la gráfica que posiciona a Martínez Hernández entre las alcaldesas con mayor aprobación. Este tipo de respuesta masiva no solo refleja inconformidad ciudadana, sino también un desgaste en la credibilidad de los estudios demoscópicos utilizados para justificar resultados políticos. En una era de comunicación digital inmediata, la reacción colectiva se convierte en una forma de contrapeso simbólico ante lo que la audiencia percibe como propaganda o exageración.

El contraste entre la narrativa institucional y la percepción ciudadana se vuelve más evidente cuando el contenido difundido como logro gubernamental se transforma rápidamente en objeto de burla. La reacción espontánea y multitudinaria revela el sentir de una parte significativa de la población, que utiliza los mecanismos de interacción digital no solo para expresar desaprobación, sino para exponer el distanciamiento entre el discurso oficial y la experiencia cotidiana de los habitantes del municipio. Las risas, en este contexto, son una forma de protesta silenciosa pero contundente.

Este episodio evidencia cómo el espacio digital se ha convertido en un termómetro social capaz de exhibir, sin filtros, el nivel de legitimidad pública de un gobierno municipal. Más allá de los números presentados en las encuestas, la respuesta ciudadana sugiere una necesidad urgente de reconectar con la población y atender los problemas que han marcado la administración capitalina.

 

redaccion@diariocambio22.mx 

AFC

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