Ayuntamiento de Isla Mujeres Se Promociona en Concierto Religioso Y Abre Debate Sobre El Uso Político de La Fe
1 Dic. 2025
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La promoción oficial del evento incluyó logotipos y slogans del Ayuntamiento, lo que generó cuestionamientos sobre financiamiento público y vulneración del Estado laico.
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La difusión institucional rebasó el acompañamiento permitido en fiestas patronales y pudo convertirse en plataforma de posicionamiento político.
Gabriel Hernández/ CAMBIO 22
Isla Mujeres, 1 de diciembre de 2025. – La difusión y promoción oficial del concierto “Esperanza Viva”, encabezado por el cantautor católico Martín Valverde como parte de las Fiestas Patronales en honor a la Virgen de la Inmaculada Concepción, abrió un debate público en la isla sobre los límites entre tradición religiosa, participación gubernamental y uso político de la fe.
Aunque las fiestas patronales forman parte de la identidad y memoria cultural de Isla Mujeres, la intervención del Ayuntamiento en este caso generó cuestionamientos, luego de que la promoción del concierto incluyera el logotipo oficial del gobierno municipal, su slogan político “Sigamos Transformando”, así como publicaciones desde las cuentas institucionales invitando al evento como si fuera una actividad propia del Ayuntamiento.
La publicidad digital, compartida también desde la página oficial del municipio, colocó de manera predominante la imagen institucional del Ayuntamiento por encima del logotipo de la Parroquia Inmaculada Concepción, lo que levantó dudas sobre quién financió realmente la presentación del artista, pues este tipo de espectáculos suele implicar costos considerables en contratación, producción y logística.
¿Evento religioso o acto municipal disfrazado?
Hasta el momento, el Ayuntamiento no ha aclarado si aportó recursos públicos para este concierto religioso o si únicamente facilitó la explanada y los permisos correspondientes.
Sin embargo, la línea gráfica utilizada diseñada con la identidad visual oficial del trienio 2024-2027 y la invitación emitida “a nombre del municipio” sugieren un involucramiento mayor al simple acompañamiento institucional.
La publicación oficial del Ayuntamiento decía:
“Familias isleñas, les invitamos al Concierto Esperanza Viva con Martín Valverde este domingo 30 de noviembre en la Explanada Municipal. ¡La entrada es libre, no faltes!”
El mensaje reforzó la percepción de que el gobierno asumió el concierto como una actividad propia, sin detallar que se trataba de un acto de carácter confesional dirigido a un sector específico de la población.
En un municipio plurirreligioso, donde conviven comunidades católicas, cristianas, evangélicas, testigos de Jehová, adventistas e incluso personas no creyentes, este tipo de promoción oficial plantea un problema de laicidad, la autoridad no debe privilegiar ni promover directamente una religión por encima de las demás, sino garantizar libertad de culto bajo un marco de neutralidad.
Fiestas patronales sí, pero con límites claros
Las fiestas patronales tienen un valor cultural profundo en Isla Mujeres y son parte de su identidad histórica. La participación de las autoridades civiles en estas celebraciones suele considerarse legítima cuando se limita a:
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acompañamiento protocolario,
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apoyo logístico básico,
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coordinación de seguridad y protección civil,
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y respeto a las tradiciones locales.
Especialistas en gobernanza y sociedad civil coinciden en que cuando el gobierno adopta el rol de promotor principal de un acto religioso o lo utiliza para posicionar su imagen institucional, se cruza una línea peligrosa que puede interpretarse como uso político de la fe.
En contextos electorales especialmente en Quintana Roo, donde la competencia política es intensa este tipo de prácticas han sido señaladas frecuentemente como mecanismos indirectos de proselitismo, eventos que convocan a familias creyentes y ofrecen visibilidad positiva a las autoridades bajo un mensaje de unión, paz y valores, pero que al mismo tiempo fortalecen el capital político de quienes gobiernan.
Hasta ahora no se ha informado si:
El Ayuntamiento pagó parte de la producción del concierto, si la contratación del artista fue financiada por la Iglesia o por patrocinadores privados, si se usaron recursos municipales para sonido, iluminación, seguridad o montaje o si el gobierno solo autorizó el espacio y se sumó al discurso del evento.
¿Uso político de la fe?
A esto se suma el hecho de que el slogan oficial del gobierno municipal “Sigamos Transformando” aparece en el cartel como sello principal del evento. Este tipo de mensajes, propios de campañas gubernamentales, generan dudas sobre la intención real de la administración local.
En un estado laico, las autoridades deben evitar que la religión se convierta en herramienta de posicionamiento político.
“El respeto a las creencias no implica apropiarse de ellas. El gobierno puede acompañar, pero no debe usar actos de fe como plataforma de legitimación”, coinciden especialistas en derechos humanos y Estado laico.
Isla Mujeres es un pueblo profundamente ligado a sus tradiciones religiosas, y las fiestas patronales son una parte esencial de su identidad colectiva, empero, la colaboración entre Iglesia y Estado debe regirse por transparencia, neutralidad y respeto a la diversidad.
Si el concierto fue financiado por la parroquia o por patrocinadores, el Ayuntamiento debería aclararlo. Y si hubo recursos públicos involucrados, corresponde explicar el fundamento legal y la pertinencia de financiarlos.
Entre acompañar y apropiarse hay una frontera que el gobierno debe cuidar.
Las celebraciones religiosas merecen ser respetadas, pero no convertidas en una extensión de la imagen política de quienes gobiernan y mucho menos adueñarse.
La comunidad tiene derecho a disfrutar de sus tradiciones, y también tiene derecho a que el gobierno actúe con neutralidad, transparencia y respeto al Estado laico.
Con información del Sistema de Noticias CAMBIO 22
GCH



























