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  • No basta el enojo ciudadano para poner fin a un régimen, más aún si este es de talante autoritario. Las marchas comenzarán a ser reprimidas; lo vimos el 15 de noviembre

 

Fernando García Ramírez/ CAMBIO 22

Diecisiete años tomó a la sociedad sacar al PRI de Los Pinos. Comenzó con los triunfos opositores en municipios y diputaciones en Chihuahua y Durango en 1983 y culminó con el triunfo de Vicente Fox en el 2000.

¿Cuánto tiempo tomará a la sociedad sacar al gobierno de Morena (ineficaz y corrupto) de Palacio Nacional? No será una tarea sencilla, pero tampoco imposible.

Muchos fueron los factores que tuvieron que concurrir para sacar del poder a los priistas: crisis económicas, grandes transformaciones internacionales (la caída del Muro de Berlín), participación activa de los intelectuales, un gran sismo, asesinatos políticos dentro del PRI, presiones de organismos foráneos, fuerte desgaste institucional, el surgimiento de la izquierda democrática, empresarios que infiltraron al PAN para utilizarlo como vehículo electoral, actores relevantes (Zedillo, Fox), pero sobre todo una enorme voluntad de cambio.

Instrucciones para sacar a Morena de Palacio – El Financiero

México quería modernizarse mediante procedimientos democráticos: organismos electorales autónomos, elecciones ciudadanas, amplia vigilancia institucional, prensa libre. En suma, un amplio anhelo democrático.

Esa voluntad de cambio no se respira ahora, no todavía. Comienza a aparecer el enojo en zonas cada vez más amplias. La inseguridad no cede; los asesinatos políticos están subiendo de nivel, el país se encuentra económicamente estancado, los servicios de salud siguen siendo muy deficientes.

Sin embargo, dos son los factores que más indignan a la sociedad: la corrupción y la impunidad, la certeza de que basta ser de Morena para que les sean perdonados todos los latrocinios, aun los más graves.

¿Un campo de exterminio en Jalisco? Sin culpables. ¿El huachicol fiscal? Las cabezas siguen libres y en sus puestos. ¿Despilfarros morenistas en viajes, lujos, propiedades? Sin castigo. De haberse afiliado a Morena, hoy El Chapo Guzmán sería senador.

Ni la sociedad ni la oposición están listas para enfrentar la poderosa maquinaria electoral de Morena. PAN y MC son partidos encabezados por dirigentes mediocres. La sociedad está desorganizada.

No hay liderazgos visibles. La mayor parte del empresariado es pasivo frente al poder. Las mujeres marchan. Los jóvenes están comenzando a tomar las calles. Los campesinos y maestros bloquean carreteras. Pero parece lejano el día en el que las fuerzas ciudadanas formen un frente común.

Hasta ahora, los mayores peligros del gobierno son internos (las luchas entre las distintas facciones de Morena) y externos (las presiones y sorpresas de Trump). No provienen de la sociedad ni de la oposición.

Puede ser una imagen de una o varias personas, multitud y texto

No basta el enojo ciudadano para poner fin a un régimen, más aún si este es de talante autoritario. Las marchas comenzarán a ser reprimidas; lo vimos el 15 de noviembre.

El gobierno hizo todo lo posible para enviar un mensaje disuasivo: si marchas, ciudadano, te pueden gasear, golpear, arrestar y fincar cargos penales —tú sabes si te arriesgas—. Y la sociedad se va a atrever, cómo no.

Pero no es suficiente. Es necesaria la organización partidista y nuevos liderazgos. Hace falta que la demolición de la democracia que ejecutó Morena se traduzca en hechos concretos para la sociedad: leyes arbitrarias, impuestos absurdos, escándalos sin castigo, masacres oprobiosas, asfixia de los medios de comunicación independientes.

La sociedad ha tolerado hasta el momento la lenta erosión de la democracia. No protestó frente a la ilegítima sobrerrepresentación de los diputados de Morena. Nada dijo frente al descarado fraude electoral mediante el que se eligió al nuevo Poder Judicial.

Me corrijo: la sociedad sí expresó su rechazo con su ausencia en las urnas: solo el 13 por ciento salió a votar. Ni siquiera una mínima manifestación provocó la desaparición del instituto encargado de la transparencia.

Puede ser una imagen de una o varias personas, multitud y texto que dice "ESP"

Igualmente, importante que la organización partidista sea la formulación de alternativas al morenismo. ¿Qué alternativas plantea la oposición para enfrentar el “primero los pobres” de Morena? ¿Qué estrategia concreta que sustituya el “abrazos, no balazos”? ¿Cómo piensa la oposición enfrentar el poderoso efecto electoral de los programas sociales? Proponer eliminarlos es darse un balazo en el pie. Existen alternativas, como la que expuso Gabriel Zaid (“Repartir sin populismo”, Letras Libres, 27 feb. 23).

En las pasadas elecciones atestiguamos el patético espectáculo de los candidatos de oposición defendiendo los programas sociales, es decir, el principal programa del gobierno.

Hacen falta ideas nuevas, soluciones creativas para terminar con la pobreza extrema, con el crimen, para disminuir la desigualdad. Esta es la tarea de intelectuales y académicos.

Necesitamos organización, ideas, propuestas, liderazgos, imaginación, coraje y valor cívico para enfrentarse a un régimen apoyado por los militares y aliado con los delincuentes.

Falta mucho para tener la fuerza necesaria para sacar a Morena de Palacio Nacional, pero toda larga marcha se comienza dando los primeros pasos. Y eso es lo que está comenzando a suceder.

 

 

 

Fuente: El Financiero

redaccion@diariocambio22.mx

KXL/RCM

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