La pregunta ahora es: ¿qué pasará a continuación? Porque la relación con EU puede empeorar, el helicóptero puede irse del hangar, los expedientes de los morenistas pueden frenarse, pero eso no cambiará la realidad de la narcopolítica mexicana ni los compromisos políticos que unen a muchos en Morena, tapándose los unos a los otros.
El Helicóptero de Gertz
29 Nov. 2025
Peniley Ramírez / CAMBIO 22

En otro caso, el dueño del Bell debería pagar mantenimientos, limpieza y el uso del hangar, unos tres mil dólares mensuales. No ha sido así en este caso. Para esta aeronave, Gertz pidió al personal que trabajaba allí que “cuidara el helicóptero”. No tiene logos oficiales; no está asegurado (estaría en la sección de aeronaves esperando juicio o remate). Tampoco está en servicio para la Fiscalía. Simplemente está allí, limpio, atendido, sin usarse ni pagar. Y esto sucede, me dicen fuentes que han trabajado allí, porque “todo el mundo sabe que ese helicóptero es de Gertz”.
No hallé ningún documento que acredite que este es el caso. Sin embargo, tuve acceso a documentación que muestra que el helicóptero está en el hangar y que la Fiscalía no ha cobrado unos 2.5 millones de pesos en los últimos años por su alojamiento. “Es muy simple: ¿quién autorizó que ese helicóptero estuviera allí?”, me dijo una fuente de la Fiscalía.
El caso del Bell es uno de varios “excesos” que le permitieron a Gertz durante años y que ahora se usaron para acelerar su salida.
“Al fiscal se le permitieron algunos excesos”, me dijo un funcionario, como el del helicóptero y el arresto de familiares suyos con los que tenía disputas por dinero. Durante años, la habilidad política de Gertz le permitió liderar la FGR, una institución con numerosas rencillas internas. Y su labor en la FGR incomodó a muchos en la política mexicana. Varias fuentes que durante años temieron hablar conmigo sobre el fiscal lo hicieron en los últimos dos días. Otras fuentes reivindicaron su fidelidad. Me dijeron que Gertz se ganó la confianza de funcionarios clave de la administración de Donald Trump, por lo que su salida podría convertirse en un problema para la relación diplomática entre México y EU.
La caída del fiscal, coinciden mis fuentes, comenzó hace meses. El secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, se llevó a decenas de exfuncionarios de la FGR para que trabajaran con él. “Desde allí, negociaron casos que originalmente se habían investigado en la FGR”, me dijo una fuente. Mientras, en la Fiscalía cerraban la pinza sobre investigaciones clave que afectaban a políticos de Morena. “Nos volvimos cada vez más incómodos”, me dijo un funcionario cercano a Gertz.

He investigado algunos de estos casos. Tocan a políticos cercanos al expresidente Andrés Manuel López Obrador, desde Adán Augusto López hasta Rubén Rocha Moya. Las investigaciones comenzaron por casos distintos: huachicol, Cártel de Sinaloa, “La Barredora” o contratos corruptos para obras de gobierno. En la FGR vieron que varios casos formaban parte de una misma red cuyo denominador común era el expresidente.
Esta semana, cuando Reforma publicó las acusaciones penales contra Raúl Rocha, dueño de Miss Universo, todo se aceleró. En menos de 24 horas, desde Palacio Nacional informaron a Gertz que debía irse. De repente, los “excesos del fiscal”, incluido el helicóptero en el hangar de la FGR, ya no eran pequeños pecados.
KXL/RCM




















