• El hecho exhibe abandono, negligencia y omisiones en el fraccionamiento vinculado a la Promotora Turística Mahahual y Royal Caribbean.

 

Ricardo Jesús Rivas/ CAMBIO 22

CHETUMAL, 25 de noviembre.- Majahual vive días de profunda indignación tras la muerte del ciudadano italiano Davide Pozzi, de 54 años, ocurrida luego de caer con su motocicleta en un hoyo sin señalizar en la avenida Caribe del fraccionamiento Las Casitas.

El hecho reveló fallas graves en la obra que actualmente ejecuta la Promotora Turística de Mahahual (PTM) —propiedad del empresario Isaac Hamui— en la avenida principal de la colonia, donde los trabajos permanecen detenidos y las vialidades se encuentran abiertas, inundadas y sin medidas mínimas de seguridad. La comunidad responsabiliza también a Royal Caribbean, nuevo propietario del Puerto Costa Maya, pues la rehabilitación de las calles se retomó justo tras la compra del complejo turístico, según informaron medios locales.

El accidente ocurrió la tarde del jueves 13 de noviembre, cuando Pozzi, imposibilitado de usar la avenida Puerto —cerrada desde hace más de un mes sin avances—, tomó la avenida Caribe, una vía sin alumbrado, sin señalización y con profundas irregularidades producto de años sin mantenimiento. En la oscuridad, cayó en una zanja. Vecinos lo auxiliaron y un médico local lo atendió con los recursos limitados disponibles, sin detectar lesiones graves. Sin embargo, durante la madrugada, su estado se complicó y falleció; la necropsia confirmó un trauma craneoencefálico derivado de la caída. La tragedia expuso otra omisión histórica, Majahual no cuenta con hospital ni equipos de diagnóstico, pese a ser un destino turístico internacional.

Los colonos señalan que la Promotora Turística de Mahahual retomó las obras solo por presión vecinal y tras la adquisición del puerto por parte de Royal Caribbean International Group, que proyecta instalar su nuevo parque turístico Perfect Day México. Sin embargo, las reparaciones avanzan a paso nulo. Testimonios indican que la empresa contratada no tiene personal capacitado ni maquinaria adecuada; las calles llevan abiertas un mes, con material de obra abandonado, charcos, zanjas peligrosas y montículos de relleno. Vecinos también reportan que la tierra retirada de la avenida principal se utiliza para rellenar humedales, sin supervisión de autoridades ambientales como SEMA ni de Obras Públicas, ante la ausencia de municipalización del fraccionamiento.

El malestar vecinal escaló al grado de considerar bloqueos a los accesos del puerto para presionar a la promotora; aunque no se concretaron, los residentes advierten que la medida sigue sobre la mesa si no hay avances tangibles y responsables claros. Representantes de la Secretaría de Gobierno acudieron a Majahual para contener el conflicto, pero los vecinos insisten en que esta muerte debe marcar un antes y un después. Exigen calles iluminadas, seguras y transitables; supervisión estatal de la obra; sanciones por negligencia; y una discusión urgente sobre la precariedad médica que enfrenta la comunidad.

La muerte de Davide Pozzi —un hombre querido entre la comunidad italiana residente en Quintana Roo— deja un dolor profundo y una exigencia colectiva que la vida perdida no sea solo un número más detrás de la improvisación, la indiferencia y los intereses económicos que operan sobre Majahual desde hace décadas. “Esto le pudo pasar a cualquiera”, insisten los colonos. Hoy, Majahual exige verdad, responsabilidad y cambios estructurales para que una tragedia como esta nunca vuelva a repetirse.

 

 

redaccion@diariocambio22.mx

RHM

 

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