Noelia y la Violencia en México
13 Nov. 2025
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Necesariamente Incómoda
Graciela Machuca Martínez / CAMBIO 22
A la sociedad mexicana ya no le bastan las condolencias, la consternación, porque de la indignación se debe pasar a las acciones y construir una ciudadanía que esté ávida de justicia, dispuesta a participar y reconstruir las instituciones que se están destruyendo desde el gobierno federal de la 4T.
Así como en Quintana Roo y en otras entidades de México la violencia también devora a niñas, niños y adolescentes, a Oaxaca, le tocó una vez más, porque este martes 11 de noviembre, la niña Noelia Daylen, de cuatro años, fue hallada sin vida en un domicilio de la colonia La Planta Impregnadora, en el municipio de Juchitán de Zaragoza, ubicado en la región conocida como el Istmo de Tehuantepec, tras desaparecer el día anterior luego del asesinato de su madre durante un ataque armado.

La Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO) confirmó su identidad y detuvo a tres mujeres como presuntas responsables de su desaparición y homicidio. El caso ha generado indignación en la región y el país, con exigencias de justicia y protección para mujeres y niñas.
Por otra parte, en lo que va del año 2025, se han registrado al menos 36 menores de edad asesinados en Quintana Roo, según datos de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) basados en información del SESNSP, con casos que incluyen víctimas colaterales de balaceras, asesinatos directos y ejecuciones relacionadas con actividades del narcomenudeo.
Aunque las cifras generales de homicidios dolosos en el estado muestran una disminución en la primera mitad del año, el número de menores afectados refleja una preocupante escalada de violencia que ha impactado a la población infantil.
En enero, una niña de 11 años fue víctima indirecta de un ataque armado en Cancún.

En febrero, un joven de 17 años, conocido como Tello, fue asesinado a balazos mientras circulaba en su motocicleta en la Supermanzana 101 de Cancún.
En marzo, un adolescente de 16 años fue acribillado con al menos diez disparos en el fraccionamiento Prado Norte.
Durante julio, un joven de 15 años murió en una barbería de la región 217 tras un ataque relacionado con el cobro de préstamos “gota a gota”; una menor de 10 años falleció en un incidente familiar que conmocionó a la sociedad local; una bebé de diez meses resultó herida con balas en el pecho y brazos durante un ataque en la región 240, y su padre falleció horas después.
Hasta agosto de 2025, 88 menores de edad han sido rescatados de redes de trata en el estado, principalmente en hoteles, calles y viviendas, lo que evidencia el uso de Quintana Roo como punto vulnerable para la explotación sexual y el trabajo forzado.

El gobierno estatal ha implementado campañas como “Es Trata” y “Los Niños no se Rompen”, y ha capacitado a más de 1,400 personas del sector turístico y empresarial en prevención de la trata.
En 2024, hasta octubre, se registraron 175 homicidios de menores de 17 años en Quintana Roo, lo que indica una tendencia preocupante que se ha mantenido en 2025.
A nivel nacional, en lo que va del año, la violencia letal contra la infancia y la adolescencia en México presenta una realidad compleja. Mientras algunos indicadores muestran leves descensos, las cifras totales siguen siendo profundamente alarmantes. A pesar de los esfuerzos gubernamentales, el país continúa enfrentando una crisis de seguridad que golpea con especial crudeza a sus menores.
De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) y análisis de la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), entre enero y mayo de 2025 se registraron 958 homicidios de personas de entre 0 y 17 años a nivel nacional, una cifra que representa una disminución del 4.5% en comparación con los 1,003 casos registrados en el mismo periodo de 2024. Esta reducción, aunque positiva, no oculta la magnitud del problema, que promedia más de 6 homicidios diarios.
El panorama se vuelve más preocupante al analizar el delito de homicidio doloso. En los primeros cinco meses de 2025, se notificaron 332 casos, lo que supone una reducción más significativa del 13.8% frente a los 385 casos de 2024. De estas víctimas, 46 fueron mujeres y 286 hombres. Un dato escalofriante es que tres de cada cuatro homicidios dolosos (258 casos) fueron cometidos con arma de fuego, evidenciando la creciente militarización de la violencia que afecta a los menores.

La violencia no se distribuye de forma uniforme. Un puñado de estados concentra la mayor parte de estos crímenes, convirtiéndose en epicentros de la tragedia.
Guanajuato: El estado ha sido durante años uno de los más violentos del país. En los primeros cinco meses de 2025, lideró las estadísticas tanto en homicidios generales como en homicidios dolosos de menores. Es una de las entidades donde tres de cada diez asesinatos de niños y adolescentes en el país tuvieron lugar.
Michoacán: Comparte el primer lugar con Guanajuato como uno de los estados con mayor número de víctimas. Su contexto de confrontación entre grupos delictivos ha tenido un impacto devastador en la población civil, incluyendo a los más jóvenes.
Oaxaca: Se ha convertido en un punto crítico, apareciendo constantemente entre los tres estados con más homicidios de menores. En conjunto, Guanajuato, Michoacán y Oaxaca concentraron una de cada cuatro muertes violentas de personas de 0 a 17 años en el periodo de octubre de 2024 a mayo de 2025.

Otros estados que también presentan altas cifras incluyen Sinaloa, Estado de México, Jalisco y Guerrero. En particular, Sinaloa ha registrado aumentos alarmantes en algunos periodos; por ejemplo, se reportó un alza de 1,300% en homicidios dolosos de menores en el primer trimestre de 2025 en comparación con el mismo periodo del año anterior, pasando de un solo caso a 14.
Al comparar los datos acumulados hasta noviembre de 2024 con los del mismo periodo de 2025, se observa un cambio de guardia en el liderazgo estatal. En 2024, los tres estados con más homicidios de menores fueron Guanajuato, Michoacán y el Estado de México. Para 2025, el Estado de México ha sido desplazado por Oaxaca, lo que indica una reconfiguración de los focos rojos de violencia.
A nivel nacional, el número total de homicidios de menores de enero a noviembre de 2024 fue de 2,243, lo que representó un aumento del 6.5% frente a 2023. Las cifras de 2025, aunque aún incompletas, sugieren que la tendencia de crecimiento se ha detenido e incluso se ha revertido parcialmente, al menos en los primeros cinco meses.
Los datos de 2025 muestran una ligera esperanza con descensos en los homicidios dolosos, pero la realidad es que México sigue perdiendo a centenares de niños y adolescentes cada año a causa de la violencia.

La concentración de estos crímenes en unos pocos estados y el uso masivo de armas de fuego indican que se trata de un problema profundamente arraigado en la inseguridad generalizada y la presencia de la delincuencia organizada.
El caso del secuestro y asesinato de un niño de cinco años en el Estado de México por una deuda de mil pesos, que conmocionó al país en 2025, es un trágico ejemplo de la impunidad y la crueldad que imperan.
Para que los leves descensos se conviertan en una tendencia sostenible, se requiere una estrategia integral de Estado que vaya más allá del enfoque policial, abordando las causas estructurales de la violencia y garantizando el derecho a la vida de todas las niñas, niños y adolescentes.
GPC/RCM





















