Escalada de Violencia Entre Taxistas y Motorepartidores
24 Oct. 2025
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A esta tensión se suman los conflictos de los taxistas con conductores de plataformas digitales, e incluso entre ellos mismos, en una disputa que parece no tener arbitraje institucional efectivo
Ricardo Jesús Rivas/ CAMBIO 22
CHETUMAL, 24 de octubre. – La tarde de este 24 de octubre, un nuevo episodio de confrontación entre taxistas y motorepartidores volvió a sacudir a la capital del estado. En un video que circula ampliamente en redes sociales, se observa a un taxista identificado con el número económico 695 sosteniendo un machete mientras discute con un motorepartidor en plena avenida Chetumal, hecho que desató alarma entre transeúntes y reavivó el debate sobre la falta de control y autoridad en el transporte urbano de la ciudad.
Los enfrentamientos entre ambos gremios no son nuevos, pero su frecuencia e intensidad han ido en aumento en los últimos meses. Lo que comenzó como una competencia por el espacio económico y la clientela se ha transformado en una cadena de agresiones verbales, amenazas y actos de violencia que ocurren a plena luz del día. A esta tensión se suman los conflictos de los taxistas con conductores de plataformas digitales, e incluso entre ellos mismos, en una disputa que parece no tener arbitraje institucional efectivo.
🚖La tarde de este 24 de octubre, un nuevo episodio de confrontación entre taxistas y motorepartidores volvió a sacudir a la capital del estado🏍️. En un video que circula ampliamente en redes sociales, se observa a un taxista identificado con el número económico 695 sosteniendo… pic.twitter.com/zwiLlcp8Ot
— Diario CAMBIO 22 (@DiarioCAMBIO22) October 24, 2025
La presencia del machete refleja algo más que un altercado aislado, es la descomposición del orden urbano y la falta de aplicación de la ley en un sector históricamente marcado por privilegios, concesiones políticas y escasa supervisión.
Mientras los motorepartidores operan en la informalidad laboral y los taxistas reclaman protección de sus rutas, las autoridades municipales y estatales se limitan a emitir llamados a la calma o mesas de diálogo que rara vez producen resultados concretos.
En el fondo, lo que se vive en Chetumal es el síntoma de una crisis estructural en la movilidad y la gobernanza del transporte público. La ausencia de una política integral que regule y modernice el sector ha permitido que las calles se conviertan en escenarios de confrontación y miedo.
GPC




















