• En entrevista, Diego Castañón admite que octubre ha sido un mes “un poquito más bajo”, pero atribuye la disminución de turistas a la temporada baja y al sargazo, no a un abandono definitivo del destino; prevé ocupaciones de hasta 94 % entre noviembre y marzo.

 

  • Datos oficiales registran que el verano 2025 dejó apenas 30 % de ocupación hotelera en la costa y 15 % en el centro, debido a récords de sargazo, tarifas elevadas y cobros de acceso a la playa. El gobierno respondió con accesos gratuitos a las playas y nuevas estrategias de promoción.

 

 

Renán Castro Hernández/ CAMBIO 22

El alcalde de Tulum, Diego Castañón, abordó las críticas virales que aseguran que “Tulum no tiene turismo”, reconoció que octubre es históricamente temporada baja y que este año “hemos tenido una temporada un poquito más baja”, pero aseguró que la ocupación repuntará entre noviembre y marzo hasta 94 %, cuando llegan visitantes nacionales y extranjeros.

También explicó que el sargazo complicó el verano y que el recale fue “enormes cantidades”, aunque ya casi ha desaparecido, Castañón consideró que la polémica se ha politizado y llamó a “seguir promocionando” el destino.

¿Qué pasó con Tulum? Datos que explican la caída

Los comentarios del alcalde llegan después de que varios medios informaran sobre una caída inédita en las visitas a Tulum, la ocupación hotelera en la zona costera se desplomó al 30 % en verano, mientras que en el centro del pueblo cayó al 15 %.

Expertos y autoridades explican que el sargazo récord de 2025, los altos precios y los cobros de acceso a la playa afectaron la imagen del destino, la apertura del Parque Nacional del Jaguar introdujo tarifas de 415 pesos para extranjeros y 255 pesos para mexicanos por entrar a las playas, lo que generó protestas.

Además, las tarifas hoteleras alcanzaron en promedio 450 dólares por noche y los taxis llegan a cobrar 25 dólares por trayecto, mientras que los servicios no siempre corresponden a esos precios.

Reacción oficial y medidas de rescate

Las críticas generaron una respuesta de los gobiernos estatal y municipal, el 8 de octubre, fuentes oficiales reportaron que 15 hoteles y clubes de playa firmaron un acuerdo para garantizar el acceso gratuito a la playa a través de sus propiedades, eliminando cobros y consumos mínimos.

Entre los participantes figuran Papaya Playa Project, La Eufemia, Casa Violeta y Selina Tulum.

La medida busca revertir la percepción de un destino exclusivo y poco accesible, la misma nota detalla que la creación del Parque del Jaguar cerró accesos tradicionales y desató protestas; sin embargo, la presión social obligó a las autoridades a buscar soluciones.

Castañón mencionó en el video que está trabajando con la gobernadora Mara Lezama para habilitar nuevas entradas al Parque del Jaguar.

“Ya está el acceso sur, estoy seguro de que ya están a punto de tener el acceso norte”, dijo, lo que aliviaría las quejas sobre las tarifas y la falta de entradas.

Eventos y activos que siguen atrayendo turismo

Pese a la caída, Tulum sigue siendo un imán para el turismo nacional e internacional, uno de los atractivos que reactivarán la demanda es el Festival Zamna, un encuentro de música electrónica en plena selva.

El blog de viajes Xaman-Ha Connections describe al Zamna como un festival que combina “beats” de talla mundial con el ambiente de la jungla de Tulum.

La edición 2025 promete un cartel de artistas globales, sesiones de bienestar al amanecer y fiestas en cenotes y escenarios junto al lago.

La misma guía señala que el festival organiza prefiestas en distintas locaciones de la Riviera Maya y ofrece actividades como yoga y gastronomía de Tulum.

Además del Zamna, el calendario local incluye competencias deportivas, exposiciones culturales y la apertura de la segunda fase del Parque del Jaguar, proyecto que pretende combinar conservación y turismo.

El alcalde recordó que la presidencia de México y el gobierno estatal impulsan el Tren Maya y la aeropuerto internacional de Tulum, infraestructura que incrementará la conectividad.

Un llamado a la honestidad y a la sostenibilidad

La narrativa de un Tulum desolado no es del todo falsa, la caída de ocupación y las críticas a los precios son hechos documentados.

Sin embargo, la respuesta de las autoridades y los empresarios indica que la situación es reversible, Castañón pidió a los habitantes y comerciantes no divulgar “chismes” ni desincentivar al turismo:

“No hay que estar politizando el tema”, dijo, Su llamado recuerda que todo polo turístico se rige por temporadas, y que la “temporada baja” es clave para planear y corregir.

Para que Tulum vuelva a llenar sus hoteles, especialistas consultados subrayan la necesidad de precios justos, mejores servicios, acceso libre a las playas y un turismo sostenible que respete los ecosistemas.

En esa línea, la liberación de accesos y la llegada de festivales son pasos importantes, Tulum sigue siendo un diamante de la Riviera Maya, pero su brillo depende de cómo gestione sus recursos y de la disposición de sus autoridades y empresarios para corregir errores y escuchar a quienes viajan.

Infraestructura, turismo comunitario y obras prioritarias, las apuestas del  gobierno en turno para recuperar el brillo de Tulum

Desde el inicio de esta administración, el gobierno de Tulum ha dado pasos cuantificables hacia la mejora urbana y la inclusión social, se ha registrado una inversión pública histórica de más de 150 millones de pesos en obras de infraestructura que incluyen embellecimiento urbano, alumbrado, drenajes y conexión de colonias marginadas.

El presidente municipal Diego Castañón Trejo informó que se han pavimentado más de 120,000 m² de vialidades y rehabilitado 16,000 m de calles, además de otorgar mil becas educativas de todos los niveles y garantizar el acceso libre y gratuito a las playas como una política de justicia social, el municipio no solo busca recuperarse del bajón turístico, sino rescatar la función social del destino.

Este esfuerzo también se han orientado hacia un turismo más inclusivo, donde el turismo comunitario cobra protagonismo, en este modelo, las comunidades locales participan directamente en la oferta turística, como guías, operadores de hospedajes sencillos, productores de artesanías o anfitriones de experiencias culturales.

La idea es que los ingresos se queden en el territorio, fortalecer identidades locales y reducir la dependencia del turismo masivo, sin embargo Tulum enfrenta tensiones con su modelo turístico dominante, tarifas hoteleras elevadas, cobros de acceso a playas dentro de Parques Nacionales, recales de sargazo y una caída real en ocupación hotelera.

Estas realidades chocan con la aspiración comunitaria, pues muchos prestadores pequeños quedan excluidos ante los costos de operación exigidos por el mercado tradicional.

Pese a la adversidad, Tulum sigue figurando dentro del mapa turístico nacional como un destino con peso estratégico, datos económicos estiman que el municipio aporta un 3.8 % del Producto Interno Bruto estatal, con un valor de alrededor de 15,500 millones de pesos en actividad económica formal y más de 20,000 empleos formales activos.

También destaca el arribo de más de 200 nuevos proyectos inmobiliarios durante 2024, que reflejan confianza inversionista incluso en contextos de desaceleración.

Además, la inauguración del Aeropuerto Internacional de Tulum en diciembre de 2023 ha reforzado la conectividad, en 2024 manejó más de 1.2 millones de pasajeros, ubicándose entre los aeropuertos emergentes más importantes del país.

 En conjunto, estos indicadores muestran que aunque Tulum atraviese una coyuntura difícil, el destino sigue siendo capital en la Riviera Maya y tiene una base resiliente para su recuperación.

Con información del Sistema de Noticias CAMBIO 22

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