Regalo el Director del FBI Armas Impresas en 3D a Nueva Zelandia y el Gobierno las Destruyó Por Ser Ilegales Según Su Ley

• Las réplicas de plástico de las pistolas impresas en 3D formaban parte de los expositores que Patel entregó a al menos tres altos funcionarios de seguridad neozelandeses en julio

Redacción / CAMBIO 22

Durante una visita a Nueva Zelandia, el director del FBI, Kash Patel, obsequió a la Policía y a los jefes de espionaje del país pistolas inoperables cuya posesión era ilegal, según las leyes locales de armas, y que debían ser destruidas, informaron las fuerzas del orden neozelandesas a The Associated Press.

Las réplicas de plástico de las pistolas impresas en 3D formaban parte de los expositores que Patel entregó a al menos tres altos funcionarios de seguridad neozelandeses en julio. Patel, el funcionario de mayor rango de la administración Trump que haya visistado el país hasta la fecha, se encontraba en Wellington para inaugurar la primera oficina independiente del FBI en Nueva Zelandia.

Las pistolas son armas estrictamente restringidas, según la ley neozelandesa, y poseer una requiere un permiso adicional además de la licencia de armas regular. Las fuerzas del orden no especificaron si los funcionarios que se reunieron con Patel contaban con dichos permisos, pero no podrían haber conservado legalmente los regalos en caso de no tenerlos.

No estaba claro qué permisos había solicitado Patel para introducir dichas armas en el país. Un portavoz de Patel declaró a AP este martes que el FBI no hizo ni hará comentarios.

Las pistolas fueron entregadas y destruidas

Las armas no operativas se consideran como si lo fueran en Nueva Zelandia si se les realizan modificaciones para que funcionen. Los reguladores de armas consideraron que las pistolas eran potencialmente operativas y fueron destruidas, según declaró el comisionado de Policía de Nueva Zelandia, Richard Chambers, a AP en un comunicado este martes.

Chambers no especificó cómo se inutilizaron las armas antes de que Patel las obsequiara. Normalmente, esto significa la desactivación temporal del mecanismo de disparo del arma.

Tres de las figuras policiales más influyentes de Nueva Zelandia afirmaron haber recibido los obsequios en reuniones celebradas el 31 de julio. Chambers fue uno de ellos, y los otros dos fueron Andrew Hampton, director general de la Agencia de Inteligencia Humana NZSIS del país, y Andrew Clark, director general de la Agencia de Inteligencia Técnica GCSB, según un comunicado conjunto de sus departamentos.

Un portavoz de las agencias de espionaje describió el regalo como “un expositor de medallas conmemorativas”, que incluía el arma inoperable impresa en 3D “como parte del diseño”. Al día siguiente, los funcionarios solicitaron asesoramiento sobre los regalos al organismo regulador que aplica las leyes de armas de Nueva Zelandia, declaró Chambers.

Al examinar las armas, se descubrió que eran potencialmente operativas.

“Para garantizar el cumplimiento de las leyes de armas de fuego, ordené a la Policía que las retuviera y destruyera”, declaró Chambers.

James Davidson, exagente del FBI y actual presidente del Proyecto de Integridad del FBI, una organización sin fines de lucro que busca proteger al organismo de influencias partidistas indebidas, ha criticado el nombramiento de Patel.

Pero Davidson afirmó que el regalo de las réplicas de pistolas parecía “un gesto genuino” de Patel y que su destrucción fue “francamente, una reacción exagerada del NZSIS, que podría haber dejado la réplica inoperable”, declaró.

Nueva Zelandia tiene un estricto control de armas

Allí, las armas impresas en 3D reciben el mismo trato que otras armas. El país reforzó sus restricciones de armas tras el ataque supremacista blanco de 2019 contra dos mezquitas en la ciudad de Christchurch, donde 51 fieles musulmanes fueron asesinados a tiros por un australiano que había acumulado legalmente un alijo de armas semiautomáticas.

Las armas que Patel regaló a los jefes de las fuerzas del orden no eran modelos semiautomáticos, ahora prohibidos tras la masacre de Christchurch. Sin embargo, existen otras razones por las que los neozelandeses podrían no poder poseer legalmente ciertas armas, incluyendo los permisos específicos requeridos para pistolas.

Nueva Zelandia no tiene una cultura de posesión de armas muy arraigada, y estas armas han sido vistas con menosprecio desde el tiroteo masivo. La posesión de armas está consagrada en la legislación neozelandesa como un privilegio, no como un derecho. El país no carece de armas; aunque son comunes en las zonas rurales para el control de plagas. Sin embargo, los delitos violentos con armas de fuego son poco frecuentes y muchos residentes urbanos podrían no haber visto nunca un arma de fuego en persona.

Es incluso raro ver a agentes de policía portando armas. Los agentes de primera línea no suelen estar armados durante las patrullas y las dejan bajo llave en sus vehículos.

Patel causó malestar con las declaraciones sobre China

La noticia de la visita de Patel causó revuelo en Nueva Zelandia en su momento, ya que la apertura de la nueva oficina del FBI en Wellington no fue divulgada a los medios de comunicación ni al público hasta ya producida. Un comunicado del FBI en julio indicó que la medida alineaba a Nueva Zelandia con las misiones del FBI en otros países con los Cinco Ojos, como se conoce a los países que comparten inteligencia y que incluye Estados Unidos, Australia, Canadá y el Reino Unido.

La oficina proporcionaría una misión local para el personal del FBI que ha operado bajo supervisión desde Canberra, Australia, desde 2017, según el comunicado.

Registros públicos revelados a medios de comunicación locales este mes revelaron que Patel se reunió y cenó con más de una docena de altos funcionarios públicos y funcionarios elegidos, incluyendo ministros del gabinete, durante su visita. Este martes no estaba claro cuántos funcionarios recibieron las pistolas como obsequio.

Patel ya había provocado cierta incomodidad diplomática en Wellington al sugerir, en declaraciones a la prensa, que la nueva oficina del FBI tenía como objetivo contrarrestar la influencia de China en el océano Pacífico Sur, donde se encuentra Nueva Zelandia. Estos comentarios provocaron una educada desestimación por parte de los funcionarios en Wellington, quienes afirmaron que la mayor presencia del FBI tenía como objetivo principal colaborar en los delitos de explotación infantil y narcotráfico. Entonces, Beijing condenó las declaraciones de Patel.

Fuente: CNN