Nepotismo en CAPA

• Asesor incómodo protagoniza accidente múltiple en Chetumal

Ricardo Jesús Rivas/ CAMBIO 22

CHETUMAL, 25 de septiembre. – Un accidente vehicular ocurrido la mañana de este jueves en el cruce de las avenidas Benito Juárez y Héroes de Chapultepec puso bajo la lupa a Enrique Alejandro Garza Roa, asesor recientemente incorporado a la nómina de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA). Más allá del choque múltiple que dejó dos lesionados y cuantiosos daños materiales, el hecho exhibe lo que trabajadores de la paraestatal califican como la cara más evidente del nepotismo y la impunidad en la administración pública de Quintana Roo.

Garza Roa, primo del director general de la CAPA, Hugo Federico Garza Sáenz, no solo ingresó de manera turbia a la dependencia, sino que desde su llegada fue señalado por empleados como un funcionario hostil, grosero y prepotente. Su estilo de trato hacia el personal, basado en gritos y humillaciones, encendió focos rojos al interior de la institución, donde se le percibe como un “empleado incómodo” protegido por vínculos familiares más que por capacidades profesionales.

El accidente en el que se vio involucrado no es un episodio menor. De acuerdo con testimonios, Garza Roa conducía un Aveo blanco y al no respetar un alto fue impactado por un vehículo Chirey Tiggo, provocando a su vez daños a un tercer automóvil estacionado. Dos personas resultaron heridas y tuvieron que ser trasladadas al ISSSTE y a la clínica Carranza, mientras que los vehículos fueron remitidos al corralón y el caso turnado a la Fiscalía General del Estado.

Lo que para cualquier ciudadano implicaría consecuencias inmediatas, en este caso desató sospechas sobre si Garza Roa enfrentará un proceso justo o si la red de protección política volverá a blindarlo, ya que, en el sitio se supo que fue la presidenta municipal Yensunni Martínez Hernández, quien realizó una llamada para la pronta intervención de la policía de la dirección de tránsito porque una persona de interés estaba involucrado y aunque las patrullas de esa dirección generalmente tardan un promedio de 2 horas en llegar, en esta ocasión fue sumamente rápido.

Trabajadores de CAPA recordaron que el artículo 3, fracción sexta de la Ley General de Responsabilidades Administrativas prohíbe conflictos de interés derivados de vínculos familiares, pero hasta ahora ninguna autoridad estatal ha intervenido para corregir lo evidente.

El problema trasciende a un simple choque, se trata de un ejemplo claro de cómo el nepotismo erosiona la confianza ciudadana y debilita a las instituciones. La presencia de funcionarios sin perfil adecuado, protegidos por parentesco o lealtades políticas, no solo degrada el servicio público, sino que expone a la sociedad a mayores riesgos, como lo demuestra este accidente en pleno centro de Chetumal.

El silencio de la dirección general de CAPA y la falta de acción de las autoridades estatales agravan la percepción de impunidad. Para muchos, este episodio confirma que mientras prevalezcan los intereses familiares sobre el profesionalismo y la transparencia, casos como el de Garza Roa seguirán siendo un lastre para la gobernanza en Quintana Roo.

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