• Activista Eliezet Sesma describe las condiciones inhumanas en cárceles cubanas tras las protestas del 11 de julio de 2021

 

  • Régimen de La Habana procesa a 16 manifestantes y a un periodista independiente por exigir luz y comida en medio de la crisis social

 

 

Redacción/CAMBIO 22

El régimen cubano enfrenta nuevas denuncias internacionales por la persecución a disidentes y las condiciones inhumanas en sus cárceles.

El preso político Eliezet Sesma Diago, condenado a nueve años por participar en las protestas del 11 de julio de 2021, ofreció un crudo testimonio al Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) sobre lo que calificó como un sistema carcelario basado en el hacinamiento, la corrupción y la violencia.

Actualmente recluido en el campamento de trabajo forzado La Lima, Sesma recordó su paso por la prisión de Valle Grande y relató que “en Cuba no solo encierran a delincuentes, encierran a cualquiera que se atreva a pensar, a cuestionar o a levantar la voz”. En su declaración afirmó que la represión contra los presos políticos busca “quitar la dignidad, la esperanza y las ganas de vivir”.

El activista denunció haber presenciado hombres durmiendo en el piso, violencia de guardias y reclusos, y muertes por falta de atención médica básica. A su juicio, la represión no termina en las cárceles:

“Cuba entera es una prisión sin rejas, donde la libertad está prohibida y el miedo es constante”.

Juicios contra manifestantes y activistas

La represión política también se refleja en los tribunales. Esta semana comenzó en Bayamo, provincia de Granma, el juicio contra 16 ciudadanos detenidos en marzo de 2024 tras protestar por los apagones y la falta de alimentos. La Fiscalía pide hasta siete años de cárcel por delitos como desórdenes públicos, resistencia y desacato.

De los acusados 14 hombres y dos mujeres, 13 llevan más de un año en prisión preventiva. Entre los más señalados están Odalys Zamora Rondón, para quien se piden siete años de cárcel; René Aguilera Aguilar, con seis años; y Mario Luis Espinosa Cedeño, con cinco. El OCDH denunció que estas peticiones responden a motivaciones políticas y buscan castigar el derecho a la protesta pacífica.

Desde prisión, el activista Julio César Vega Santiesteban advirtió que los detenidos “solo exigían una vida digna, libre de hambre y desesperación”, en un país donde los apagones y la escasez de alimentos son cada vez más frecuentes.

Periodismo independiente bajo amenaza

El próximo 24 de septiembre, el Tribunal de Santa Clara enjuiciará al periodista independiente José Gabriel Barrenechea, encarcelado desde noviembre de 2024 tras exigir el restablecimiento del servicio eléctrico durante un apagón. La Fiscalía pide seis años de prisión por “desórdenes públicos”.

Durante su encarcelamiento, el régimen le negó el permiso para despedirse de su madre, quien falleció en mayo pasado. Organizaciones de derechos humanos han expresado preocupación por su caso, al considerarlo un preso político más de un sistema que mantiene encarcelados a cientos de ciudadanos por disentir del gobierno.

Con estos testimonios y procesos judiciales, Cuba vuelve a estar en el centro de las denuncias internacionales por el uso de la cárcel como herramienta de represión ideológica y por la criminalización de la protesta social en un país sumido en una profunda crisis económica y política.

Con información de ADNcuba y Sistema de Noticias CAMBIO 22

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