Alerta Sísmica Cumple 30 Años: Un Terremoto la Activó Por Primera Vez en Septiembre del 95

• El jueves 14 de septiembre de 1995, cuatro millones de mexicanos escucharon la alerta sísmica

Redacción / CAMBIO 22

El primer día que entró en servicio el Sistema de Alerta Sísmica (SAS) en la capital del país fue el jueves 14 de septiembre de 1995, cuando un movimiento telúrico de magnitud de 7.3 grados con epicentro en Copala, Guerrero, activó su timbre a las 08:04 horas que despertó a algunos habitantes que todavía dormían.

Un total de 48 estaciones de radio del Valle de México y canales de televisión interrumpieron su programación y los operadores de las mismas replicaron manualmente la alarma, que la escucharon más de cuatro millones de personas.

A partir del momento, cuando se escuchó el sonido prolongado de un timbre, los capitalinos apenas tuvieron tiempo, un minuto, para abandonar sus viviendas a medio vestir, en algunos casos, porque el sismo era inminente.

Las pantallas de los televisores mostraron esa fecha a su auditorio los siguientes mensajes: se ha activado la alerta sísmica en la Ciudad de México. El siguiente aconsejaba, “por favor, prepárese para un sismo de gran intensidad”.

Las siguientes recomendaciones fueron para evacuar y si el televidente estaba en un quinto piso o superior, le pedían resguardarse en un lugar seguro; posteriormente venía la frase, “al evacuar, favor de no correr, no gritar y no empujar ¡Proteja su vida!”.

Las televisoras reanudaron su programación pasada la emergencia y vino un tercer letrero para informar al auditorio que la intensidad del sismo fue calificada como fuerte.

La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) dio a conocer que más de cuatro millones de personas reaccionaron al escuchar el timbrazo prolongado del SAS.

También reportó que los planteles de secundaria, en los que la alerta fue replicada manualmente, sus estudiantes, quienes a la hora en que ocurrió el sismo, ya estaban en sus salones, salieron de los mismos ordenadamente; mientras que los alumnos de primaria, que iban a entrar a clases, se ubicaron en lugares seguros previamente establecidos.

La tarde del 14 de septiembre de 1995, David Novelo, director del Instituto de Geofísica de la máxima casa de estudios, opinó que el SAS funcionó adecuadamente y quienes la escucharon evacuaron a tiempo sus inmuebles.

La alarma inició sus funciones con la conexión a 100 bocinas ubicadas en la regencia local, la Secretaría General de Obras del Departamento del Distrito Federal, el área de Protección Civil, las instalaciones del Metro, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, 25 escuelas donde se hicieron pruebas pilotos y las estaciones de radio.

El costo del sistema fue de dos millones de dólares, investigadores de la Fundación Javier Barros Sierra estuvieron a cargo del proyecto, cuya base fue la instalación de 12 sensores en la costa de Guerrero, con 25 kilómetros de distancia entre uno y otro, por lo que la cobertura inicial fue de 300 kilómetros; se instalaron en esa entidad porque era muy posible que el próximo sismo tuviera su epicentro en esa área geográfica.

La ventaja era captar la ocurrencia de un movimiento unos 15 segundos después de que inició en la costa guerrerense, con ello los capitalinos contarían con 60 segundos de tiempo para tomar medidas de mitigación.

Sonido de la alerta sísmica causó pánico por el recuerdo del sismo del 85

El movimiento telúrico tempranero del 14 de septiembre revivió entre los habitantes del entonces Distrito Federal el recuerdo de la tragedia registrada una década antes, cuando el 19 de septiembre de 1985 hubo un terremoto que devastó gran parte de la ciudad.

La metrópoli se paralizó durante los 20 minutos que siguieron al temblor, el paso de trenes de las Líneas 3 y 9 del Metro fue interrumpido, mientras que los servicios telefónicos y de energía eléctrica en las delegaciones Benito Juárez, Coyoacán, Cuauhtémoc y Gustavo A. Madero tuvieron una suspensión parcial, pero al medido día quedó restablecida.

La metrópoli se paralizó durante los 20 minutos que siguieron al temblor

El sismo sorprendió en la calle a padres de familia, oficinistas, amas de casa y trabajadores, quienes se amontonaron en las banquetas, algunos de ellos entraron en pánico, empezaron a gritar y otros a llorar.

El reporte de la Secretaría de Gobernación fue que el sismo de esa fecha tuvo 14 réplicas posteriores, la máxima fue de 4 grados y el saldo fue que no hubo heridos o personas fallecidas en el Distrito Federal.

Fuente: Julio Astillero

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