Redacción / CAMBIO 22

JMM, 16 de septiembre. – Convertirse en un municipio ganadero de peso aún es un sueño lejano para José María Morelos. El potencial existe, pero las carencias acumuladas por años pesan más que el entusiasmo. Capacitación abandonada, asistencia técnica olvidada y prácticas tradicionales poco sostenibles son algunas de las razones que frenan el desarrollo.

Así lo señaló Ángel Gabriel Castillo Jiménez, director de Fomento Bovino de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesca (SEDARPE), quien reconoció que durante mucho tiempo se dejó de apoyar a los productores en lo fundamental: la formación y la asesoría técnica. “Por años se abandonó el tema de la capacitación. Hoy lo estamos replanteando junto con el subsecretario Emir, porque de nada sirve dar un apoyo si no se aplica en mejorar la producción”, explicó. El funcionario adelantó que la estrategia busca dejar atrás los viejos modelos para impulsar prácticas más eficientes y sustentables. Entre ellas, la siembra de pastos de corte y el establecimiento de praderas bajo un esquema silvopastoril, que combina árboles y pastos en beneficio tanto del ganado como del medio ambiente. “El 93% de los árboles de nuestra región son consumibles para el ganado, pero al limpiar un potrero no respetamos esa riqueza. Estamos perdiendo recursos naturales que podrían reducir el consumo de forraje y mejorar el entorno”, advirtió.

Además de la asistencia técnica, SEDARPE ha comenzado a dotar a los productores de herramientas clave para su actividad. En los últimos meses se entregaron básculas, remolques, bombas sumergibles, paneles solares y picadoras de forraje. Estos apoyos, asegura Castillo Jiménez, buscan que el ganadero tenga condiciones reales para mejorar sus procesos y no solo promesas en papel.

Otro frente que se impulsa es el mejoramiento genético. Este año se abrió la ventanilla para el apoyo con sementales registrados y, según el funcionario, ya se plantea ampliar el esquema hacia pajillas de semen y transferencia de embriones. “En esta segunda etapa esperamos cerrar con un promedio de 60 a 70 beneficiarios en todo el estado, de los cuales alrededor de 20 son productores de José María Morelos”, precisó.

Con todo, el panorama es claro: la ganadería en el municipio avanza, pero arrastra décadas de rezagos que requieren estrategia y continuidad. Los esfuerzos actuales apuntan a modernizar el sector, pero la clave, insiste el director, está en no volver a descuidar lo más importante: que el productor tenga acompañamiento, conocimiento y herramientas para crecer.

 

 

 

redaccionqroo@diariocambio22.mx 

AFC

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