Alerta en el Campo Morelense: Resurgen Casos del Gusano Barrenador en el Ganado
12 Sep. 2025
Redacción/CAMBIO 22
JMM, 12 de septiembre. – El fantasma del gusano barrenador, una plaga que golpeó con fuerza a la ganadería en la década de los 90, ha vuelto a aparecer en los hatos de José María Morelos. Con hasta 70 casos registrados en el estado, autoridades pecuarias llaman a los productores a no bajar la guardia y reforzar los reportes oportunos para frenar su propagación.
El subsecretario de Ganadería del Gobierno de Quintana Roo, Ángel Gabriel Castillo Jiménez, confirmó que los brotes están localizados en comunidades como San Isidro, Sabán y Santa Cruz, zonas con alta concentración de ganado. Aunque no se trata de una emergencia generalizada, el riesgo es latente y requiere atención inmediata.
“Estamos trabajando de la mano con el Comité Estatal de Sanidad Pecuaria y con Senasica para atender cada reporte. Lo primero es capacitar al productor: cómo lavar correctamente la herida del animal, aplicar los medicamentos adecuados como el negasum, el azul líquido y los antibióticos necesarios. Además, cuando hay un caso en un rancho, a todo el hato se le aplica ivermectina como medida preventiva”, explicó el subsecretario.
Las acciones incluyen no solo la asistencia técnica y la aplicación de tratamientos, sino también la capacitación constante a ganaderos. La experiencia muestra que una herida mal atendida en un animal puede convertirse en el foco de infestación para todo un rancho. Por ello, las brigadas actúan con rapidez en cuanto se recibe un aviso.
Castillo Jiménez recordó que la plaga no es nueva: “En los años 1991 a 1993 ya enfrentamos este problema, pero ahora contamos con mejores medicamentos, más conocimiento y procesos de atención más rápidos. Eso nos da ventaja frente a lo que vivimos en aquella época”.
Para reforzar las estrategias, el gobierno federal habilitó un laboratorio en Chiapas que producirá postas estériles, una técnica biológica que ayuda a romper el ciclo reproductivo del gusano barrenador. Sin embargo, la clave sigue estando en los productores: cada reporte temprano permite a las autoridades actuar con rapidez y evitar que el problema crezca.
La ganadería en Quintana Roo es pilar de la economía rural y, en palabras del subsecretario, “protegerla es una tarea conjunta entre gobierno y productores”. El reto no es menor: evitar que un enemigo silencioso regrese con la fuerza con que marcó a toda una generación de ganaderos hace más de tres décadas.
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