La Historia de Rebeca, la Loca del Muelle de San Blas
22 Sep. 2022
- La trágica historia de amor de Rebeca Méndez
- Te contamos aquí los detalles de la leyenda de “la loca del muelle de San Blas”, que está anclada a una historia verdadera
Redacción/CAMBIO 22
Ella despidió a su amor, él partió en un barco en el muelle de San Blas, el juró que volvería y empapada en llanto ella juró que esperaría”… así comienza la canción de Maná que, seguramente, todo el mundo conoce.
Pero, ¿existe en verdad ese muelle y la historia se escribió en base a un hecho real?, ¿qué cuenta la leyenda de este famoso pueblo mexicano y de Rebeca su principal protagonista?.
La historia más conocida sobre la vida de Rebeca Méndez Jiménez tiene como escenario principal el mar, el muelle de San Blas Nayarit.
Cuenta la leyenda que el hombre al que Rebeca amó y con quien se casaría zarpó hacia el mar con la promesa de volver.
Los días pasaron y Rebeca, como una especie de Penélope enloquecida, esperaba a su amado vestida de novia en el muelle de San Blas Nayarit.
Lamentablemente, una fuerte tormenta arrebató la vida del joven marino.

Esta historia tuvo mayor divulgación gracias a la canción En el muelle de San Blas de la agrupación mexicana Maná.
La verdadera historia de Rebeca, la loca del muelle de San Blas
Hace algunos años la hija de Rebeca, Blanca Leticia Suárez Méndez, rompió el silencio al contar la verdadera historia de su madre. Blanca aseguró que su madre no estaba loca, sino, enamorada del amor.
Mucho se habló sobre Rebeca. Lamentablemente, casi todo lo que se dice es mentira. Y, por respeto a ella es necesario que se sepa la verdad de los hechos”, comentó su hija.

Porque, de acuerdo con su relato, su madre no esperaba exactamente a un marinero que la había dejado desolada. Esperaba a alguien, cuyo nombre nunca se atrevió a revelar. Al preguntarle quién era el amor que esperaba respondió: “Es un misterio que me llevaré a la tumba”.
Según la hija, la historia de su progenitora comenzó en Guadalajara, lugar donde creció e incluso logró hacerse conocida gracias a sus dotes vocales.

Pero Rebeca no habría podido disfrutar de su fama, debido a que la vida derribó sus sueños con crueldad. “Durante el comienzo de su carrera quedó embarazada de mí y no la dejaron casarse con mi padre.
La violencia con la que la alejaron de ese hombre fue desesperante. Incluso, para protegerlo, la familia de él lo envío al extranjero“.

Vestida de novia llegó al manicomio
Pese a ello, la mujer volvió a enamorarse e incluso tuvo dos hijos más. Sin embargo, y aún cuando comenzó a vestirse de novia con el afán de llegar al altar, el destino otra vez no permitió que cumpliese su sueño. “Se quería casar, pero ese hombre ya estaba casado. La primera vez que ella se vistió de novia, le costó el manicomio. Le quitaron su herencia y sus niños, a quienes enviaron a Italia”, afirmó su hija.
Pero un golpe de suerte salvó a Rebeca de las paredes del psiquiátrico. Un sismo magnitud 8.1 cimbró México y ella logró huir de su cárcel.
“Tras el temblor, mi mamá escapó del manicomio y comenzó a deambular por las calles buscándonos”, afirmó Blanca, en relación a cómo Rebeca llegó a habitar el muelle de San Blas.
La chica de humo llegó al muelle de San Blas

“La gente estaba intrigada por saber quién era esa mujer que no paraba de fumar. Comenzaron a llamarla ‘la Chica de Humo’ y no solo por el cigarrillo, sino porque era como si se ‘esfumara’ del lugar”.
Aun así, y todavía sumida en la desolación, Méndez volvió a enamorarse y disfrutar de la compañía de un hombre, que -esta vez- era varios años menor que ella. No obstante, ningún “pero” podía detenerla. Estaba segura de haber encontrado la felicidad y, por supuesto, de haber obtenido una nueva oportunidad para casarse. Aunque, otra vez, la mala suerte decidió atacarla: su amor murió en un accidente.
El encuentro que dio vida a la famosa canción
De esa manera, Rebeca siguió frecuentando el muelle, viviendo de la venta de muñecas de tela. Allí, de acuerdo con el mito, habría conocido a Fher Olvera líder de la banda jalisciense Maná, quien habría decidido inmortalizar el cuento más desolador que había escuchado.

Aunque, de acuerdo con los medios locales, Rebeca sí llegó a conocer la canción y se emocionaba cuando la escuchaba. A pesar de ello, Olvera y Rebeca nunca más se volvieron a ver. Aunque, en pleno San Blas, una escultura rememora el encuentro.
Por otra parte, vale mencionar que la crónica musicalizada de Rebeca no solo resultó altamente beneficiosa para alimentar su propia leyenda, sino que también para atraer el turismo al municipio de San Blas mítico muelle del desamor.

Rebeca al fin se reencontró con el amor de su vida
Rebeca murió el 16 de septiembre de 2012 a la edad de 63 años en los brazos de su primogénita, a quien siempre había buscado. “Yo vivía muy lejos y una tía me llevó para que escuchara las historias que contaban de ella. Desde ese momento, mi mami nunca paró de decirme que, finalmente, yo fui el más grande de sus amores”.

Su muerte fue anunciada en medios de toda Latinoamérica, sus restos fueron cremados y sus cenizas arrojadas al mar desde el muelle de San Blas.
Un recorrido por San Blas
San Blas es un pueblo histórico de Riviera Nayarit, ubicado a 35 kilómetros al norte de Rincón de Guayabidos y a 160 kilómetros del mítico Puerto Vallarta. Esta zona sorprende por sus costas, acantilados y por su verde selva, un paraíso que aún no se encuentra tan explotado turísticamente, a diferencia de otros sitios de México.

El pueblo en sí es una maravilla, sus casas coloniales, sus calles tranquilas, sus grandes haciendas y su gente lo convierten en un lugar ideal para recorrer. Luego de disfrutar el paseo, será una actividad obligada la de visita al mayor atractivo del lugar, claro: el muelle de San Blas.
Será inevitable que al acercarte hasta la orilla donde se encuentra en tu mente o quizás a viva voz entones la canción que tanto escuchaste en la radio o en tu viejo CD; pero no creas que solo estás cantando una canción porque la historia que cuenta Maná es real.

La leyenda de “La Loca del Muelle”
Cuenta la leyenda que una joven comerciante de San Blas, Rebeca Méndez Jiménez, unos días antes de su boda recibió la noticia más triste: su prometido había muerto en un naufragio durante la tormenta Priscila, en el Pacífico. La mujer quedó devastada y se hundió en una profunda tristeza.
Según cuentan los lugareños, historia que ha pasado de generación en generación y de boca en boca, desde entonces Rebeca pasea todas las tardes en el muelle de San Blas vestida de novia y esperando a su enamorado. Se dice también que las personas locales le llevaban comida, mientras ella vendía ropa que tejía para muñecas.

Según la historia, Rebeca fue encontrada por su familia y algunos guías de turistas cuentan que ella murió en 2012 a los 63 años, y sus cenizas fueron esparcidas en el muelle para que pudiera reunirse con Manuel. Muchos afirman que lo que sucedió es real, para comprobarlo solo hay que planificar el viaje y visitar el pueblo.

Si bien la historia que hizo famoso el muelle de San Blas es triste, no te preocupes porque todo el entorno es un sitio alegre y colorido, un paraíso entre palmeras y con un mar de aguas cristalinas sorprendente.
Fuente Agencias
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