• Un plan de vacunación oportuno contra la bacteria Leptospira borgpetersenii protege la salud animal, mejora la productividad y reduce riesgos en la economía ganadera

 

Redacción / CAMBIO 22

La leptospirosis es una enfermedad zoonótica causada por la bacteria Leptospira, que afecta a una amplia variedad de animales, incluyendo el ganado bovino. Entre los diferentes serovares de Leptospira, el serovar Hardjo (especialmente Hardjo bovis) es uno de los más importantes en la industria ganadera lechera. Este serovar se asocia principalmente con infecciones crónicas en vacas lecheras y puede causar pérdidas económicas significativas debido a la disminución en la producción de leche, infertilidad, abortos y, en casos graves, la muerte de los animales.

En México, la leptospirosis es una de las enfermedades que afecta tanto a la salud animal como humana, por lo que su control es fundamental para garantizar la salud pública y la productividad en el sector ganadero. Este artículo aborda la epidemiología de Leptospira borgpetersenii serovar Hardjo bovis en México, sus impactos en las vacas lecheras Holstein y las becerras en crianza, así como la implementación de un plan de vacunación efectivo para prevenir la enfermedad.

Epidemiología de Leptospira borgpetersenii serovar Hardjo bovis en México

La prevalencia de la leptospirosis en México varía según la región, el tipo de explotación ganadera y las condiciones ambientales. La transmisión se da principalmente a través de la orina de animales infectados, que puede contaminar fuentes de agua, pastos y otros medios de contacto para los bovinos. Los roedores también juegan un papel importante en la diseminación de la bacteria, actuando como reservorios y transmisores.

En México, la leptospirosis es una preocupación sanitaria tanto en zonas rurales como urbanas, donde las condiciones de hacinamiento y las deficiencias en las prácticas de manejo de los animales favorecen la propagación de la enfermedad. Las vacas lecheras, especialmente las de razas como la Holstein, son particularmente susceptibles a la infección por su alta carga de exposición debido a su concentración en corrales y su contacto frecuente con aguas contaminadas.

La infección en vacas adultas puede resultar en problemas reproductivos, tales como abortos espontáneos, disminución en la tasa de fertilidad y parto prematuro. Además, la infección puede reducir la producción de leche, afectando directamente la rentabilidad de las explotaciones lecheras. Las becerras en crianza también son susceptibles a la infección, lo que pone en riesgo su desarrollo y el éxito de su crecimiento en las primeras etapas de vida.

Síntomas Clínicos y Diagnóstico

Los síntomas en vacas infectadas pueden variar, pero incluyen fiebre, ictericia, mialgia, anemia, aborto y disminución en la producción de leche. En etapas crónicas, los animales pueden ser portadores asintomáticos, lo que dificulta la identificación de la infección en los rebaños.

El diagnóstico de leptospirosis se realiza mediante pruebas serológicas como la prueba de microaglutinación (MAT) o mediante la detección de Leptospira en muestras de orina, sangre o tejidos afectados utilizando técnicas de PCR. Estas pruebas permiten detectar tanto las infecciones agudas como las crónicas.

Plan de Vacunación para Prevenir Leptospirosis en Vacas Lecheras Holstein y Becerras en Crianza

La vacunación es una de las medidas más efectivas para controlar la leptospirosis en ganado bovino. Un plan de vacunación bien diseñado debe tener en cuenta varios factores, incluyendo la edad de los animales, el estado sanitario del rebaño y las condiciones ambientales.

Respuesta Inmune Ante la Vacunación

Una vez que se administra la vacuna, el proceso de activación inmune sigue estos pasos:

1. Reconocimiento del antígeno: El sistema inmune detecta los componentes bacterianos (como lipopolisacáridos o proteínas de la membrana externa) presentados por las células presentadoras de antígenos (como las células dendríticas). Estas células migran a los ganglios linfáticos, donde activan las células T.

2. Activación de células B y producción de anticuerpos: Las células B activadas, con la ayuda de las células T helper, producen anticuerpos específicos contra las proteínas de Leptospira. Los anticuerpos IgM iniciales se producen en la fase temprana, seguidos por anticuerpos IgG más duraderos. Estos anticuerpos se unen a las bacterias y las neutralizan, evitando que invadan las células del huésped.

3. Memoria inmunológica: La inmunidad a largo plazo se logra mediante la formación de células de memoria T y B. Estas células son capaces de reconocer la bacteria en futuras exposiciones y desencadenar una respuesta rápida y eficaz.

Eficacia de las Vacunas

La eficacia de las vacunas contra leptospirosis depende de varios factores, incluidos:

  • Serovariedad de Leptospira: Las vacunas más antiguas están dirigidas a unos pocos serovares, principalmente Leptospira interrogans serovar Canicola. La protección puede ser más eficaz contra los serovares incluidos en la formulación, pero la protección cruzada frente a otros serovares puede ser limitada. Por ello, algunas vacunas han comenzado a incluir una gama más amplia de serovares para asegurar una protección más completa.

  • Condiciones de manejo: El éxito de la vacunación depende también de factores como la correcta administración de las dosis, el estado sanitario general de los animales y las prácticas de manejo en la granja.

  • Programas de refuerzo: Los refuerzos periódicos son esenciales para mantener altos niveles de anticuerpos en los animales, ya que la inmunidad generada por la vacuna puede disminuir con el tiempo. Un calendario adecuado de refuerzos, basado en las condiciones locales y la prevalencia de la enfermedad, es crucial para asegurar la protección a largo plazo.

A continuación, se presenta un esquema general para la implementación de un plan de vacunación en vacas lecheras Holstein y becerras en crianza.

Vacunación en Vacas Adultas:

Las vacas lecheras deben ser vacunadas anualmente o semestralmente con una vacuna que proteja contra Leptospira borgpetersenii serovar Hardjo bovis. La vacunación debe realizarse preferentemente en el inicio de la temporada seca, para evitar la exposición al patógeno durante la época de lluvias.

En casos de alta prevalencia de leptospirosis en la región, se puede considerar un esquema de refuerzo semestral.

Es crucial vacunar tanto a vacas de producción como a vacas en periodo de secado, ya que la infección puede afectar su ciclo reproductivo y su producción de leche.

Vacunación en Becerras en Crianza:

Las becerras deben recibir la primera dosis de la vacuna a partir de los 3 a 4 meses de edad, ya que a esta edad han adquirido suficiente respuesta inmune para responder a la vacunación.

Se debe administrar una dosis de refuerzo 3 a 4 semanas después de la primera dosis. Después, se recomienda mantener una vacunación anual.

La vacunación en becerras es fundamental para reducir el riesgo de que los animales jóvenes se conviertan en portadores asintomáticos del patógeno.

Control de la Fuente de Infección:

Además de la vacunación, es esencial implementar medidas para controlar la exposición de los animales al patógeno. Esto incluye la limpieza y desinfección regular de los corrales, el manejo adecuado de los residuos y el control de roedores en las instalaciones.

El acceso a fuentes de agua limpia y potable también es fundamental para reducir la transmisión de la enfermedad.

Monitoreo y Evaluación:

Es importante realizar un monitoreo continuo de la prevalencia de leptospirosis en el rebaño mediante pruebas serológicas regulares.

El análisis de la respuesta inmune post-vacunación permitirá ajustar el plan de vacunación según sea necesario.

 

 

 

Fuente: Ganaderia

redaccion@diariocambio22.mx

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