Patear el bote es lo único que queda, a ver si Quetzalcóatl les hace el milagrito.
Fuente: El Financiero
Renán Castro Madera, Director General
Macario Schettino/ CAMBIO 22
Hoy entregará Hacienda el paquete económico 2026 al Congreso. Aunque es posible que incluya algunas cifras optimistas, en lo general debe confirmar la situación crítica de las finanzas públicas. No alcanza el dinero.
Este año, Hacienda se comprometió a tener un déficit de 4 puntos del PIB. Para lograrlo, han desplomado la inversión pública en un punto completo, -25% contra el año pasado, para llegar al mínimo histórico en ese rubro. Al mismo tiempo, se mantienen estancados los gastos en educación y salud, pero con severas dificultades de operación, muy evidentes en la falta de medicamentos y deterioro de las instalaciones, que ya han provocado la caída de la matrícula y la migración a educación privada, así como un incremento severo en el gasto de bolsillo en salud.

No parece que las cosas puedan ser diferentes para 2026. Los ingresos del sector público se han mantenido en 21.5 puntos del PIB desde hace más de una década. A su interior, los ingresos petroleros han caído, pero los tributarios han compensado la disminución. Esta cifra no va a cambiar significativamente con algún incremento de impuesto o eliminación de deducciones. No dudo que pronostiquen un poco más, porque así son los paquetes económicos, pero veo muy difícil que se cumpla.
La debilidad fiscal no es novedad. Llevamos medio siglo con problemas porque los gobiernos quieren hacer mucho pero no quieren cobrar impuestos. La necedad de mantener el control de la energía ha sido muy costosa, y ahora es ya un riesgo de seguridad nacional: Pemex puede hundir las finanzas y CFE es incapaz de cubrir el abasto de electricidad, aún sin considerar las grandes necesidades del cambio tecnológico global (IA, entre otras cosas). Por el lado de las pensiones, la explosión de las no contributivas, orientadas a comprar votos, ha agravado un lastre que ya era problemático.
KXL/RCM