• Construida en el siglo XIX, la emblemática obra enfrenta el abandono y el paso del tiempo

 

  • Vecinos y especialistas buscan rescatarla como parte del patrimonio histórico de la capital

 

Redacción / CAMBIO 22

La Ciudad de México cuenta con una profunda y larga historia, la cual se puede ver en el patrimonio arquitectónico de la capital mexicana, la cual es una combinación de construcciones modernas, prehispánicas y coloniales, como el caso de la fuente más antigua de la ciudad, la de Belén.

Las construcciones coloniales son sin duda alguna un elemento fundamental en la identidad de la Ciudad de México, por ello su preservación y conocimiento de ellas son importantes, pues son vestigios y testigos de épocas que conformaron el presente del país, por lo mismo es importante tener presente “ruinas” como la que es ahora la fuente de Belén, ubicada a unos pasos de Metro Chapultepec.

fuente

De acuerdo con el sitio web del Gobierno de México, la Fuente de Belén, cuenta con más de 200 años de existencia, se sabe que se construyó entre 1755 y 1760, además de que fue inaugurada por el virrey Agustín de Ahumada y Villalón, Marqués de las Amarillas.

La Fuente de Belén iniciaba originalmente en el Acueducto de Chapultepec, desde ese lugar partían 902 arcos a lo largo de cuatro kilómetros, pues es de ahí donde surgían los manantiales que dotaban de agua a la capital y llegaba a la fuente de Salto del Agua, en la esquina de San Juan de Letrán y Arcos de Belén.

Destacar que actualmente la fuente del Salto del Agua se trata de una replica, pues la original fue trasladada al Museo Nacional del Virreinato en Tepotzotlán.

Fuera de dichos detalles, realmente se desconocen muchos datos sobre la fuente, cómo quién es el autor de la obra hídrica.

Cabe mencionar que la Fuente de Belén fue funcional por más de un siglo, en aquellos tiempos los aguadores llenaban ahí sus cochocoles para llevar de puerta en puerta a los vecinos de San Miguel Chapultepec.

Dicha fuente sufrió una recolocación en 1921 por el arquitecto Roberto Álvarez Espinosa, luego de que éste le realizó modificaciones, poco después de la demolición del Acueducto de Chapultepec. Es desde aquel año que la Fuente de Belén cumple sólo con una función decorativa.

Al rescate de la Fuente de Belén

El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), dio a conocer este agosto que la Fuente de Belén recibirá trabajos de reestructuración y restauración, luego decadas de desgaste y de olvido.

El INAH detalló que la fuente ha sufrido todo tipo de daños significativos, no sólo por desgaste, sino también por el poderoso sismo del 19 de septiembre de 1985.

Acutalmente, la Fuente de Belén presenta daños importantes como fracturas, hundimientos diferenciales y deterioro en su cantería.

Por otro lado, el INAH no sólo planea la restauración de la fuente, sino que, también, busca reubicarla a su lugar de origen.

 

 

 

Fuente: El Sol de México

redaccion@diariocambio22.mx

GPC/MER

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