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• Imágenes capturan momentos sorprendentes de la naturaleza, desde animales en plena caza hasta paisajes imponentes

 

• La colección busca concienciar sobre la fuerza de los ecosistemas y la importancia de su conservación

 

Redacción / CAMBIO 22

El prestigioso concurso Wildlife Photographer of the Year se prepara para anunciar a sus ganadores: la gran fecha llegará el próximo 17 de octubre y, hasta el 2 de julio de 2026, las piezas estarán expuestas en el Museo de Historia Natural de Londres. Pero, para calentar motores, la organización ha regalado al público un spoiler de lo que será: un avance de 16 fotografías que, meses antes de la revelación, ya nos dejan sin aliento.

Las fascinantes imágenes nos llevan de viaje por la belleza del mundo salvaje sin olvidar los desafíos a los que este se enfrenta: en ellas podemos ver escenas como la de dos guepardos devorando a un dik-dik de Günther, tomada por la fotógrafa española Marina Cano en Kenia, como la de un elefante asiático que trata de desplazarse por un vertedero en Sri Lanka, o como la de unos pingüinos que se preparan para lanzarse al océano, capturada por Bertie O. Gregory, explorador de National Geographic.

El avance surge de las 60.000 piezas enviadas desde 113 países y territorios del planeta. Te lo mostramos en esta espectacular galería.

‘Deadly Lessons’

En Samburu (Kenia), un grupo de jóvenes guepardos juega con una presa recién cazada: un pequeño antílope dik-dik. Marina Cano presenció cómo la madre, atenta pero distante, dejaba que sus crías practicaran el arte de cazar.

Se trata de una escena tan fascinante como brutal, en la que se representa la transición de la infancia a la independencia. En la sabana, cada salto, cada acecho, es un ensayo que determinará la supervivencia de estos futuros depredadores.

‘Toxic Tip’

Un elefante asiático camina en solitario entre montañas de basura en un vertedero de Ampara (Sri Lanka). Tras años documentando el conflicto entre humanos y elefantes, Lakshitha Karunarathna muestra aquí la crudeza de un encuentro imposible de ignorar: el mayor animal terrestre buscando alimento entre plásticos y basura. Decenas de ejemplares han muerto en este mismo lugar al comer envoltorios imposibles de digerir.

‘Ice Edged Journey’

Un grupo de polluelos de pingüino emperador avanza con decisión hacia el borde de un acantilado helado. No hay rampas suaves, solo un salto de quince metros que los espera. El reputado fotógrafo y explorador de National Geographic Bertie O. Gregory, con su dron a distancia prudente, observó cómo se lanzaban al agua gélida por primera vez, sin la guía de sus padres.

En la Antártida, este rito de inicio se vuelve cada vez más común: la reducción del hielo marino obliga a las colonias a criar en plataformas de hielo, lo que empuja a los ejemplares jóvenes a enfrentar el océano de la manera más abrupta.

‘Wake-up Call’

El calor del Serengeti (Tanzania) adormecía a los leones hasta que un visitante inesperado alteró la calma: una cobra se deslizó hacia los felinos dormidos. En segundos, el mayor de ellos se incorporó y plantó cara al reptil venenoso en un duelo breve pero intenso. La fotógrafa Grabiella Comi fue testigo de este choque de poderes y lo capturó con su cámara.

‘No Place Like Home’

En una carretera de Costa Rica, un perezoso de garganta marrón encontró refugio improvisado en un poste de alambre de púas. El tráfico se detuvo para verlo cruzar lentamente hasta aferrarse con fuerza a la valla, mientras Emmanuel Tardy esperaba paciente para no aumentar su estrés.

La imagen refleja la fragilidad de un animal obligado a desplazarse por un territorio cada vez más fragmentado. En respuesta, Costa Rica impulsa corredores biológicos para que los perezosos regresen a la seguridad de los árboles.

‘Fragile River of Life’

En un río cristalino de Florida (Estados Unidos), una hembra de pez espátula nada rodeada de machos en plena temporada de apareamiento. Isaac Szabo, aferrado a un árbol sumergido para estabilizarse, capturó no solo el ritual de desove, sino también la presencia de una tortuga que completaba la escena como símbolo de todo un ecosistema interconectado.

‘Special Delivery’

En un rincón de su propia casa en Assam (India), Bidyut Kalita descubrió a una incansable avispa alfarera construyendo una diminuta cámara de barro en un marco de fotos. La vio ir y venir durante días, hasta que por fin regresó con una oruga en las mandíbulas. Ese “paquete especial” sería almacenado como provisión viva para las larvas que nacerían dentro. La imagen, tomada en pleno vuelo, parece congelar el momento de una entrega a domicilio, y de ahí su nombre.

‘Clouds of Gold’

Desde su avioneta, Jassen Todorov sobrevolaba la bahía de San Francisco (Estados Unidos) cuando las salinas se convirtieron en un lienzo de reflejos dorados. La luz del atardecer transformaba el paisaje industrial en una especie de pintura abstracta, donde las nubes parecían disolverse sobre el agua teñida de sal. Aunque estas salinas se explotaron desde el siglo XIX, hoy forman parte de un ambicioso proyecto de restauración que busca devolverles su condición de marismas.

‘Jelly Smack Summer’

Ralph Pace se sumergió en una auténtica tormenta de medusas en la bahía de Monterrey (California, Estados Unidos). Protegido con vaselina en la piel expuesta para evitar las picaduras, quedó rodeado por una masa de cuerpos translúcidos y tentáculos enredados. Los enjambres de medusas se han vuelto más frecuentes en los mares cálidos y sobreexplotados, donde la falta de depredadores favorece su proliferación.

En la imagen, el caos se convierte en belleza.

‘Slime Family Portrait’

En el bosque de Slindon (Inglaterra), un tronco caído se convirtió en escenario de ciencia ficción. Kutub Uddin descubrió diminutas esferas de moho limoso, de apenas milímetros, que parecían arándanos alienígenas alineados en perfecta formación. Entre ellas, un huevo de insecto amarillo.

Lo que la cámara captura como un retrato familiar excéntrico es, en realidad, la fase reproductiva de organismos unicelulares que deciden unirse y trabajar en comunidad. Un mundo invisible que, bajo el lente macro, revela detalles fascinantes de la naturaleza.

‘Rutting Call’

En Bradgate Park (Inglaterra), el joven fotógrafo británico Jamie Smart logró congelar el instante en que un ciervo rojo bramaba con toda su fuerza, en plena temporada de celo. Sus astas, recién regeneradas tras la muda de primavera, cubren de un aura majestuosa su cabeza.

Desde una distancia segura, Jamie se estiró sobre la hierba para que nada interfiriera en la escena del rugido, un sonido envolvente que nos transporta a la naturaleza más salvaje.

‘A Tale of Two Coyotes’

La fotografía de Parham Pourahmad surge de un juego de miradas en las colinas de San Francisco (Estados Unidos). El fotógrafo siguió a dos coyotes durante horas hasta que, en tan solo un segundo, encuadró al macho entre la cola negra de la hembra. Sus ojos ámbar brillaban con la luz del amanecer antes de que ambos se acariciaran.

Estos animales, capaces de adaptarse a casi cualquier entorno, están regresando poco a poco a la ciudad de donde desaparecieron hace décadas.

‘Essence of Kamchatka’

En la remota península de Kamchatka (Rusia), la paciencia dio frutos para el fotógrafo indio Kesshav Vikram. Tras varios días de espera, capturó la imponente figura de un oso pardo que caminaba por la orilla del lago Kurile, con el volcán Iliinsky emergiendo entre nubes como telón de fondo. Además, una gaviota, alineada con la cima, parecía completar la composición casi perfecta.

Ese instante resume la esencia de un lugar donde lo volcánico y lo animal conviven en equilibrio, en el mayor santuario de salmón rojo de toda Eurasia.

‘Pink Pose’

Un flamenco se rasca la cabeza con una de sus patas larguísimas y el gesto resulta tan elegante como divertido. En Camarga (Francia), Leana Kuster observó durante horas a estas aves filtrar el agua en busca de diminutos crustáceos. Entre ellos, la Artemia salina —un pequeño camarón— es la responsable del tono rosado que tiñe su plumaje.

‘Nature Reclaims’

En unas ruinas históricas de Maharashtra (India), cientos de murciélagos frugívoros salieron disparados hacia la noche. Sitaram Raul, con su cámara lista y el flash preparado, soportó caídas inesperadas de excrementos mientras capturaba la escena. El resultado fue un recordatorio de que, por imponentes que sean nuestras construcciones, la naturaleza siempre reclama su lugar. Allí, entre las piedras abandonadas, los murciélagos encontraron un refugio.

‘Inside the Pack’

En el ártico canadiense, a -35 °C, Amit Eshel cumplió un sueño: tener frente a frente a una manada de lobos árticos. Después de días de espera, “los animales se acercaron tanto que podía sentir su aliento helado”, cuenta el fotógrafo. Blancos como la nieve que los rodea, estos lobos son una subespecie del lobo gris y viven en los territorios más septentrionales del planeta. Su curiosidad hacia los humanos es fruto del aislamiento.

 

 

 

Fuente: National Geographic

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