La Valiosa Aportación del “Rápido” Esquivel a la Narración Radial del Béisbol Mexicano
4 Ago. 2025
Redacción/CAMBIO 22
Óscar “Rápido” Esquivel, nacido el 5 de mayo de 1932 en Coyoacán, Ciudad de México, es recordado como uno de los grandes impulsores de la crónica beisbolera en la radio mexicana. Comunicador carismático y agudo, conquistó a generaciones de oyentes con su estilo vibrante, humorístico y profundamente conocedor del “rey de los deportes”.
Inició su carrera en la radio en 1947 como ayudante de operador en la XEX, y pronto su talento lo llevó a convertirse en narrador principal. Su voz llenó de emoción estadios como el Parque del Seguro Social y frecuencias como XEB, RCN, XEQ y Radio 590. Narró partidos de los Diablos Rojos del México, Naranjeros de Hermosillo, Tomateros de Culiacán y Potros de Tijuana, además de Series del Caribe y Series Mundiales.

El “Rápido” hacía del béisbol una fiesta radiofónica. Su estilo contrastaba entre el comentario relajado con sus colegas y relatos trepidantes llenos de frases memorables:
“Batazo largo, alto, allá donde dice Corona… ¡Salud!”,
“La pelota se va, se va, se va… llega al Viaducto, alcanza Tlalpan y ya la vemos rumbo al Zócalo”,
o “¿Y qué, ésta no cuenta?” al levantar su vaso mientras contaba embasados.
Su humor era espontáneo y elegante, capaz de bromear sin opacar nunca el juego. Bautizaba a los jugadores con apodos inolvidables como “Brazo Fuerte” (Felipe Leal), “Abulón” (Ramón Hernández) o “Jet” (Ramiro Guzmán), y convertía cada entrada en un espectáculo narrativo: la octava era “la antesala del infierno” y una zona de foul se volvió “Xochicalco Street”.
UN DÍA COMO HOY… OSCAR RÁPIDO ESQUIVEL.⚾📅 #baseball #beisbol #UnDíaComoHoy #ViveLaExperiencia pic.twitter.com/qm10PU4ssD
— Salón de la Fama del Beisbol Mexicano (@SDFBeisbolMx) August 9, 2023

Fue compañero de micrófono de Jorge “Sonny” Alarcón en las transmisiones de los Diablos Rojos. Su rivalidad radiofónica con los cronistas de los Tigres (El Mago Septién, Nachito Hernández y Enrique Llanes) dio origen a la legendaria “batalla civil”, que mantenía a los aficionados pegados al radio, incluso dentro del estadio.
Su influencia trascendió el béisbol: también narró futbol, ciclismo y partidos del Cruz Azul y Toluca. Escritor deportivo, maestro de la palabra hablada y escrita, fue una figura entrañable que marcó a oyentes como Juan Villoro, quien dijo: “era muchísimo más divertido escuchar un partido si lo contaba él”.

Ingresó al Salón de la Fama del Béisbol Mexicano en 1989, como merecido reconocimiento a una trayectoria que mezcló pasión, ingenio y un profundo amor por el juego.
Óscar Esquivel dejó una huella imborrable. Su legado vive en las memorias, las frases, las risas y el eco de una época dorada en que la radio convertía cada partido en magia pura.
Un 9 de agosto, pero de 1986, muere Oscar Rápido Esquivel en México, D.F.
Descanse en paz El rápido Esquivel























