Desalojo Violento en Tulum Deja Dos Heridos Por Arma de Fuego

• De acuerdo con testimonios recabados entre los residentes, el ataque comenzó alrededor de las 3:00 de la madrugada, cuando un grupo armado irrumpió en el predio y abrió fuego contra quienes se encontraban en el lugar

Redacción / CAMBIO 22

TULUM a 31 de julio de 2025.— Un nuevo episodio de violencia sacudió la madrugada de este jueves al asentamiento irregular conocido como Palma Real o “Tren Maya”, ubicado aproximadamente a seis kilómetros al sur de Tulum, en dirección a Felipe Carrillo Puerto, donde habitantes fueron desalojados de manera violenta y dos personas resultaron lesionadas por impactos de arma de fuego.

De acuerdo con testimonios recabados entre los residentes, el ataque comenzó alrededor de las 3:00 de la madrugada, cuando un grupo armado irrumpió en el predio y abrió fuego contra quienes se encontraban en el lugar. El saldo fue de al menos dos personas heridas por proyectiles, quienes tuvieron que ser trasladadas de emergencia a un hospital para recibir atención médica. Hasta el momento se desconoce su estado de salud.

“Nos despertaron los balazos. No nos dieron tiempo de nada, solo corrimos a escondernos con nuestros hijos. Les dispararon a dos compañeros que estaban cerca de la entrada”, relató una mujer que habita en el sitio desde hace más de ocho años.

El predio quedó bajo resguardo de elementos policiacos y fuerzas de seguridad estatales. No obstante, hasta el cierre de esta edición, las autoridades no habían emitido un comunicado oficial sobre lo ocurrido ni informado sobre posibles detenidos.

Este hecho se suma a una serie de desalojos previos en la misma zona, donde decenas de familias han sido desplazadas en medio de disputas legales por la propiedad del terreno, presuntos fraudes inmobiliarios y denuncias por la utilización de la fuerza en los operativos.

Los habitantes, en su mayoría trabajadores de la construcción, vendedores ambulantes y madres solteras, insisten en que adquirieron sus lotes de buena fe y exigen garantías mínimas de seguridad ante lo que consideran una campaña sistemática de intimidación.

“El gobierno sabe que aquí vivimos familias. No es justo que se metan en la madrugada con armas como si fuéramos delincuentes. Solo queremos un lugar donde vivir”, expresó otro de los afectados.

Mientras el terreno permanece acordonado, los residentes piden la intervención de derechos humanos y una investigación a fondo para esclarecer quiénes participaron en el ataque y bajo qué órdenes actuaron. La incertidumbre y el temor persisten entre los vecinos, quienes ya han perdido sus pertenencias en anteriores desalojos y ahora temen por su integridad física.

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