Redescubren a Pilar Calvo en el Museo Nacional de San Carlos
19 Jul. 2025
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La exposición Travesías de trazo y color rescata a la pintora mexicana (1914–1986), olvidada por sesgos de género y estilo, con alrededor de 40 obras que reivindican su legado técnico y narrativo
Redacción / CAMBIO 22
Tras décadas de olvido, la obra de Pilar Calvo (1914–1986) retoma protagonismo en el panorama artístico gracias a la exposición Travesías de lazo y color, que estará abierta al público hasta el 9 de noviembre en el Museo Nacional de San Carlos (MNSC). Esta muestra, señala Jorge Reynoso, director del recinto, representa un acto de justicia histórica al rescatar la figura de una pintora mexicana olvidada por el canon, a pesar de haber sido reconocida en vida por su virtuosismo técnico y su constante producción. Con esta revisión, se reivindica su posición como una figura clave —aunque silenciada— dentro del arte mexicano del siglo XX.
“La conocemos poco, a pesar de que fue muy exitosa en vida. Fue una artista extremadamente prolífica y versátil. Estuvo activa durante dos décadas, tuvo exposiciones individuales en Nueva York y en el Palacio de Bellas Artes, pero luego desapareció de la escena pública”, comenta Raquel Fundia Comisarenco, curadora de la exhibición.

La muestra reúne alrededor de 40 piezas, entre óleos, acuarelas, porcelanas y un fresco, procedentes en su mayoría de colecciones privadas, familiares y amistades cercanas a la artista. “Es una muestra pequeña, pero muy rica. Estoy segura de que hay muchas más obras por descubrir”, añade Fundia.
Durante el recorrido para medios, la también historiadora explicó que Pilar Calvo desarrolló su carrera artística al margen de las corrientes predominantes de su época, lo que contribuyó a su posterior invisibilidad. Su estilo figurativo —refinado, sensible y técnicamente riguroso— no se alineaba ni con el muralismo de corte social ni con las vanguardias cosmopolitas. “Eso, sumado a ser mujer y a su apego a lo académico, puede explicar por qué fue tan olvidada”.
La formación de Calvo fue notablemente rigurosa. Inició con pintura sobre porcelana y posteriormente tomó cursos por correspondencia en Estados Unidos. Más tarde ingresó a la academia para señoritas del reconocido artista Germán Gedovius: “Era una formación muy completa, con clases de anatomía, geometría y paisaje al aire libre”, detalla Fundia.
“La colección del museo tiene muy pocas obras de mujeres. No porque no hayan existido, sino porque las condiciones históricas no favorecieron su representación. Esta revisión busca saldar parte de esa deuda”, señala la curadora, quien destaca como eje central de la muestra el autorretrato de Calvo, fechado en 1944.
“Está con su bata de artista, pincel en mano, mirando de frente. Es una afirmación clara de su lugar como creadora. Para las mujeres, el autorretrato fue una forma de convertirse en sujeto, no sólo en objeto”, explica.
Más allá de su obra individual, Pilar Calvo formó parte activa de una red femenina de creación. Fue mentora y amiga de Carmen Jiménez Labora, con quien realizó un viaje de estudios a Europa, siguiendo la tradición decimonónica del Grand Tour.
ELEMENTOS
-La obra de Pilar Calvo se caracteriza por una temática diversa, que abarca retratos, paisajes, bodegones, pintura histórica, religiosa y autorretratos.
-Destacó especialmente en los retratos de mujeres y niños, así como en composiciones de gran fuerza narrativa.
-En agosto de 1944, presentó su primera exposición individual en el Palacio de Bellas Artes.
Fuente: Heraldo de Mexico
KXL/MER




















