Redacción/CAMBIO 22

En el universo de la gastronomía yucateca, los polcanes ocupan un lugar privilegiado como uno de los antojitos más queridos por locales y visitantes. Su nombre proviene del maya “pol”, que significa cabeza, y “kaan”, serpiente, haciendo referencia a su forma ovalada, parecida a la cabeza de este animal.

Desde sus orígenes prehispánicos hasta las versiones modernas que encontramos en ferias y mercados, este platillo es una auténtica representación de la mezcla cultural que caracteriza a Yucatán.

Polcanes de Yucatán: la tradición crujiente en forma de serpiente que conquista  paladares | Radio Fórmula

Los polcanes son pequeñas tortitas hechas con masa de maíz combinada con toks’el, una mezcla tradicional yucateca que les da un sabor muy característico. El toks’el se prepara con ibes (frijoles tiernos), pepita de calabaza molida, cebollina y epazote, todo cocido y perfectamente sazonado.

Esta mezcla, que antiguamente se molía en metate o molcajete, aporta no solo sabor, sino también textura a la masa, haciendo del polcán una delicia crujiente por fuera y suave por dentro.

Polcanes de Yucatán: la tradición crujiente en forma de serpiente que conquista  paladares | Radio Fórmula

Una vez lista la masa, se toma una porción, se aplana ligeramente, se rellena con algún guiso típico y se cierra para formar su característica forma ovalada. Después se fríe en aceite caliente hasta que adquiere un color dorado y una consistencia crujiente.

Un antojito con muchos rellenos

Uno de los grandes encantos de los polcanes es su versatilidad. Aunque tradicionalmente se rellenaban con guisos sencillos como frijol colado o chaya con huevo, hoy en día es común encontrar una gran variedad de opciones que elevan este platillo a otro nivel. Entre los rellenos más populares están la cochinita pibil, el relleno negro, carne asada e incluso queso de bola con chaya.

Se suelen acompañar con salsa de chile tamulado, cebolla morada encurtida, salsas rojas o verdes, o simplemente con una pizca de sal y limón. El contraste entre lo crujiente del exterior y lo jugoso del interior hace que sea difícil comer solo uno.

En Yucatán, los polcanes pueden encontrarse en mercados tradicionales como el Lucas de Gálvez, el de Santiago o el de San Roque en Mérida, donde se preparan al momento. También son protagonistas en ferias locales, tianguis, y puestos ambulantes, donde el olor del maíz frito atrae a quienes pasean por las calles. Algunas fondas y restaurantes de cocina regional los han incluido en su menú diario, e incluso se pueden encontrar versiones gourmet en establecimientos que reinterpretan la cocina tradicional.

Más que un simple antojito, el polcán es un símbolo de identidad culinaria, un bocado lleno de historia, tradición y sabor que ha trascendido generaciones y sigue siendo parte esencial de la cultura yucateca.

 

 

 

Fuente: Radio Fprmula

redaccionqroo@diariocambio22.mx

HTR/RCM

WhatsApp Telegram
Telegram


WhatsApp Image 2025 12 01 at 12.34.34 AM
WhatsApp Image 2025 12 01 at 12.34.34 AM